Joan Manuel Serrat

¿VALE LA PENA?

Sí Se me hace muy grato recomendarles el último CD de Joan Manuel Serrat, Hijo de la luz y de la sombra (Sony Music), sobre poemas de Miguel Hernández, al tiempo que le deseo al cantante y amigo una pronta recuperación tras su exitosa operación. En estos días de frío intenso ha sido un placer escuchar La palmera levantina - "la que atrapa la primera/ ráfaga de primavera,/ la primera golondrina"-convertida en un precioso bolero. Era como pasear por la explanada alicantina en una radiante mañana de mayo. No El mismo día en que Manel Fuentes lograba en El matí de Catalunya Ràdio el scoop del teléfono fantasma de Endesa, el tertuliano Josep Maria Terricabras se ponía estupendo y arremetía contra los periodistas: "No hay periodismo de investigación. Los periodistas van detrás de los jueces, no delante de ellos", dijo. Y no contento con ello, declaró públicamente su "más absoluta alegría por la derrota del Real Madrid" ante el Olympique de Lyon. "El meu enemic", puntualizó. Vamos, que se quedó descansado. ...

Serrat y Miguel Hernández

MARÍA JOSÉ FERNÁNDEZ ARCONES |

Usted se pone en los auriculares al último Serrat, 'Hijo de la luz y de la sombra' y acompañado de esa voz tostada y sobria se echa a caminar por los lugares de costumbre. Mientras le dure la melodía fundida al verso el mundo no se parecerá al de todos los días. Usted tendrá la experiencia de sentir los pies en la tierra y el ánimo más cerca de la conciencia.
Me pregunto qué hubiera sido de Miguel Hernández en todo este tiempo (1942- 2010) sin la proyección popular que le da Joan Manuel Serrat desde aquel lejano 1972. Treinta y ocho años después, como en pleno epílogo mediterráneo, el cantante remata la faena sumando a los actos del centenario del nacimiento del poeta un nuevo disco en el que reúne otro puñado de poemas llenos de arte y vigencia. Escuche y relea las estrofas de 'El hambre', 'Cerca del agua', 'El mundo de los demás', 'Tus cartas son un vino', 'Si me matan, bueno', por ejemplo, y sabrá por qué Hernández es universal.
La vida no quiso que Miguel (muerto en prisión a los 32 años) conociera a Serrat sino al contrario. De ese capricho surgió la querencia del cantautor por el poeta y que la obra de ambos se fundiera como si uno y otro fueran la misma voz. Sus versos nos devuelven al mundo de las palabras sencillas y totales, madre, esposa, hijo, amigo, pan, cebolla, pueblo, viento, agua, estrella, cielo, casa, hambre, amor, tierra, muerte, vida. que tanto en la intimidad del poema como en la multitud del canto recobran su auténtico valor humano.
Miguel Hernández fue uno de aquellos hombres de pueblo, hechos a sí mismos, que vivieron vidas frágiles, combativas, alimentadas por un instinto certero de superación; valiente en el esfuerzo cotidiano de buscarse la vida sin apoyos; arrimándose a afectos personales e intelectuales no siempre correspondidos. Con hambre y desespero y sintiendo la escritura como vía insuperable hacia la libertad y la justicia.
Con sus versos levantó, creo que sin darse cuenta, grandes puentes de unión entre su tiempo y el nuestro, planteando temas universales desde la realidad más personal y concreta. Hubo un tiempo desde su muerte hasta la de Franco en que Hernández, como Machado, se hubiera muerto del todo de no existir los cantautores.
Hoy, libres de ataduras, hemos de elegir sin embargo la libertad de defender nuestras preferencias de entre todos los hombres y mujeres del pasado y de hacerlo desde la más completa de las humanidades, con sus contradicciones y defectos. Buscando al poeta y a la persona en su contexto. Para ello es imprescindible disponer, y se dispone, de la historia compleja de las cosas en su versión más amplia, con luces y sombras.
Ya es hora de leer a Miguel Hernández por sí mismo. Si lo hace recuerde que estamos ante la obra de un joven que escribió entre los quince y los treinta y dos años en un país (inimaginable) del que somos herederos directos. Luego, si puede, viaje a Orihuela.

Noticias fresquitas: parece ser que Serrat ya está en casa con alta hospitalaria.

Damablanca.

Más detalles al comentario de Dama:

Serrat recibe el alta hospitalaria

El cantautor tendrá que modificar el calendario de su gira 'Hijo de la luz y de la sombra'

EL PAÍS - Barcelona -

Joan Manuel Serrat ha recibido el alta tras ser operado el pasado jueves de un nódulo de pulmón, según informa el Hospital Quirón de Barcelona. El cantautor fue intervenido por el equipo del cirujano torácico Laureano Molins. El nódulo fue diagnosticado en un control habitual y la intervención no tiene ninguna relación con patologías previas del paciente.

El periodo de recuperación para su actividad habitual es de unas tres o cuatro semanas y obligará a modificar el calendario de la gira de promoción del disco Hijo de la luz y de la sombra, en el que rinde homenaje al poeta Miguel Hernández. Los conciertos, que serán alrededor de 35 por toda España, comenzarán el próximo 27 de marzo en Elche y terminarán el 30 de octubre.

Serrat ya había sido operado de forma urgente en 2004, tras detectársele un cáncer de vejiga. Sin embargo, los médicos han asegurado que esta nueva intervención, llevada a cabo por el cirujano torácico Laureano Molins, no tiene nada que ver con esa y que la evolución quirúrjica del cantante ha sido excelente.

Se mantiene el concierto de Serrat en el Kursaal para el próximo 9 de mayo

El concierto que el cantante Joan Manuel Serrat tenía previsto ofrecer el próximo 9 de mayo en el Kursaal donostiarra se mantiene en la misma fecha, según anunció ayer la promotora Getin. Serrat fue operado el pasado jueves en una clínica de Barcelona de un nódulo pulmonar, diagnosticado poco antes en un control rutinario. El inicio de su gira, previsto para el 27 de marzo, se ha retrasado hasta principios de mayo. Sigue leyendo sobre el concierto de Serrat en San Sebastián.

Hola, nostalgia

Lucrecia Maldonado

Confieso que cuando escuché la versión de uno de los más bellos poemas de Miguel Hernández, “Hijo de la luz y de la sombra”, musicalizada por Joan Manuel Serrat, me sentí un poco decepcionada. Me pareció muy poca música para tan genial poema, y me asaltó una nostalgia espesa y profunda del tiempo en que me gustaba escuchar la música de Serrat con el amor incondicional que solo una fan adolescente puede sentir por su ídolo.

Como la de mucha gente, también mi aproximación al genial poeta se hizo a partir de las versiones musicalizadas por Serrat en 1972 que aún me parecen muy superiores a lo que escuché hace pocos días. Esa estremecedora Elegía a Ramón Sijé que desde entonces y para siempre se convirtió en EL poema y LA canción por antonomasia. Ese “Para la libertad” que me hizo llorar en una de las últimas presentaciones de Joan Manuel en Quito. No puedo dejar de agradecerle al Juanito del Poble Sec haberme presentado a semejante trozo de poeta, porque después de sus canciones vinieron todos aquellos poemas que ya no estaban en disco y no tenían más música que la propia, sola y maravillosa musicalidad de sus versos encendidos de amor, esperanza y dolor.

Tanto llegué a enamorarme de Miguel Hernández, cuyo centenario se celebra en estos días, que me las ingenié para conseguirme un precioso libro escrito por su esposa, Josefina Manresa: Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández, y en él me empapé de la biografía de quien no fue solo un maravilloso poeta, sino también alguien cuyo destino trágico no le impidió ser una persona íntegra, fiel a sus convicciones, con una enorme capacidad de amar, de conmoverse y de poner belleza aún en las circunstancias más dolorosas de la vida.

