Conmoción en México tras matanza de inmigrantes

La realidad mexicana, ciertamente obedece a circunstancias y situaciones muy específicas,
al ser país fronterizo con los Estados Unidos y confrontar una dinámica interna, tal y como
en propiedad la ha señalado Ety. Aunque los problemas migratorios son lamentablemente comunes
para quienes salen ilegalmente de sus territorios, buscando mejorar su calidad de vida y asi son
subpagados en Estados Unidos, en España, en Francia, en Alemania, en Portugal, todos los que
clandestinamente son llevados a través de camellos u otras mdalidades, sean nativos del continente
africano o del continente americano, lel trato indignante, humillante y avasallador, es el mismo.
Nadie les quiere en su suelo, aún con papeles en regla, son mirados las mas de las veces con hostilidad,
y sin papeles, son el blanco favorito para todos los abusos. La nacionalidad poco importa, coo ya dije
el trato es infamante para cualquier inmigrante ilegal. Muchos se lucran de verdad verdad con este
comercio. son los que negocian con la desesperación de quien esta dispuesto a arriesgarlo todo,
porque en su país de origen lo da todo por perdido. Nadie deja su país en semejantes condiciones
sino esta en una situación límite. Esto por una parte, ya reclama un tratamiento concertado
que propicie arraigos y que dignifique al hombre, mas allá de la condición en que haya ingresado a determinado territorio. Tiene derechos fundamentales que todo Estado debe amparar.

Ahora con respecto a la legalización de las drogas como política para combatir el narcotráfico, al
respecto, el debate esta abierto con posiciones contrapuestas. Yo soy de las que opina en contra
de la legalización de drogas como remedio eficaz para erradicar el narcotráfico. En otro momento
con mas tiempo, les dejaré los argumentos de mi posición. Ahora les dejo un articulo que precisamente
trata sobre el tema.


La Tribuna

La legalización de las drogas; su pro y su contra
10 Noviembre, 2010
Por Mario E. Fumero
Se discute a alto nivel la posibilidad de legalizar ciertas drogas con el fin de detener el narcotráfico y la proliferación de las mafias, que nacen como fruto de tan millonario negocio. Recientemente el Estado de California, en Estados Unidos, propuso una consulta popular para que el pueblo decidiera si se legalizaba el uso de la marihuana y su producción dentro de este Estado. El voto fue negativo a tal propuesta, pero no podemos negar que de haberse aprobado, los Estados Unidos entrarían a un doble discurso, y los países de América Latina hubieran sufrido un serio revés en su lucha contra los narcotraficantes.
Existen países en donde desde hace tiempo se legalizó el uso y consumo de la marihuana, o la cannabis, como forma de negocio, entre ellos figura Holanda, en donde se puede adquirir la misma como si fuera un cigarrillo común. Esta legalización ha ayudado a disminuir la violencia y el narcotráfico, y el Estado obtiene impuesto de su venta, pero por otro lado, no ha disminuido su consumo, y más bien han aumentado los drogadictos y se ha convertido en un país atractivo para el turismo de los dependientes de drogas.
¿En qué ayuda la legalización de las drogas? En que disminuyen los actos violentos de las mafias y se destruye, de forma radical el narcotráfico, obteniendo el Estado impuesto por la venta de la misma. Pero por otro lado, su legalización tiende a incrementar el consumo de drogas y el deterioro agudo de los que acuden fácilmente a ellas, creándose un problema de salud que puede agravar los problemas de estabilidad física y emocional de los adictos, y por lo tanto, el gobierno se vería desbordado de una situación que agravaría la realidad social de su nación, porque el efecto de las drogas generaría un problema de violencia y muerte diferente al generado por los cárteles de la droga, pues aumentaría la violencia familiar, los suicidios y las muertes por intoxicación de drogas. Todos sabemos que el triángulo del drogadicto es la cárcel, la muerte o el manicomio, pero con la legalización de la droga desaparecería el peligro de la cárcel, pero no el de la muerte o el manicomio.
Todos somos conscientes que en la sociedad occidental existen muchos tipos de drogas legales, como son los fármacos, el alcohol y el tabaco. También las estadísticas demuestran que el consumo de drogas legales se ha disparado, y que el índice de alcoholismo va en aumento, con sus trágicas consecuencias en el área laboral y de accidentes de tránsito, sumándose a ello la muerte por enfermedades hepáticas y cardiovasculares.
El legalizar las drogas podría ayudar a disminuir el índice delincuencial de los cárteles, pero no reduciría el aumento de adicciones, ni de muerte. Así que abrir la puerta al fácil acceso a las drogas generaría un terrible problema de salud mental y física a nivel social. Respecto al uso de la marihuana en su componente THC (tetrahidrocanabinol) para algunos casos de enfermedades físicas o mentales, no es necesario venderla en forma de cigarro, o planta, pues bien se puede procesar en laboratorios para usarla en tabletas recetadas a los enfermos, sin proliferar su uso en su estado natural.
Recordemos que el opio se procesa en laboratorios, y se vende farmacéuticamente, estando sus componentes en ciertos medicamentos, como por ejemplo la codeína, o incluso en la elaboración de la morfina, un fuerte calmante que se usa en casos de dolores agudos causados por enfermedades terminales. No es necesario legalizar la droga de forma general para resolver un problema determinado de ciertas enfermedades, pues las farmacias cuentan con todo tipo de narcóticos, que son recetados clínicamente a muchos pacientes con problemas mentales o emocionales.
Email: mariofumero@hotmail.com


