El garito de Rosa

Rosa no te preocupes, ya verás como a la larga la opción que has elegido resultara la correcta, porque será igual que todas en este momento, pero luego, cuando ya no sea ningún trauma para ella ser diferente, lo será, porque tú con tu ejemplo la habrás enseñado a luchar por aquello que crea justo y eso desde mi punto de vista es la mejor enseñanza.

Besos
Mª Dolores

Yo no sé ahora cómo estarán planteadasl las clases de religión. En mis tiempos se estudiaba la "Historia Sagrada" que, creencias aparte, es una buena dotación para conocer algunos códigos de nuestra cultura, por ejemplo, interpretar muchos de los cuadros que hay en el Museo del Prado.

Todo lo que sea aprender es positivo, luego las creencias son otra cosa. Yo más bien creo que eso se aprende en casa, por supuesto, con el tiempo, cada persona busca su propia verdad. La relación con sus amiguitas es esencial. Tal vez el problema es la primera comunión. Es algo que se plantea no como una cuestión personal y religiosa, sino como una fiesta social: el traje, la ceremonia, los regalos, la fiesta. Sé de algunas familias no creyentes que en su lugar y para que el niño o niña no se sienta apartado de una celebración de este tipo, han optado por una fiesta iniciática de la adolescencia, una especie de "entrada en el mundo de los mayores".

Lo importante es que la niña sea inquieta intelectualmente, que no se conforme con las enseñanzas heredadas y que busque su propio camino, como dice Loló.

Un abrazo,

Damablanca.

Bueno, a esas edades aun no reciben historia propiamente dicha, simplemente les inician en el convencimiento de la existencia de Dios, y lo digo porque en vista de que el final es inminente , tomé el libro de religión de uno de sus compañeros a ver qué contenía, y como me temía, algunas de sus enseñanzas chocan frontalmente con la realidad que los jóvenes viven hoy día y con los descubrimientos que la ciencia lleva años realizando, con afirmaciones del tipo de que Dios es responsable de la creación del mundo, del color de las flores, de que llueva o de que haga calor... para colmo afirma que nos quiere más a nosotros que a los animales, exaltando aun más si cabe la condición humana frente a la del resto de seres vivos (como no nos la tenemos ya bastante creida ) con lo cual no tengo muy claro que intelectualmente esto le aporte mucho, además, sus inquietudes de saber nunca se las hemos frenado, todo lo contrario, aunque en esta ocasión no es esto lo que le mueve, por desgracia, sino la presión que está recibiendo por parte de las otras que como tienen que chuparse una asignatura más, quieren ver a todos igual de pringados, y ella por no sentirse desplazada prefiere estudiar un poco más y nosotros pues... allá ella. A veces duele que los demás se tomen el derecho de conducir a tu propia hija mientras nosotros nos mantenemos en el respeto a sus decisiones, pero esa va a ser nuestra verdadera enseñanza, nada bueno se obtiene por la fuerza, y si han tenido que chantajearla para que ella acceda a sus propósitos, será porque estos no son muy sanos. Pero esa conclusión ha de sacarla ella.
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La parte más positiva: pretenden inculcar la igualdad entre razas, la importancia de mirar por el medio ambiente y la solidaridad, conceptos que no tienen que ser dados a través de la enseñanza religiosa, ya que no tienen el monopolio del buen comportamiento y de la ética (entre otras cosas porque después son muy pocos los que en la vida real llevan estas cosas a la práctica y miran al negro como a un igual) esto ha de aprenderse a través de una asignatura que garantice la imparcialidad, dedicada al aprendizaje de los valores que hay respetar para no dañar nuestro entorno ni a los que nos rodean y al mismo tiempo contribuir a enriquecerlo, yo confío bastante más para este aspecto en la "Educación para la Ciudadanía", pues creyentes no somos todos, pero ciudadanos, sí.