Y bueno, estaba con esta cuestión de la ‘crítica constructiva’ a la versión de “Hijo de la luz y de la sombra”, cuando me llega de golpe la noticia de que a Joan Manuel Serrat le han extirpado ‘un nódulo en el pulmón’. No puedo evitar un escalofrío. Ya tiene sesenta y siete años. Y entonces se me coloca en la mente, junto a esa foto borrosa en donde Hernández arenga a las tropas republicanas, una foto menos dramática pero igual de querida en donde Serrat, jovencísimo, sonríe, sentado cerca del monumento a Don Quijote de Madrid. Pienso en cómo me gustaba esa sonrisa, en cómo me conmueve mirarlo y escucharle cantar “La primera” (la más dulce y dura canción de amor) en un video del Youtube que algún Dios bondadoso me permitió llegar a ver antes de morir. Y me digo, con un poco de remordimiento: “Tendría que volver a escuchar bien ‘Hijo de la luz y de la sombra’, tal vez no está tan mal…”. Pero es solo una concesión que mi cariño le hace a alguien que siempre estuvo muy presente en mi vida sin saberlo y quizá sin quererlo o sin que le importe ni medio minuto.

Hernández… Serrat… seres que acompañaron mi adolescencia y mi juventud no solo con palabras y con música, sino también con ejemplos de vida que mi monjil educación no pudo darme, con aprendizajes más allá de los dogmas y la impertérrita noción de pecado. Con la sola certeza de que la libertad es algo que solo en mis entrañas bate, como el relámpago.

ESTAMOS TODOS MUY CONTENTOS, TODO HA SALIDO BIEN
CUIDATE NANOOOOOOOOOO!!!
UN ABRAZO A TODOS!!!
MÓNICA SILVIA, DESDE ISRAEL.

Serrat regresa al Real Sitio

La Granja de San Ildefonso acogerá una vez más el Festival Internacional de Música y Danza, que este año tiene entre sus protagonistas al catalán Joan Manuel Serrat que homenajeará el próximo 30 de julio a la figura del poeta Miguel Hernández.

El cantautor catalán Joan Manuel Serrat volverá al Real Sitio de San Ildefonso el 30 julio para presentar su último trabajo discográfico, ‘Hijo de la luz y de la sombra’, dentro de la programación del Festival Internacional de Música y Danza de La Granja.

El nuevo disco de Serrat “Hijo de la luz y de la sombra” será un homenaje a Miguel Hernández con motivo del centenario de su nacimiento en 2010. Los arreglos han sido realizados por Joan Albert Amargós. El disco está basado en los poemas de Miguel Hernández, con colaboraciones de Joan Albert Amargós y Miguel Poveda. Son 13 poemas de diferentes épocas. "Hay creaciones de juventud como La palmera levantina, Ay del ay por el ay, El silbo del dale, Las abarcas desiertas o Tus cartas son un vino. También otros de la guerra: Canción del esposo soldado, El hambre o un homenaje que hizo a los brigadistas internacionales que he titulado simplemente Canción".

Este nuevo disco, que nace 37 años después de ´Miguel Hernández´, editado en 1972, incluye temas a partir de los poemas ´La palmera levantina´, ´Ay del ay por el ay´, ´Las abarcas desiertas´, ´Tus cartas son un vino´, ´Canción del esposo soldado´ o ´El hambre´, entre otros. Cada una de estas canciones contará además con la novedad de que durante los conciertos irán acompañadas de un audiovisual alusivo al contenido del poema del escritor oriolano que Serrat va a interpretar.

El álbum contiene trece canciones con textos de Miguel Hernández y aparece 38 años después de la publicación de su primer álbum dedicado al poeta alicantino y para conmemorar el centenario de su nacimiento en la localidad de Orihuela.

No es la primera vez que Serrat llega a Segovia homenajeando a un poeta, ya que en 2007, lo hizo conjuntamente con Joaquín Sabina, rindiendo un homenaje a Antonio Machado, con el espectáculo 'Dos pájaros de un tiro'.

Serrat actuará en Girona el 28 de abril


El cantautor Joan Manuel Serrat actuará el 28 de abril en L'Auditori de Girona, concierto con el que estrenará en Catalunya su nuevo disco, 'Hijo de la Luz y de la Sombra', que se ha retrasado 19 días por el nódulo en el pulmón del que tuvo que ser operado el cantante el 11 de marzo.

Según informó hoy este equipamiento gerundense a Europa Press, los que adquirieron entradas para el concierto pero no puedan asistir por el cambio de fecha, tienen que ponerse en contacto con el servicio de taquillas de L'Auditori de Girona.

"Creemos que habrá muy pocas devoluciones", estimaron dichas fuentes, por lo que es poco probable que se vuelvan a vender entradas para la nueva fecha, ya que el aforo estaba completo.

Serrat ha tenido que retrasar unas semanas el inicio de esta gira en homenaje a Miguel Hernández, en la que actuará respaldado por audiovisuales de directores de cine como Isabel Coixet, Pere Portabella y Montxo Armendáriz.

Tras su operación
La gira de Serrat comenzará en Elx (Alicante) el 23 de abril



El concierto de apertura de la gira de Joan Manuel Serrat, dedicada al poeta Miguel Hernández, se celebrará el 23 de abril en el nuevo Palacio de los Deportes, ubicado junto a la Universidad Miguel Hernández de Elx, a las 21.30 horas, según informaron este miércoles a Europa Press fuentes de la comisión del Ayuntamiento ilicitano encargada de la organización de actos con motivo del centenario del poeta.

Las mismas fuentes señalaron que las entradas que se habían comprado para el concierto previsto para el 27 de marzo servirán para la nueva fecha. El inicio de la gira de Serrat se aplazó después de que el cantante fuera intervenido quirúrgicamente para extirparle un nódulo pulmonar.

Hasta la fecha, para este concierto, ya se había vendido el 90 por ciento del aforo disponible del nuevo Palacio de los Deportes, unas 2.500 entradas, que, serán validas para la nueva fecha.

Los conciertos de Serrat en el Teatro de la Maestranza se trasladan al 26 y 27 de junio.

Los conciertos que Joan Manuel Serrat tenía previsto ofrecer en el Teatro de la Maestranza de Sevilla los próximos 17 y 18 de abril se trasladarán finalmente al 26 y 27 de junio, un retraso motivado por el aplazamiento del inicio de la gira después de que el cantante fuera intervenido quirúrgicamente para extirparle un nódulo pulmonar, y tras recibir ayer el alta hospitalaria.


Los conciertos que Joan Manuel Serrat tenía previsto ofrecer en el Teatro de la Maestranza de Sevilla los próximos 17 y 18 de abril se trasladarán finalmente al 26 y 27 de junio, un retraso motivado por el aplazamiento del inicio de la gira después de que el cantante fuera intervenido quirúrgicamente para extirparle un nódulo pulmonar, y tras recibir ayer el alta hospitalaria.

Según informaron a Europa Press fuentes del Maestranza, las entradas adquiridas para las actuaciones de abril --en las que Serrat presentará su nuevo trabajo 'Hijo de la luz y de la sombra', en el que canta de nuevo a Miguel Hernández-- serán válidas para los dos conciertos que el cantante catalán ofrecerá en junio.

No obstante, aquellas personas que "no estén interesadas" pueden solicitar la devolución de sus localidades en la taquilla del Teatro desde este momento y hasta la nueva fecha, en horario de 10,00 a 14,00 y de 17,30 a 20,30 horas, de lunes a sábado. .

El Teatro sevillano ha puesto todos los medios para no suspender ninguna de las dos actuaciones de Serrat, al igual que hiciera con la actuación del guitarrista Vicente Amigo, cuyo concierto fue pospuesto del 7 de febrero al 16 de junio debido a la "tendinitis traumática" que sufría el guitarrista cordobés.

Serrat aplaza su concierto de Salamanca y actuará el 14 de mayo

La actuación del intérprete catalán está enmarcada dentro del programa "Salamanca es Música", de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura.

Joan Manuel Serrat llegará, según han informado hoy fuentes del Ayuntamiento de Salamanca, con "Hijo de la luz y de la sombra", un homenaje a Miguel Hernández con motivo del centenario de su nacimiento en 2010.