Saludos,
Ana Yajaira

Añado una nota que leí hace unos días en el periódico. Es una carta a la redacción de un joven mexicano que vive en una ciudad muy chica llamada Pachuca, muy cercana al Distrito Federal.

Brevemente dice que en Pachuca es mucho más fácil conseguir droga que un buen libro. Y yo agregaría que es también más fácil conseguir droga que comida o atención médica.

Y es cierto, el hecho de que en México la droga sea ilegal no limita su consumo, lo único que se logra es favorecer a los traficantes y otros beneficiados anónimos, pues de esta manera no sólo la cobran más cara, sino que incitan a los no adictos a probarlas para asegurar su venta.

Nadie va a estar de acuerdo con que la gente se drogue, eso es un hecho, sin embargo, si se quita el veto, dejará de ser este negocio que se ha vuelto tan sangriento y donde mucha gente inocente, que nada tiene que ver con los cárteles y las drogas, ha perdido la vida.

Ety

Gracias por vuestras aportaciones, ue nos ayuda a los demás a saber un poco más de vuestros países y sus respectivas situaciones.

Nada es fácil, obviamente. En cuanto a las drogas, creo que para proceder a su legalización, o mejor dicho, regularización (nunca deberían estar al alcance de menores de edad), habría que llegar a un acuerdo internacional. De nada sirve que unos países legalicen y otros no, el problema persiste y los países "legalizados" concurren en un "efecto llamada" para el drogadicto que se vería, al menos, excluido del tema carcelario, desde mi punto de vista el más lacerante. Se trata de enfermos que buscan en la droga "muletas" para poder cargar con su vida. Eso nunca debería perderse de vista. Ya vemos que en algunos casos esto les arrastra a la delincuencia y a la cárcel. Si el Estado pudiera, legalmente, suministrar droga con todo tipo de garantías a estas personas y encarrilarlas hacia un tratamiento psicológico, al menos se les protegería de la posibilidad de dar con sus huesos en la cárcel y supongo que en muchos casos alcanzarían la reinserción social.

Bss

Damablanca.

Bueno, pues como estoy indignada de mucho.
Este Lunes ha sido un Lunes de poner a trabajar a mi hígado (ya ha de estar encebollado) desde tempranito.
Pero me centro en el escrito por el Licenciado Zabludovsky en su columna.
Una muy buena opinión, clara y específica, que muestra la situación del México que se vive hoy en día.
Quizás a alguien le incomodó el escrito del Licenciado, y después de unas horas, lo quitaron del periódico.
Se puede encontrar usando "el buscador", pero de la sección de editoriales (o como se llame), la quitaron.
Y eso es indignante.
Nada más esa nos faltaba, que ya no se pudiera ni hablar de lo que está pasando a millones de personas en mi pais.
Aquí les dejo pues el escrito del Licenciado.