Además, ayer viendo el libro detenidamente me daba la impresión de que leía algo obsoleto encontrado en una anitigua librería... y no, es la asignatura que mi hija va a recibir el próximo año. No sé, pero no recuerdo ni siquiera en mi colegio de monjas que los libros estuvieran tan cargados de dobles sentidos, estudiábamos el Catecismo con los Padrenuestros y esas cosas que era un resumen de la Biblia y de la palabra de Cristo, pero ahora parece que utilizan la asignatura de forma más sútil y llamativa para crear adeptos, con lo que la claridad y la objetividad que cualquier materia debe poseer, en este caso quedan descartadas.

En cuanto a la comunión, si quiere hacerla de mayor (cosa que dudo) que la haga, pero de momento prefiere un viaje a París, y de ir a misa me dice que ni hablar (y que conste que yo intento que tome la decisión con todas sus consecuencias, pero tampoco puedo obligarla a que pierda una hora de su tiempo un sábado por la tarde o un domingo de mañana). En fín, vamos a observar, yo creo que el próximo curso nos vamos a reir todas mucho con las anécdotas de Rosita y sus creencias, estoy por empezar a preparar un libro .

Besillos.

Yo, sinceramente, creo que las clases de religión deberían impartirse en las iglesias y si los padres deciden que se haga en la escuela por mayoría y por comodidad de los peques, que se haga fuera del horario escolar. Así se evitarían este tipo de situaciones. Las celebraciones de la primera comunión también me parecen absurdas: si se hace por creencia religiosa ¿a qué viene esa celebración y ese boato? si eres coherente y te sobra el dinero para semejante derroche, dáselo a los pobres, es el mejor ejemplo cristiano que le puedes dar a tu hijo, si es que quieres educarle en el cristianismo.

En fin...un abrazo,




Damablanca.

Rosa, eso que dice el libro que Dios nos quiere más a nosotros que a los animales y al resto de la creación, es una barbaridad escrita por sabe Dios mismo quien.
Si ese Dios fuera justo y bueno, querría por igual a todas sus criaturas, cada una con sus características.
Espero que tu también estudies el tema y le vayas diciendo cositas.
Estuve, cuando vivía en Madrid, a punto de editar un libro de religión para los colegios. Desgraciadamente, las cosas se torcieron y no tuve tiempo de presentarlo ni acabarlo, pero mi intención era presentar al Ministerio un libro que comenzara enseñando a los niños:
-¿Qué es la religión? ¿Por qué tenemos necesidad de crearnos seres superiores?.
- Breve estudio de las religiones que hasta ahora ha habido en el mundo.
- Religión de nuestros antepasados, según fases históricas. (La fe de nuestros mayores).
Todo ésto adaptado a la mentalidad de un niño.

Como dice Damablanca, la religión católica, debería, al igual que la musulmana y las demás, darse en los lugares de culto, por quienes voluntariamente acuden a instruirse sobre ellas.
Y el Estado debería velar cuidadosamente por estos conceptos para no equivocar a nadie.

Este tema tiene mucho que ver con lo que hablamos:



Juego que me regaló un seis de enero
(Silvio Rodríguez)

Soy ciudadano del amor,
llevo dogal de belleza
entre la hombrera y la cabeza,
entre rodilla y cinturón.

Haciendo crítica social
me perfumé de valiente,
creyeron que era disidente
y no era más que natural.

Martí me habló de la amistad
y creo en él cada día,
aunque la cruda economía
ha dado luz a otra verdad.

El mundo tiene la razón
puesta en el pan, en el diario,
ese señor rudimentario
que nos dará la absolución.

Ciega, la vida nueva es
como un verso al revés,
como un amor por descifrar,
como un Dios en edad de jugar.

Trino, vete al destino,
al punto que será final,
juega lo que no jugué,
y canta que aunque sin rey mago
sigo en pie.

Seguro estoy requetemal,
debo sufrir algo extraño,
pues ni la hiel ni el desengaño
me dan razón de funeral.

El fin de siglo trae la sien
cebada de podredumbre,
como invitándome a una lumbre
que prenderá quien ame bien.

Bendito el tiempo que me dio
una canción sin permiso.
Bendito sea el paraíso
algo infernal que me parió.

El día del Armagedón
no quiero estar tras la puerta,
sino soñando bien alerta,
donde esté a salvo de perdón.