Cada una de las canciones contará además con la novedad de que irán acompañadas de un audiovisual alusivo al contenido del poema del escritor oriolano que Serrat va a interpretar.

Cambio de fechas en los conciertos de Joan Manuel Serrat


Cuando hace un par de meses os hablamos del ciclo de conciertos del Valladolid Vive La Música 2010, uno de los conciertos que más destacaban era la vuelta a la ciudad de Joan Manuel Serrat. Y cuando hace unos días nos enteramos de la operación que sufrió de un nódulo pulmonar, estábamos preocupados tanto por su salud como por si iba a poder mantener las fechas de los conciertos.

Y ahora nos enteramos a través de El día de Valladolid que las actuaciones de Valladolid (que iban a tener lugar los días 20 y 21 de abril se trasladarán a los días 14 y 15 de junio. Así que aquellos que tenían comprada su entrada para el 20 de abril, ahora podrán disfrutar del concierto del lunes 14 de junio y los que la tuvieran para el día 21 de abril, para el concierto del martes 15 de junio. Y por supuesto aquellos que quieran que se les devuelva el dinero de la entrada podrán hacerlo a partir del lunes 22 de marzo en los puntos de vente donde la adquirieron.

Las entradas siguen estando a la venta para los conciertos de Serrat en la ciudad a partir de 23€ y se pueden adquirir en la web del Teatro Calderón.

Lo importante es que sigue ahí, dispuesto a realizar la gira con todos los compromisos que conlleva.

Damablanca.

Para Serrat

MANUEL VICENT


A través de un paisaje recio del profundo Aragón, por la carretera que va de Teruel a Zaragoza, por Utrillas y Hoz de la Vieja, llegué al antiguo pueblo de Belchite, que conserva intactas todavía las ruinas de la Guerra Civil. Los espectros de las iglesias bombardeadas y las calles cegadas por los escombros han quedado como testimonio de aquel encarnizado horror. En este viaje tuve que hablar de literatura a alumnos de secundaria entre la algarabía de unas aulas de instituto llenas de adolescentes cuyas hormonas se hallaban disueltas en el aire de una primavera explosiva. Probablemente todos ignoraban la tragedia que sufrieron sus antepasados sobre aquella tierra adusta. Yo mismo, en lugar de hablarles de héroes de ficción, pude haberles contado una historia real. Belchite fue tomado por los dos bandos de la Guerra Civil, ganado y perdido tabique a tabique con la bayoneta desnuda. Poco antes de iniciarse la última batalla, unos padres mandaron a su hija, una niña llamada Ángeles, que fuera a decirles a sus tíos que estaban entrando en el pueblo los nacionales, pero cuando llegó a casa de sus tíos, los nacionales ya los habían fusilado, a ellos y a otros parientes. La niña volvió a su casa y se encontró con que sus padres también habían sido asesinados. Viéndose sola con toda su familia exterminada comenzó a correr bajo el fuego, dejó el pueblo atrás, atravesó la llanura, se perdió por los montes y no cesó de caminar junto a los bruñidos raíles del tren hasta llegar a Barcelona. Años después esta adolescente se casó con un anarquista catalán represaliado, que se llamaba Josep Serrat; la pareja vivió en el Poble Sec entre gente vencida y allí les nació un niño, que con el tiempo sería un insigne artista muy famoso. Joan Manuel Serrat acaba de crear unas canciones sobre versos de Miguel Hernández, otro ser inocente, muerto en una cárcel franquista, aplastado por el fanatismo de un tiempo atroz. Pude haberles contado a aquellos alumnos de literatura que sobre las ruinas descarnadas del viejo Belchite la primavera estaba depositando algunas flores sencillas, del mismo modo que han germinado en la voz de Serrat muchas palabras de amor desde el terror de aquella niña que huyó de la sangre y llegó al mar a través de una tierra muy dura.

Sabina y Joan Manuel Serrat se unen al cartel musical del Xacobeo
El autor de 'Mediterráneo' actuará el 2 de mayo en el Palacio de Congresos y Exposiciones ·· El andaluz estará el 9 de octubre en el Multiusos

Joaquín Sabina dará un concierto el 9 de octubre en el Sar

Los acordes de Mediterráneo o Penólope sonarán en Compostela el 2 de mayo, ya que Joan Manuel Serrat ofrecerá un concierto en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital gallega. Así lo confirmó a EL CORREO Santi Cuadrado, gerente del Multiusos del Sar y promotor del recital.

Pero además del genial autor catalán, los compostelanos podrán disfrutar el 9 de octubre de la actuación del mítico Joaquín Sabina, que presentará en el Multiusos del Sar su nuevo trabajo, según adelantó Santi Cuadrado, que también es el promotor de este recital.

Las entradas para estos dos conciertos se pondrán a la venta el jueves en www.caixagalicia.es y en el 902 43 44 43. Las dos actuaciones, que forman parte de la programación oficial del Xacobeo, están patrocinadas por la Fundación Caixa Galicia y el Xacobeo.

Con los recitales de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina se completa e incrementa la oferta cultural para este Año Santo en Compostela, que algunos han criticado, al considerar que Santiago quedaba relegada, en lo que a actuaciones musicales se refiere, con respecto a otras ciudades gallegas.

El concierto de Joan Manuel Serrat servirá para presentar su nuevo disco, Hijo de la luz y de la sombra, basado en los poemas de Miguel Hernández. Por su parte, Sabina hará lo mismo con su nuevo trabajo, Días de vinagre y rosas.

Por otro lado, los dos cantautores también podrán saldar una deuda pendiente con el público compostelano, cuando en las Fiestas del Apóstol de 2007 se vieron obligados a suspender un concierto conjunto, como consecuencia de la lluvia, lo que generó un gran malestar entre los asistentes al recital.

Joan Manuel Serrat: Redescubriendo de nuevo la poesía de Miguel Hernández

Texto de JAVIER DE CASTRO

“Lo primero que salta a la vista es que Serrat no ha tratado en absoluto de hacer un disco sonoramente calcado al anterior, sino que ha optado por ofrecer algo más alternativo, diferente y variado teniendo en cuenta, además, que ha partido de una materia prima –más poemas de Miguel Hernández– quizás no tan conocida como la que le inspiró en los setenta”

Serrat ha tenido el valor de dedicar un nuevo disco a poemas de Miguel Hernández. Valor porque las comparaciones con aquella joya primera de 1972 iban a ser inevitables. Sin embargo, como nos cuenta Javier de Castro en este detallado análisis, el veterano cantautor sale bien librado de la experienci


Me producía cierto temor enfrentarme al nuevo disco de Joan Manuel Serrat, por aquello de que nunca segundas partes fueron buenas y recordando con emoción aquel primer acercamiento a Miguel Hernández que tanto me gustó cuando lo descubrí en casa de mis progenitores siendo aún púber adolescente sin conocimientos. Unas audiciones, sin embargo, que me hicieron reflexionar y de qué manera, vaya que sí: recuerdo que tras las primeras escuchas mi padre me preguntaba cosas sobre aquellas canciones y otras, como si de un examen cualquiera se tratara y que me costaron más de un apuro, por la, en ocasiones, cierta complejidad del lenguaje. La verdad es que antes de adentrarme con igual cuota de respeto que curiosidad en este “Hijo de la luz y de la sombra” (SONY), he querido revisar, tras demasiado tiempo sin hacerlo –lo confieso– aquel Miguel Hernández de hace casi cuarenta años y comprobar qué tal habían envejecido aquellas canciones a juicio de mi oreja del siglo XXI, seguro más experta pero también más exigente. Sin embargo, ha sido emocionante retomar de nuevo aquellos poemas como ‘El Niño Yuntero’, ‘Para la libertad’, ‘Menos tu vientre’, ‘La boca’, ‘Llegó con tres heridas’, etcétera, espléndidamente musicados todos por Serrat –excepto ‘Nanas de la cebolla’, tomado de Alberto Cortez– y arreglados con primor con la ayuda y la maestría del gigante Francesc Burrull, que bordó su tarea. Espectacular, sin duda y qué difícil de repetir, intuyo…

Aconsejo a todo el que quiera, pues, idéntica experiencia antes de escuchar este último disco para ponerse en situación. Les ocurrirá, quizás, lo mismo que me ha ocurrido a mí. Esto es, comprobar que la admiración de tanta gente por aquel Serrat, rabiosamente joven y brutalmente talentoso, no sólo ha logrado mantenerse viva durante tantísimos años de trayectoria –y pese a los indudables altibajos creativos acaecidos, sobre todo, en ciertos momentos entre mediados de los ochenta y la actualidad, con excepción absoluta del “Mô”, que me pareció de nuevo espléndido– sino que ha seguido aumentando por culpa del poso de esos primeros veintes discos de larga duración editados entre 1967 y 1985, apabullantes en lo artístico y sin apenas desperdicio, que siguen sonando a gloria bendita y absolutamente frescos, por haber envejecido tan bien.