Mística y rústica
22 de noviembre de 2010

200 años de Independencia, un siglo de Revolución y 100 días de kermés heroica integran la contabilidad de nuestra historia.
Militares, deportistas y políticos en campaña clausuraron ayer las fiestas conmemorativas de algo disperso en la bruma de intenciones confusas, proyectos abortados, despilfarros cínicos y barnices presurosos aplicados sobre superficies de cartón. Hora de hacer balance, cortes de caja saqueada, el debe y el haber entre la celebración y lo celebrado, no confundir una cosa con otra.
Del bicentenario del Grito de Dolores, circunscrito a septiembre, sobrevive el recuerdo de un monigote sin ton ni son, oficio ni beneficio, hijo de padre desconocido que la vox populi apodó el coloso, bautizo acertado que podría extenderse a toda la “celebración” enfocada a lo grande y no a lo grandioso. Con más rapidez que la de su creación lo desaparecieron en alguna fosa común colectiva y sin lápida, hoy tan de moda. Y se acabó esa fiesta.
La otra, la de noviembre, fue dedicada a la Revolución, dividida en siglo XX y siglo XXI: 90 años de construcción y errores y 10 de estancamiento y desilusión. La Revolución, en su primera década, nos dio la Constitución. En su segunda impulsó la cultura y las artes, la educación rural y superior. En la tercera repartió la tierra entre los campesinos, nacionalizó el petróleo. En la cuarta estimuló la industrialización. Con todas sus desviaciones y equivocaciones, instaló escuelas y preparó maestros para 30 millones de niños, creó el Seguro Social, aplicó las leyes obreras sin olvidar que el derecho laboral es tutelar de los intereses del trabajador. Se construyó la Ciudad Universitaria, patrimonio de la Humanidad. Se tendieron caminos, no solo los de cemento sino los de la convivencia, se levantaron las estructuras de un país que en medio de sus desigualdades e injusticias sociales, funciona. Sin violencia se entregó el poder al partido de la contra revolución.
La primera década de este siglo ha sido la de la impotencia, o, peor, la de la ausencia de voluntad política para sacar de la miseria a la mitad de los habitantes del país. Una década de aplazamientos, regateos, acomodos y complicidades consolidativas de monopolios, multiplicadora de riqueza en menos manos y de pobreza en más hogares, indiferente ante la carencia de oportunidades de millones de jóvenes que aspiran a cosechar jitomates en Florida como única esperanza de vida. La corrupción y la pobreza han creado el infierno de ilegales y leyes humillantes. El narcotráfico, la inseguridad fomentada por las mafias dueñas de gran parte del territorio nacional, el crimen sin adjetivos y el abuso de toda clase de uniformados, crean el calvario de los que huyen.
La injusticia y la pobreza. Las dos grandes causas de la Revolución, son hoy más grandes e incontrolables que entonces. De eso no se habla en los medios poderosos que manejan las conciencias. Un año perdieron en discusiones sobre como impedir la obesidad en los niños de primaria para terminar dándole la razón a la cocacola, gran anunciante. El tema son las papitas en un país en que 20 millones de jóvenes se acuestan y se levantan con hambre. De esta hambre nadie dice nada. Los antiguos críticos de la dictadura perfecta fueron convencidos como decía Pagés Llergo: no se venden, solo se alquilan. Abandonaron la crítica por el blanco diván de tul arrullador. El jefe empieza a despedirse; con un pié en el estribo liquida deudas, paga favores, reparte premios devaluados como el peso y rechaza así las sospechas de ingratitud.
Terminaron las pachangas, algunas macabras, pueblerinas las más. Frívolas, intrascendentes, sin relieve ni enseñanza, sin riqueza intelectual así fuera mínima, ninguna idea digna de ser heredada a los nietos. Es hora de impedir que crimen organizado y sistema sean lo mismo.
En una época no remota un personaje importante de la iniciativa privada se declaró soldado del presidente. Se sabía, entonces, quien ordenaba y quien obedecía. Hoy se llegó a la igualdad soñada por el socialismo decimonónico: el que manda y el que obedece unieron fuerzas, se integraron en un solo grupo sin distancias ni diferencias. Los unieron sus intereses. Bien dicen que los caminos de dios son inextricables, porque solo así se explica cómo se llegó a la meta comunista de la sociedad sin clases: entrando por la cúpula.
Cuando alguien haga un balance menos deshilachado habrá de considerar que, en sus principios, la Revolución tuvo a Diego pintando la capilla de Chapingo y a Orozco “El hombre en llamas” del Hospicio Cabañas, testimonios geniales de un pueblo transformador, para contrastarlos con el símbolo de la década extraviada: el esqueleto de una ballena colgando en una biblioteca.

Yo escribí mi opinión pero no la publicaron (así pasa algunas veces, no sé porqué, juro y perjuro que escrbí menos de 300 caracteres), pero aquí escribo nuevamente mi opinión poniendo todas las letras que necesite.

Sabemos que los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución son una burla para el pueblo y para las instituciones a favor del pueblo.
Ya se ha comentado que en México las oportunidades de desarrollo (me refiero al desarrollo positivo, el que se tiene que ofrecer de parte de un buen gobierno para el pueblo) son prácticamente nulas.
El escrito de Jacobo me hizo recordar otros pueblos, en otros tiempos, que han estado ante situaciones semejantes de injusticias y abandono.
No es afán de comparar, porque ni el tiempo ni los paises ni el criterio del pueblo con los mismos, pero las injusticias y el abandono que en si son agresiones, con su lógico desenlace, son muy parecidos.
Y recordé aquel Domingo, era Enero de 1905 en San Petersburgo, la gente del pueblo, gente pobre, hombres, mujeres y niños, con hambre y frío reunidos en medio de la nieve frente al palacio de invierno del Zar Nicolás II (que había huido del palacio por miedo a algún atentado), portando fotografías del Zar y su familia (sus gobernantes reales) y fotografías tambien de santos, a manera de indicar que era una manifestacion hecha en son de paz, para pedir aumento de salarios y una mejor condicion de vida para las familias.
La pobreza del pueblo situada silenciosamente en un reclamo humilde, sufriendo el frío de Enero en plena nieve, frente a la opulencia del palacio de invierno de la Familia Rusa.
Adentro del Palacio, el tío del Zar, me parece que se llamaba Vladimir, ordenó a los soldados abrir fuego a los pobres del pueblo reunidos.
Se manchó la blanca nieve con el color rojo de la sangre humilde.

Sin dolor de corazón. Con odio, queriendo quitar de frente a sus ojos una verdad imposible de ocultar: El abandono al pueblo. Las injusticias al pueblo. El desamor al pueblo.

No es cosa de comparar, pero si de dar tristeza. E indignacion.

Espero que todo se deba a un error, y pronto coloquen en su lugar el escrito de Jacobo en el periódico.

Negrita linda.

Negrita Linda:


Ese escrito que nos dejas del Licenciado Zabludovsky, no tiene desperdicio
y aplica también, sin mayores ajustes a la realidad de mi país, aunque las celebraciones
de nuestro Bicentenario de la Independencia sean el 05 de julio de 2011. Es tanto el
dispendio, las regalías y el derroche acontecido, que la misma indignación genera.

Sigo pendiente de completar unas líneas referidas al narcotráfico, pero ahora mismo
voy de pasada por aquí.

Besos,

Ana Yajaira

Excelente artículo que evoca una muy triste y dolorosa realidad. Justo en estos momentos estoy leyendo un libro de una socióloga mexicana que se llama: "México, País de Mentiras". La autora es Sara Sefchovich. Lo traigo a colación después de leer las palabras de Jacobo, en especial la parte de la nota donde él nos señala que tras los logros legítimos y auténticos de la Revolución, nuestro país siguió gobernado de la misma manera dictatorial, fomentando así la terrible desigualdad, la injusticia y la impotencia consecuente. Por eso recordé a Sara y lo que describe en esta obra, en cuya contraportada se puede leer lo siguiente: "Este es un libro amargo y políticamente incorrecto. Leerlo nos permitirá esclarecer las raíces del coraje y la impotencia que sentimos como ciudadanos".

¿Habrá quién me pueda explicar porque somos tan corruptos y a la vez tan sometidos?

Negrita Linda, tu comentario también es muy valioso y cierto. Lamentablemente no siempre publican todo, generalmente es por falta de espacio, pero seguramente Jacobo si recibe todas las reflexiones de sus lectores.

Si me lo permites, Negrita LInda, voy a copiar la nota del licenciado junto con tu comentario y lo reenviaré a mis contactos. Pienso que es importante difundirlo.

Ety

Ety escribió:Excelente artículo que evoca una muy triste y dolorosa realidad. Justo en estos momentos estoy leyendo un libro de una socióloga mexicana que se llama: "México, País de Mentiras". La autora es Sara Sefchovich. Lo traigo a colación después de leer las palabras de Jacobo, en especial la parte de la nota donde él nos señala que tras los logros legítimos y auténticos de la Revolución, nuestro país siguió gobernado de la misma manera dictatorial, fomentando así la terrible desigualdad, la injusticia y la impotencia consecuente. Por eso recordé a Sara y lo que describe en esta obra, en cuya contraportada se puede leer lo siguiente: "Este es un libro amargo y políticamente incorrecto. Leerlo nos permitirá esclarecer las raíces del coraje y la impotencia que sentimos como ciudadanos".

¿Habrá quién me pueda explicar porque somos tan corruptos y a la vez tan sometidos?

Negrita Linda, tu comentario también es muy valioso y cierto. Lamentablemente no siempre publican todo, generalmente es por falta de espacio, pero seguramente Jacobo si recibe todas las reflexiones de sus lectores.

Si me lo permites, Negrita LInda, voy a copiar la nota del licenciado junto con tu comentario y lo reenviaré a mis contactos. Pienso que es importante difundirlo.

Ety

Claro que sí, Ety, haz lo que gustes con lo que yo escribo, solo recuerda quitarle la parte donde digo que tengo el higado encebollado, y corregirle las faltas de ortografía, por favor.

Ety, yo te digo porqué somos tan corruptos y a la vez tan sometidos, pero creo que mañana porque ya es noche y hora de que esta negra se vaya a mimiy.

Negrita linda.