Alguien pensará… bueno, después del peloteo para preparar al lector proclamando bonazas demasiado obvias del artista español “intocable” por antonomasia –pensarán la mayoría– ahora viene el revolcón y chorreo consiguiente del crítico de turno. ¿Quizás porque esta novedosa entrega basada en la obra del malogrado poeta no está a altura de su predecesora y que, simple y llanamente, se ha parido para aprovechar la coyuntura favorable que suponen las múltiples actividades planteadas en el marco de la celebración del centenario del nacimiento del Miguel Hernández? Es verdad –ya lo he apuntado antes– que volver a alcanzar el nivel soberbio a todos los niveles de aquel vinilo de 1972 era empresa tamaña y que a mucha gente nos ha sorprendido el riesgo al que el propio Serrat se autosometía, embarcándose en tal intento. Más teniendo en cuenta, ese espíritu calculador –no es peyorativo– atribuido al cantautor catalán a quien a estas alturas de su carrera le convienen cuantos menos riesgos mejor, pudiéndose mantener en un cómodo estatus popular en el que a poca gente se le ocurre cuestionar su peso y logros musicales.

Valorando en su justa medida tal valentía, aunque tratando de abstraerme de todas mis prevenciones –¿lógicas?– y superar esa siempre peligrosa y difícil primera escucha que uno suele hacer a tientas (que cuando un disco no ha entrado a la primera o a la segunda, suele jugarnos la mala pasada de provocar una crítica facilona y caprichosamente injusta que con el tiempo y análisis más reposado, a uno le puede hacer sonrojar) y el consiguiente maratón de audiciones sucesivas para analizar con la mayor objetividad autoimpuesta, una a una, estas trece nuevas adaptaciones con todos sus matices, texturas y recovecos varios, debo confesar que en conjunto este último disco de Serrat, pese a no igualar –como yo me temía– a su hermano mayor, sí que ha superado mis expectativas más optimistas.

Lo primero que salta a la vista –a la oreja, mejor dicho– es que su autor no ha tratado en absoluto de hacer un disco sonoramente calcado al anterior, sino que ha optado por ofrecer algo más alternativo, diferente y variado teniendo en cuenta, además, que ha partido de una materia prima –más poemas de Miguel Hernández– quizás no tan conocida como la que le inspiró en los setenta. Al margen del gran número de músicos, todos excelentes, utilizados para lograr tal eclecticismo sónico que nos haga “olvidar” durante la escucha lo suficiente aquellas grabaciones antiguas, debo empezar diciendo que a mi juicio no todas las nuevas composiciones están a una altura parecida de brillantez, aunque sería injusto no resaltar que si las de cal superan a las de arena, como así efectivamente ocurre, el nivel medio alcanzado por Serrat en cuanto a estas recientes musicaciones debe ser calificado en conjunto de notable.

Para acentuar esa reorientación sonora, el arreglista escogido ha sido Joan Albert Amargós, un grandísimo de nuestra música y con un currículum profesional –como ocurriera en el caso de Burrull– sin margen alguno a la duda en cuanto a calidad, que ha sido el encargado, además, de añadir teclados electrónicos como complemento al piano de un Ricardo Miralles, imprescindible junto a Serrat como en tantos momentos de su trayectoria. Otro aditamento empleado, casi inédito en las grabaciones de Joan Manuel, ha sido la utilización de un coro que llama la atención por su amplitud, formado por gente insospechadamente complementaria como las “jazzeras” Carme Canela y Laura Simó, Jofre Bardagí (hijo del añorado Cap Gros y sin embargo magnífico artista), Marc Ros (sí, sí, el solista de los Sidonie, que ha tenido la oportunidad de cantar –como él mismo ha reconocido– junto a uno de sus héroes de toda la vida) o el músico teatral Óscar Larios, cuyo resultado práctico ha sido, en mi opinión, más adecuado en unas oportunidades que en otras, aunque este aspecto, cuando menos sorprendente e inesperado, debería ser analizado sólo desde la percepción degustativa de cada uno y valorado en su justa medida teniendo en cuenta el indudable arrojo demostrado con su utilización. Para la instrumentación se ha echado mano a una base musical compuesta por los ya citados Miralles y Amargós, junto al guitarrista David Palau, el bajista Víctor Merlo, la batería de David Simó y las percusiones de Luis Dulzaides, y que ha recibido la réplica, según en qué temas, de otros especialistas varios en instrumentos de metal, de cuerda, armónica, etc.

LAS CANCIONES

Entrando ya al destripe de esta nueva colección, decir que lo primero que suena, ‘Uno de aquellos’ que abre la entrega con fuerza suficiente para enganchar y ‘Del Ay al Ay Por el Ay’ que viene a continuación y cuyo estribillo se nos antoja uno de los más difíciles de encajar con acierto en la música nueva, cumplen con creces su necesario cometido de arrancar con ímpetu suficiente el disco, a fin de que quien haya iniciado la escucha desee continuar manteniendo vivo su interés. En lo que constituiría el nudo gordiano de la colección, destacan a continuación dos canciones de eminente colorido musical levantino que han sido colocadas para ser escuchadas de forma consecutiva quizás para acentuar con más énfasis ese mensaje sonoro regional. La primera se titula ‘Canción del esposo soldado’ y es claramente autobiográfica pues describe la separación, a causa de la guerra, del malogrado poeta y de su esposa ¿embarazada? Empieza a ritmo de marcha de moros y cristianos para, por un lado, describir el enfrentamiento de las dos Españas y, por otro, para rebajar el peso dramático de la letra en la que se entremezcla la pesadumbrez que viven ambos protagonistas a causa de la distancia, con un único consuelo y fuerza para continuar que les da a ambos su hijo. La segunda, mucho más optimista, es un homenaje a la tierra del poeta; se titula ‘La palmera levantina’ y se nos antoja deliciosa al haberse construido a ritmo de bossa nova para que el oyente asocie al contenido temático descriptivo la placidez mediterránea que dan el clima y el mar.

Aunque no aparecen por este orden, ‘Tus cartas son un vino’ y ‘El mundo de los demás’ son de todo el álbum las que podríamos calificar con más propiedad de auténticamente serratianas, puesto que aúnan perfectamente esas características sonoras que durante años han ilustrado esos medios tiempos melódicos tan característicos del cantante y compositor barcelonés. En lo temático, esas letras recuerdan tanto a su propia poética que en algunos momentos, incluso, nos harían dudar de su autoría si no supiésemos que se trata de textos ajenos.

‘Dale que dale’, la tonada elegida para ser promocionada como single de lanzamiento, obviamente, entra en la cabeza al instante por su incuestionable atractivo sonoro. Nos recuerda instrumentalmente y en cuanto a los arreglos, en este caso sí, como también ocurre con la que comentaremos inmediatamente a continuación, a algunas de las canciones que grabara Serrat a caballo entre los sesenta y los setenta, en la etapa de búsqueda de nuevas sonoridades desde Miralles a Juan Carlos Calderón, pasando brevemente junto a Augusto Algueró, tanto a la época de ‘Mediterráneo’ que sólo gracias al efectivo coro de voces varias que contrapuntea a la parte solista del cantante y a la intervención espléndida de Miguel Poveda, se marca cierta distancia sonora respecto a aquel material primigenio. En el caso del cantaor badalonés cuyo papel se concreta en apenas unas breves aunque certeras y luminosas pinceladas que –debemos reconocerlo– nos han gustado mucho aunque se nos antojan escasas e insuficientes para la grandeza y posibilidades del cantaor y aún reconociendo –qué contradicción– que quizás mayor presencia suya quién sabe si efectivamente hubiesen ayudado a ensanchar en positivo la grandeza de la canción.

‘Cerca del agua’ es una auténtica preciosidad, quizás la preferida de quien esto escribe por su letra y música tan bonitas y cuyo arreglo, pese a su aparente sencillez y a una logradísima efectividad sonora, no le va a la zaga en calidad a ninguna de las que –uno presume– serán escogidas por la mayoría como las mejores del álbum. En una línea parecida a la anterior, ésta también nos recuerda bastante en lo sonoro a ‘Mediterráneo’ su pieza clásica que mucha gente considera como la mejor de la historia de la música moderna española y por ende también la más considerada entre el amplio repertorio del “Noi” del Poble Sec.

En un más que notable cambio de tercio, me encanta el rompedor contraste entre música y letra de ‘Si me matan, bueno’ por su texto duro aunque tratado con una festividad musical y cierto aire divertido sorprendentes y su atrayente musicación afianzada por un fondo donde destacan las cuerdas y, de nuevo, el coro multivocal que la acompaña como en varias piezas más del trabajo. Una de las variaciones de registro más señaladas se percibe en el ritmo de tango que viste a ‘El hambre’ y que logra, sin duda, dar el dramatismo suplementario que una letra dura y desgarradora como ésta requiere y que nos recuerda en cierto modo a su ‘Pare’ ecologista de mediados de los setenta por su parecida profundidad. La instrumentación es así mismo muy elegante y el bandoneón que pudiera haber sido, al menos aparece sustituido, no sin meritorio acierto –es justo reconocerlo–, por los teclados de Joan Albert Amargós quien, además de en este corte, se pasea por todo el disco con igual efectividad y riqueza de recursos sónicos.

La pareja formada por ‘Sólo quien ama vuela’ y ‘Las abarcas desiertas’, serían los cortes que nos faltaban para completar las doce más una composiciones que forman el disco. Ninguna de las dos destaca por ningún aditamento nuevo frente al resto ya comentado; bien al contrario, dado que quizás lo que se ha buscado con más ganas en ambas ha sido recalcar más si cabe la voz solista, presidiéndolo todo, y un manto instrumental tejido con la base instrumental más básica junto a, apenas, unos simples detalles de cuerda en aras de no enturbiar el mensaje textual y presentar la letra lo más desnuda y libre posible.

Para acabar habría que destacar ‘Hijo de la luz y de la sombra’ –en este caso, el tema que ha otorgado título al álbum y precisamente el que lo cierra– donde se ha buscado realzar, como en el inicio, el efectismo sonoro que la pieza encierra sin duda. De nuevo todo el personal instrumental a pleno rendimiento interpretativo; el coro vocal con la adición del propio Amargós y de Josep Mas “Kitflus” –otro pionero de la época de la onda layetana y a su vez enorme creador, también– para arropar a Serrat en el canto del cisne del álbum; otra letra de Hernández plena de hermosura para una de las melodías sobresalientes de este nuevo Serrat y la pieza que, seguramente, debería abrir los conciertos de su próxima gira promocional para enganchar al público de buen principio.

Se nos antoja fascinante la experiencia que puede resultar de aunar en una única actuación dedicada a la memoria de Miguel Hernández todas estas canciones de cuño reciente en yuxtaposición con las clásicas de hace más de treinta años. Las viejas y conocidas y las nuevas por conocer, todas juntas y de una sola tacada… quizás una experiencia única, dejando al margen por primera vez desde siempre su repertorio de grandes éxitos más que conocido. Un Serrat, con menos voz y fuerza, sin duda, pero visto y oído desde una nueva perspectiva artística; y quién sabe si, a estas alturas de su rica y larguísima trayectoria, enfrentándose a un último gran reto personal por cumplir. En cuanto a su relación estrictamente discográfica con el poeta, objetivo cumplido. Así lo creemos y así lo hemos contado.

CODA

Valor añadido, es el DVD que completa el pack, titulado “Miradas en busca de un poeta”. Una especie de collage audiovisual construido a base imágenes rodadas por diferentes amigos del cantante y comentadas por el propio Serrat, a modo de “making off”, e inspiradas por las canciones de este reciente “Hijo de la Luz y de la Sombra” pero también algunas de las que formaron parte del clásico “Miguel Hernández” de hace tantos años. Un videoclip de algo más de treinta minutos donde realizadores cinematográficos de diferente pelaje expresivo como José Luis Garci, Imanol Uribe, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime Chavarri, Manuel Gómez Pereira, José Luis Cuerda (con fotografías de Juan José Gómez Molina), Bigas Lunas, Manuel Huerga, Sergio Cabrera, Motxo Armendáriz, Ana Marquesán, Pere Portabella, Pedro Olea, Agustín Sánchez Vidal, David Trueba (con pinturas de Joaquín Risueño), Isabel Coixet, Rogelio Caballero o Santiago Garrido han interpretado con imágenes, cada uno a su particular manera, una u otra de las canciones escogidas. Con el mismo fin, aunque con técnica diferente, el pintor y artista multidisciplinar Javier Mariscal ha optado, en su caso, por un montaje de animación a base de dibujos propios.

Un interesante complemento al disco, sin duda.

Serrat mantiene sus citas de Almería, Granada y Córdoba y pospone sus conciertos en Sevilla de abril a junio

Las entradas para el concierto de Córdoba se podrán comprar desde mañana lunes 22, mientras que las de Granada no están aún a la venta

SEVILLA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

El cantante Joan Manuel Serrat, quien ha tenido que aplazar el inicio de la gira de presentación de su nuevo trabajo, 'Hijo de la luz y de la sombra', tras ser intervenido quirúrgicamente para extirparle un nódulo pulmonar, operación de la que recibió el alta el pasado martes, mantendrá sus cita en Roquetas de Mar (Almería), en abril, y en Granada y Córdoba en julio, mientras que ha pospuesto sus dos citas en Sevilla de abril a junio.

Así, y según informaron a Europa Press fuentes del Auditorio de Roquetas de Mar, se mantiene el concierto que el cantante tenía programado para el 24 de abril en dicho espacio, y del cual ya se han puesto a la venta las entradas, que según estas mismas fuentes va a "buen" ritmo por la "buena" aceptación que entre el público tiene el artista catalán.

Asimismo, Serrat mantendrá la fecha prevista para el concierto de Granada el próximo 14 de julio. La actuación se desarrollará en los Jardines del Generalife, en el marco de Festival Música y Danza, y según informaron fuentes del Ayuntamiento granadino aún "se desconoce" el día en que saldrán a la venta las localidades para esta audición.

Por su parte, el concierto del cantautor catalán en el Teatro Axarquia de Córdoba mantiene su fecha y se celebrará, tal y como estaba programado, el próximo 16 de julio. El Teatro cordobés informó además a Europa Press de que las entradas para poder disfrutar del mismo salen a la venta mañana lunes 22 de marzo.

Por último, como ya informó el Teatro de la Maestranza, los conciertos que el cantante catalán tenía previsto los próximos 17 y 18 de abril en el coliseo sevillano se han trasladado finalmente al 26 y 27 de junio. Las entradas adquiridas para las actuaciones de abril serán válidas para los dos conciertos de junio.

No obstante, aquellas personas que "no estén interesadas" pueden solicitar la devolución de sus localidades en la taquilla del Maestranza desde este momento y hasta la nueva fecha, en horario de 10,00 a 14,00 y de 17,30 a 20,30 horas, de lunes a sábado. Además, desde el Teatro informaron de que aún quedan localidades para asistir a este evento.

Joan Manuel Serrat iniciará su gira de conciertos para presentar las canciones de su nuevo disco 'Hijo de la luz y de la sombra', dedicado al poeta Miguel Hernández el próximo 23 de abril en Elx(Alicante).
Foto de la Noticia

Ety, me conmovió tanto el artículo de Manuel Vicent, imagino a Serrat leyéndolo y reviviendo la historia de su familia.
Un abrazo,
Rosario

A mí también me conmovió.

Un abrazo,

Damablanca.

Joan Manuel Serrat presentará el 1 de mayo en el Coliseo su disco sobre Miguel Hernández

El próximo 1 de mayo el cantautor catalán Joan Manuel Serrat ofrecerá un recital en el Coliseo. Este concierto se enmarca dentro de la gira de presentación del disco Hijo de la luz y de la sombra, en el que Serrat rinde tributo al poeta Miguel Hernández, de quien musica 13 poemas diferentes.

En el disco, además, ha colaborado Joan Albert Amargós y Miguel Poveda. En directo cada una de estas canciones irá acompañada de un audiovisual alusivo al contenido del poema del escritor oriolano que Serrat va a interpretar.

Entradas ya a la venta

Las entradas para esta actuación ya están a la venta en el 902?504?500. Existen de diferentes tipos. La platea numerada de las filas 1 a la 10: 40 euros. La platea numerada de la 11 en adelante: 36 euros. El tendido sin numerar cuesta 30 euros. A todos estos precios hay que sumar los gastos de distribución.

Joan Manuel Serrat: Redescubriendo la Música de Miguel Hernandez

(Tomado del blog de Verena Sánchez-Doring)

Texto de JAVIER DE CASTRO


“Lo primero que salta a la vista es que Serrat no ha tratado en absoluto de hacer un disco sonoramente calcado al anterior, sino que ha optado por ofrecer algo más alternativo, diferente y variado teniendo en cuenta, además, que ha partido de una materia prima –más poemas de Miguel Hernández– quizás no tan conocida como la que le inspiró en los setenta”

Serrat ha tenido el valor de dedicar un nuevo disco a poemas de Miguel Hernández. Valor porque las comparaciones con aquella joya primera de 1972 iban a ser inevitables. Sin embargo, como nos cuenta Javier de Castro en este detallado análisis, el veterano cantautor sale bien librado de la experiencia.


Me producía cierto temor enfrentarme al nuevo disco de Joan Manuel Serrat, por aquello de que nunca segundas partes fueron buenas y recordando con emoción aquel primer acercamiento a Miguel Hernández que tanto me gustó cuando lo descubrí en casa de mis progenitores siendo aún púber adolescente sin conocimientos. Unas audiciones, sin embargo, que me hicieron reflexionar y de qué manera, vaya que sí: recuerdo que tras las primeras escuchas mi padre me preguntaba cosas sobre aquellas canciones y otras, como si de un examen cualquiera se tratara y que me costaron más de un apuro, por la, en ocasiones, cierta complejidad del lenguaje. La verdad es que antes de adentrarme con igual cuota de respeto que curiosidad en este “Hijo de la luz y de la sombra” (SONY), he querido revisar, tras demasiado tiempo sin hacerlo –lo confieso– aquel Miguel Hernández de hace casi cuarenta años y comprobar qué tal habían envejecido aquellas canciones a juicio de mi oreja del siglo XXI, seguro más experta pero también más exigente. Sin embargo, ha sido emocionante retomar de nuevo aquellos poemas como ‘El Niño Yuntero’, ‘Para la libertad’, ‘Menos tu vientre’, ‘La boca’, ‘Llegó con tres heridas’, etcétera, espléndidamente musicados todos por Serrat –excepto ‘Nanas de la cebolla’, tomado de Alberto Cortez– y arreglados con primor con la ayuda y la maestría del gigante Francesc Burrull, que bordó su tarea. Espectacular, sin duda y qué difícil de repetir, intuyo…

Aconsejo a todo el que quiera, pues, idéntica experiencia antes de escuchar este último disco para ponerse en situación. Les ocurrirá, quizás, lo mismo que me ha ocurrido a mí. Esto es, comprobar que la admiración de tanta gente por aquel Serrat, rabiosamente joven y brutalmente talentoso, no sólo ha logrado mantenerse viva durante tantísimos años de trayectoria –y pese a los indudables altibajos creativos acaecidos, sobre todo, en ciertos momentos entre mediados de los ochenta y la actualidad, con excepción absoluta del “Mô”, que me pareció de nuevo espléndido– sino que ha seguido aumentando por culpa del poso de esos primeros veintes discos de larga duración editados entre 1967 y 1985, apabullantes en lo artístico y sin apenas desperdicio, que siguen sonando a gloria bendita y absolutamente frescos, por haber envejecido tan bien.

Alguien pensará… bueno, después del peloteo para preparar al lector proclamando bonazas demasiado obvias del artista español “intocable” por antonomasia –pensarán la mayoría– ahora viene el revolcón y chorreo consiguiente del crítico de turno. ¿Quizás porque esta novedosa entrega basada en la obra del malogrado poeta no está a altura de su predecesora y que, simple y llanamente, se ha parido para aprovechar la coyuntura favorable que suponen las múltiples actividades planteadas en el marco de la celebración del centenario del nacimiento del Miguel Hernández? Es verdad –ya lo he apuntado antes– que volver a alcanzar el nivel soberbio a todos los niveles de aquel vinilo de 1972 era empresa tamaña y que a mucha gente nos ha sorprendido el riesgo al que el propio Serrat se autosometía, embarcándose en tal intento. Más teniendo en cuenta, ese espíritu calculador –no es peyorativo– atribuido al cantautor catalán a quien a estas alturas de su carrera le convienen cuantos menos riesgos mejor, pudiéndose mantener en un cómodo estatus popular en el que a poca gente se le ocurre cuestionar su peso y logros musicales

Valorando en su justa medida tal valentía, aunque tratando de abstraerme de todas mis prevenciones –¿lógicas?– y superar esa siempre peligrosa y difícil primera escucha que uno suele hacer a tientas (que cuando un disco no ha entrado a la primera o a la segunda, suele jugarnos la mala pasada de provocar una crítica facilona y caprichosamente injusta que con el tiempo y análisis más reposado, a uno le puede hacer sonrojar) y el consiguiente maratón de audiciones sucesivas para analizar con la mayor objetividad autoimpuesta, una a una, estas trece nuevas adaptaciones con todos sus matices, texturas y recovecos varios, debo confesar que en conjunto este último disco de Serrat, pese a no igualar –como yo me temía– a su hermano mayor, sí que ha superado mis expectativas más optimistas.

Lo primero que salta a la vista –a la oreja, mejor dicho– es que su autor no ha tratado en absoluto de hacer un disco sonoramente calcado al anterior, sino que ha optado por ofrecer algo más alternativo, diferente y variado teniendo en cuenta, además, que ha partido de una materia prima –más poemas de Miguel Hernández– quizás no tan conocida como la que le inspiró en los setenta. Al margen del gran número de músicos, todos excelentes, utilizados para lograr tal eclecticismo sónico que nos haga “olvidar” durante la escucha lo suficiente aquellas grabaciones antiguas, debo empezar diciendo que a mi juicio no todas las nuevas composiciones están a una altura parecida de brillantez, aunque sería injusto no resaltar que si las de cal superan a las de arena, como así efectivamente ocurre, el nivel medio alcanzado por Serrat en cuanto a estas recientes musicaciones debe ser calificado en conjunto de notable.

Para acentuar esa reorientación sonora, el arreglista escogido ha sido Joan Albert Amargós, un grandísimo de nuestra música y con un currículum profesional –como ocurriera en el caso de Burrull– sin margen alguno a la duda en cuanto a calidad, que ha sido el encargado, además, de añadir teclados electrónicos como complemento al piano de un Ricardo Miralles, imprescindible junto a Serrat como en tantos momentos de su trayectoria. Otro aditamento empleado, casi inédito en las grabaciones de Joan Manuel, ha sido la utilización de un coro que llama la atención por su amplitud, formado por gente insospechadamente complementaria como las “jazzeras” Carme Canela y Laura Simó, Jofre Bardagí (hijo del añorado Cap Gros y sin embargo magnífico artista), Marc Ros (sí, sí, el solista de los Sidonie, que ha tenido la oportunidad de cantar –como él mismo ha reconocido– junto a uno de sus héroes de toda la vida) o el músico teatral Óscar Larios, cuyo resultado práctico ha sido, en mi opinión, más adecuado en unas oportunidades que en otras, aunque este aspecto, cuando menos sorprendente e inesperado, debería ser analizado sólo desde la percepción degustativa de cada uno y valorado en su justa medida teniendo en cuenta el indudable arrojo demostrado con su utilización. Para la instrumentación se ha echado mano a una base musical compuesta por los ya citados Miralles y Amargós, junto al guitarrista David Palau, el bajista Víctor Merlo, la batería de David Simó y las percusiones de Luis Dulzaides, y que ha recibido la réplica, según en qué temas, de otros especialistas varios en instrumentos de metal, de cuerda, armónica, etc.

LAS CANCIONES

Entrando ya al destripe de esta nueva colección, decir que lo primero que suena, ‘Uno de aquellos’ que abre la entrega con fuerza suficiente para enganchar y ‘Del Ay al Ay Por el Ay’ que viene a continuación y cuyo estribillo se nos antoja uno de los más difíciles de encajar con acierto en la música nueva, cumplen con creces su necesario cometido de arrancar con ímpetu suficiente el disco, a fin de que quien haya iniciado la escucha desee continuar manteniendo vivo su interés. En lo que constituiría el nudo gordiano de la colección, destacan a continuación dos canciones de eminente colorido musical levantino que han sido colocadas para ser escuchadas de forma consecutiva quizás para acentuar con más énfasis ese mensaje sonoro regional. La primera se titula ‘Canción del esposo soldado’ y es claramente autobiográfica pues describe la separación, a causa de la guerra, del malogrado poeta y de su esposa ¿embarazada? Empieza a ritmo de marcha de moros y cristianos para, por un lado, describir el enfrentamiento de las dos Españas y, por otro, para rebajar el peso dramático de la letra en la que se entremezcla la pesadumbrez que viven ambos protagonistas a causa de la distancia, con un único consuelo y fuerza para continuar que les da a ambos su hijo. La segunda, mucho más optimista, es un homenaje a la tierra del poeta; se titula ‘La palmera levantina’ y se nos antoja deliciosa al haberse construido a ritmo de bossa nova para que el oyente asocie al contenido temático descriptivo la placidez mediterránea que dan el clima y el mar.

Aunque no aparecen por este orden, ‘Tus cartas son un vino’ y ‘El mundo de los demás’ son de todo el álbum las que podríamos calificar con más propiedad de auténticamente serratianas, puesto que aúnan perfectamente esas características sonoras que durante años han ilustrado esos medios tiempos melódicos tan característicos del cantante y compositor barcelonés. En lo temático, esas letras recuerdan tanto a su propia poética que en algunos momentos, incluso, nos harían dudar de su autoría si no supiésemos que se trata de textos ajenos.

‘Dale que dale’, la tonada elegida para ser promocionada como single de lanzamiento, obviamente, entra en la cabeza al instante por su incuestionable atractivo sonoro. Nos recuerda instrumentalmente y en cuanto a los arreglos, en este caso sí, como también ocurre con la que comentaremos inmediatamente a continuación, a algunas de las canciones que grabara Serrat a caballo entre los sesenta y los setenta, en la etapa de búsqueda de nuevas sonoridades desde Miralles a Juan Carlos Calderón, pasando brevemente junto a Augusto Algueró, tanto a la época de ‘Mediterráneo’ que sólo gracias al efectivo coro de voces varias que contrapuntea a la parte solista del cantante y a la intervención espléndida de Miguel Poveda, se marca cierta distancia sonora respecto a aquel material primigenio. En el caso del cantaor badalonés cuyo papel se concreta en apenas unas breves aunque certeras y luminosas pinceladas que –debemos reconocerlo– nos han gustado mucho aunque se nos antojan escasas e insuficientes para la grandeza y posibilidades del cantaor y aún reconociendo –qué contradicción– que quizás mayor presencia suya quién sabe si efectivamente hubiesen ayudado a ensanchar en positivo la grandeza de la canción.

‘Cerca del agua’ es una auténtica preciosidad, quizás la preferida de quien esto escribe por su letra y música tan bonitas y cuyo arreglo, pese a su aparente sencillez y a una logradísima efectividad sonora, no le va a la zaga en calidad a ninguna de las que –uno presume– serán escogidas por la mayoría como las mejores del álbum. En una línea parecida a la anterior, ésta también nos recuerda bastante en lo sonoro a ‘Mediterráneo’ su pieza clásica que mucha gente considera como la mejor de la historia de la música moderna española y por ende también la más considerada entre el amplio repertorio del “Noi” del Poble Sec.

En un más que notable cambio de tercio, me encanta el rompedor contraste entre música y letra de ‘Si me matan, bueno’ por su texto duro aunque tratado con una festividad musical y cierto aire divertido sorprendentes y su atrayente musicación afianzada por un fondo donde destacan las cuerdas y, de nuevo, el coro multivocal que la acompaña como en varias piezas más del trabajo. Una de las variaciones de registro más señaladas se percibe en el ritmo de tango que viste a ‘El hambre’ y que logra, sin duda, dar el dramatismo suplementario que una letra dura y desgarradora como ésta requiere y que nos recuerda en cierto modo a su ‘Pare’ ecologista de mediados de los setenta por su parecida profundidad. La instrumentación es así mismo muy elegante y el bandoneón que pudiera haber sido, al menos aparece sustituido, no sin meritorio acierto –es justo reconocerlo–, por los teclados de Joan Albert Amargós quien, además de en este corte, se pasea por todo el disco con igual efectividad y riqueza de recursos sónicos.

La pareja formada por ‘Sólo quien ama vuela’ y ‘Las abarcas desiertas’, serían los cortes que nos faltaban para completar las doce más una composiciones que forman el disco. Ninguna de las dos destaca por ningún aditamento nuevo frente al resto ya comentado; bien al contrario, dado que quizás lo que se ha buscado con más ganas en ambas ha sido recalcar más si cabe la voz solista, presidiéndolo todo, y un manto instrumental tejido con la base instrumental más básica junto a, apenas, unos simples detalles de cuerda en aras de no enturbiar el mensaje textual y presentar la letra lo más desnuda y libre posible.

Para acabar habría que destacar ‘Hijo de la luz y de la sombra’ –en este caso, el tema que ha otorgado título al álbum y precisamente el que lo cierra– donde se ha buscado realzar, como en el inicio, el efectismo sonoro que la pieza encierra sin duda. De nuevo todo el personal instrumental a pleno rendimiento interpretativo; el coro vocal con la adición del propio Amargós y de Josep Mas “Kitflus” –otro pionero de la época de la onda layetana y a su vez enorme creador, también– para arropar a Serrat en el canto del cisne del álbum; otra letra de Hernández plena de hermosura para una de las melodías sobresalientes de este nuevo Serrat y la pieza que, seguramente, debería abrir los conciertos de su próxima gira promocional para enganchar al público de buen principio.

Se nos antoja fascinante la experiencia que puede resultar de aunar en una única actuación dedicada a la memoria de Miguel Hernández todas estas canciones de cuño reciente en yuxtaposición con las clásicas de hace más de treinta años. Las viejas y conocidas y las nuevas por conocer, todas juntas y de una sola tacada… quizás una experiencia única, dejando al margen por primera vez desde siempre su repertorio de grandes éxitos más que conocido. Un Serrat, con menos voz y fuerza, sin duda, pero visto y oído desde una nueva perspectiva artística; y quién sabe si, a estas alturas de su rica y larguísima trayectoria, enfrentándose a un último gran reto personal por cumplir. En cuanto a su relación estrictamente discográfica con el poeta, objetivo cumplido. Así lo creemos y así lo hemos contado.

CODA

Valor añadido, es el DVD que completa el pack, titulado “Miradas en busca de un poeta”. Una especie de collage audiovisual construido a base imágenes rodadas por diferentes amigos del cantante y comentadas por el propio Serrat, a modo de “making off”, e inspiradas por las canciones de este reciente “Hijo de la Luz y de la Sombra” pero también algunas de las que formaron parte del clásico “Miguel Hernández” de hace tantos años. Un videoclip de algo más de treinta minutos donde realizadores cinematográficos de diferente pelaje expresivo como José Luis Garci, Imanol Uribe, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime Chavarri, Manuel Gómez Pereira, José Luis Cuerda (con fotografías de Juan José Gómez Molina), Bigas Lunas, Manuel Huerga, Sergio Cabrera, Motxo Armendáriz, Ana Marquesán, Pere Portabella, Pedro Olea, Agustín Sánchez Vidal, David Trueba (con pinturas de Joaquín Risueño), Isabel Coixet, Rogelio Caballero o Santiago Garrido han interpretado con imágenes, cada uno a su particular manera, una u otra de las canciones escogidas. Con el mismo fin, aunque con técnica diferente, el pintor y artista multidisciplinar Javier Mariscal ha optado, en su caso, por un montaje de animación a base de dibujos propios.

Un interesante complemento al disco, sin duda.

Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.


Miguel Hernández, mi comunidta preferido

Me encanta Salvador Dalí como pintor pero también como creador de ocurrencias. Él se alinea con Oscar Wilde, Groucho Marx, Woody Allen, los grandes anglosajones. Surrealista y genial, en este mundo racional Dalí bien podría pasar por loco, aunque, como él mismo se encargó de puntualizar, “la única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco.” También dijo otra cosa que me llega al alma, a propósito de Pablo Picasso, y es:
“Picasso es un genio, yo también. Picasso es comunista, yo tampoco.”

Entre bromas y veras, desenmascara aquí Dalí la sospechosa figura del “artista comprometido.” Ese cuyo arte está al servicio de una causa, sea el bien de la Humanidad o una dictadura totalitaria, ya sabéis. No ha tres semanas que una lumbrera del teatro andaluz como Salvador Távora me espetaba que “según Lenin, el artista debe hablar solo de aquello que conoce en su vida, y ponerlo al servicio de la sociedad en que vive. Si no, el artista es un fraude.” Bueno, bueno, bueno, amigos: torres (de marfil) más altas han caído…


Todo esto está muy bien, y ha dado origen a maravillosas manifestaciones artísticas, desde la pintura de Diego Rivera a la canción protesta. Pero también a castañas impresionantes. Y yo en este tema, qué queréis que os diga, soy más del enfoque opuesto: “el Arte por el Arte.” Después de todo –y sigo en esto al egregio Ismael Serrano- “¡qué lejos queda Jean-Paul Sartre!” Pese a lo cual, como soy el espíritu de la contradicción, no puedo mentiros y os confieso: siento debilidad por los escritores comunistas.

No es una cosa a priori, que lo vea comunista y entonces me guste, no. Es al revés. Constato con una mezcla de sorpresa y sonrisa que me pirran las poesías de los comunistas, vaya. Sirvan de ejemplo algunos de mis favoritos, Rafael Alberti, Pablo Neruda y este que os traigo hoy, el malogrado Miguel Hernández. ¿Sabéis? Mañana cumplo 32 años y me da un escalofrío cuando pienso que Hernández murió en la cárcel tísico, con solo 31, y dejando una obra de tanto peso.


Se me viene a las mientes Miguel Hernández porque me han regalado ese disco superventas y Nº1 de Joan Manuel Serrat intitulado Hijo de la luz y de la sombra (2010), musicando poemas del vate cabrero. Todos estos comunistas (y poetas politizados en general) caen fácilmente en la falacia, en la demagogia: deliciosa la “Oda a la crítica” de Neruda, enternecedor Antonio Machado diciéndole a Líster que le cambiaba la pistola por la pluma, Alberti galopando “hasta enterrarlos en el mar”, etc.

Todos caen en estas trampas ideológicas, y así y todo: ¡qué bien escriben los cabrones! Qué bonito, qué bien y qué profundo. Y qué avenidas abren en la lengua española. El nuevo disco de Serrat/Hernández tiene un defecto de partida: el handicap de la comparación con aquel otro que hizo Serrat en 1972 (Miguel Hernández). La comparación es inexcusable pero debería ser excusada. Porque ambos discos son diferentes, en tono, en arreglos musicales, en cualidad vocal del cantante, en el contexto en que han salido. De acuerdo que hoy hay pateras, inmigración, parados, pero estaréis conmigo en que ya no tiene sentido un “Para la libertad.”


El propio Serrat ha dicho que Miguel Hernández fue un disco “de primera siega” (traducción: venían las buenas), pero este es otra cosa. Con todo, el disco nuevo presenta algunos textos muy importantes, extraídos de los libros más famosos de Hernández. A menudo acudimos con este autor a la falacia biografista: claro, era republicano, claro, era cabrero, claro, murió en la cárcel (yo mismo lo he hecho un poco al reducirlo a la etiqueta de “comunista”).

Hijo de la luz y de la sombra cuenta desde luego con canciones de Guerra Civil (“Uno de aquellos”, homenaje al brigadista internacional), de padre ausente (“Canción del esposo soldado”), sociales (“El hambre”)… pero también hay otras más profundas o filosóficas (“El mundo de los demás”, “Dale que dale”) e incluso amorosas (“Tus cartas son un vino”, “Solo quien ama vuela”). Mención aparte merece el tema que da título al disco, sobre un poema redondo que me ha impactado mucho.

Así que ya sabéis, camaradas, mi recomendación es clara: haceos con este disco, escuchadlo, bebedlo, disfrutadlo… y que Lenin os coja confesados.

Serrat recupera el trono

MADRID,

Hijo de la luz y de la sombra de Joan Manuel Serrat ha recuperado el trono que conquistó a principios de marzo gracias a ese disco homenaje al poeta Miguel Hernández. Desplaza así a Miguel Bosé, que la semana pasada entró con fuerza directo al número uno.

Tras un mes en el mercado, el último disco del cantautor catalán Joan Manuel Serrat ha experimentado un impulso en las listas de ventas en España, convirtiéndose en el álbum con mayor incremento en unidades absolutas distribuidas esta semana y arrebatándole el número uno a Miguel Bosé y su Cardio, que caen al número dos.

En tercera posición se mantienen inmutables Bustamante y su A contrarriente, a quienes siguen Estopa y su X Anniversarium, que ya acumulan más de cuatro meses de permanencia entre los diez discos más vendidos en nuestro país. El 'top five' lo cierra Jorge Drexler con Amar la trama, la entrada más fuerte al top 100 de discos.

Joaquín Sabina y su Vinagre y rosas recuperan nada menos que nueve plazas y regresa al 'top ten' colándose en sexta plaza, seguido de dos artistas que aguantan en sus puestos: Miguel Poveda (Coplas del querer) y Mojinos Escozíos (La leyenda de los hombres más guapos del mundo). Isabel Pantoja con un álbum homónimo y Enrique Bunbury (Las consecuencias) cierran el 'top ten'.

En cuanto a la lista de canciones, Estopa se mantiene en el uno una semana más con Run run y, además, se convierte en el tema con mayor incremento en unidades absolutas distribuidas. Bustamante (Abrázame muy fuerte) David Bisbal (Mi princesa) Lady Gaga (Bad romance) y David Guetta & Akon (Sexy Bitch) completan el 'top five'.