Machado, Serrat y la Libertad
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Machado, Serrat y la Libertad
No sabía donde dejar este artículo, pero lo que me queda claro es que es digno de leerse. Es de La Jornada
Aquí va:
SALOMÓN GARCÍA JIMÉNEZ
Caminante, no hay camino...
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar”. Versos que canta y recita bien Joan Manuel Serrat, pero que escribió el poeta español Antonio Machado, literato que pereció precisamente en un día como hoy 22 de febrero de 1939 -hace 70 años-.
Sigue el rimador de España: “Todo pasa y todo queda, / pero lo nuestro es pasar, / pasar haciendo caminos, / caminos sobre la mar”. Y se me ocurre hacer una reflexión acerca de la situación crítica por la que atraviesan actualmente los valores humanos en la sociedad, en Guerrero y en México. Y como el panorama es pesimista, pues lo trataré de atenuar intercalando fragmentos de los Cantares de Machado, como un homenaje.
Hay dos maneras de arar en el mar, de caminar en la vida: una es conducirse con la verdad y la otra guiarse con la mentira. Hablemos del comportamiento del hombre público, de quien debería poner el buen ejemplo. En estos días, en nuestro país y en nuestro estado campea la corrupción y la ineptitud en casi todos los ámbitos del transcurrir social: los gobernantes, los funcionarios de las dependencias, las autoridades de las instituciones educativas, de salud o deportivas, los dirigentes de los partidos políticos, de organizaciones civiles y en las comunidades. Todos los indignos –de paso traicionando a su pueblo–, se van sobre los fondos económicos, son “tranzas”.
Va otra estrofa del que nació en Sevilla y luego se fue a estudiar a Madrid: “El hombre sólo es rico en hipocresía. / En sus diez mil disfraces para engañar confía; / y con la doble llave que guarda su mansión / para la ajena hace ganzúa de ladrón”.
También échenle un vistazo al sistema carcelario en los municipios y los reclusorios de las grandes ciudades; los jueces, cómo se las gastan para “impartir” justicia; los policías mordelones y los judiciales que extorsionan. Hasta entre las fuerzas militares hay quienes mancillan a mujeres indígenas. Hay gobernadores y curas pederastas, en fin. En las elecciones, los candidatos tramposos se dejan financiar por la delincuencia organizada. El gobierno abusa de la fuerza del estado para reprimir a sus opositores políticos, violando flagrantemente los derechos humanos de luchadores sociales. Últimamente han aumentado los asesinatos de periodistas.
Hemos caído hasta lo más bajo a nivel nacional. El gabinetazo en el Poder Ejecutivo, se robó la elección presidencial con la anuencia de los árbitros electorales y magistrados en el Tribunal Federal Electoral y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Urdieron mil trampas para quedarse con el botín del presupuesto en el 2006, apoyándose de los oprobiosos medios de comunicación faltos de ética, “informan” lo que a sus intereses conviene. Ahora nuestras contribuciones fiscales son para sostener a un gobierno espurio y de facto; de no pagar impuestos estaríamos fuera de la ley.
La Saeta del escritor Machado, la canta Serrat: “¡Oh, no eres tú mi cantar! / ¡No puedo cantar, ni quiero, / a ese Jesús del madero, / sino al que anduvo en el mar!”
Presidentes corruptos van y vienen en la triste historia de México. Baste mencionar a Salinas, Zedillo, Fox y Calderón; 24 años de desgobierno y saqueo provenientes del PRI y PAN. Ahora, además, nos afecta otra crisis financiera internacional, se devalúa el peso y el poder adquisitivo de todos los mexicanos. Particularmente, pone a los más pobres al filo de la navaja de la sobrevivencia. Los políticos de arriba ni siquiera por vergüenza disminuyen sus altos salarios.
Los ruines señores del poder, casi todos los diputados y senadores, se han hecho especialistas del disimulo. Todo lo arreglan con la boca, con verborrea y estériles discursos; ahora ya no importa, cualquier fracción partidaria. El enemigo a engañar es el pueblo; entre ellos cuidan sus componendas, “hay que ejercer el erario”, dicen.
“Dices que nada se pierde / y acaso dices verdad, / pero todo lo perdemos / y todo nos perderá.”
José Martí nos aclara lo concerniente a la moral y buen proceder, a la honestidad, es decir, el concepto de ética. Él la define en términos de decencia y emancipación: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía”. Esto lo encontré en su escrito donde enaltece los nombres de los titanes Bolívar, San Martín e Hidalgo.
“El que espera desespera, / dice la voz popular. / ¡Qué verdad tan verdadera! / La verdad es lo que es, / y sigue siendo verdad /aunque se piense al revés.”
Pero también refiere: “Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro”. Esa calaña despoja a los pueblos de su libertad y dignidad. Esto viene al caso porque nosotros, la ciudadanía de a pie, también tenemos algo de culpa respecto a la carencia del decoro, o sea, de indolencia ideológica, intelectual y cultural. Padecemos el valemadrismo, es decir, toleramos ciertos actos de corrupción, somos desunidos, a veces envidiosos, conformistas y asustadizos. Vulnerables así a que nos exploten. La pregunta es: ¿hasta cuando vamos a recuperar la honorabilidad?
“Cuatro cosas tiene el hombre / que no sirven en la mar: / ancla, gobernalle y remos, / y miedo de naufragar.”
Fraudes, asaltos, secuestros, ejecuciones... Cunde la inseguridad y por lo tanto el desánimo y zozobra por todos los rincones de la sociedad. Cómo puedes trabajar así. Es irracional cómo un criminal disparó contra un cerebro francés prodigioso y humanitario que investigaba a favor de México en la Universidad Autónoma Metropolitana. ¿Cómo puede producir a gusto y con autenticidad un artista, un campesino o un empleado? Se necesita tranquilidad en el vivir.
El cantautor venezolano Alí Primera, en su copla No basta rezar nos dice: “En el mundo no habrá paz / mientras haya explotación / del hombre por el hombre / y exista desigualdad. / Hacen falta muchas cosas / para conseguir la paz”.
Luego, no se cuidan las formas para gobernar: en la lucha contra el narcotráfico, en las reglas de competencia electoral, en la ejecución de la obra pública. Todo causa enormes molestias a la población general, a los que pagamos la infraestructura: “balas perdidas”, “fuego cruzado”, “servirse con la cuchara grande”, favoritismos, estorbar groseramente el tránsito... Para que me entiendan, comparen con las dos maneras de comer: como bárbaros o como civilizados. Hay maneras de hacer las cosas.
“Nuestras horas son minutos / cuando esperamos saber, / y siglos cuando sabemos / lo que se puede aprender.”
Machado estaba en Madrid cuando estalló la Guerra Civil española. Después se mudó a Valencia, y Barcelona. Exiliado en Colliure, sucumbió en ese pueblo francés: “Murió el poeta lejos del hogar. / Le cubre el polvo de un país vecino. / Al alejarse le vieron llorar. / Caminante no hay camino, / se hace camino al andar”.
Igual con su prosa filosofó como Sócrates: “¡Ojos que a la luz se abrieron / un día para, después, / ciegos tornar a la tierra, / hartos de mirar sin ver!”
Concluyamos esta remembranza de Antonio Machado con una octavilla de Mediterráneo, letra del catalán Serrat: “Ay, si un día para mi mal / viene a buscarme la parca. / Empujad al mar mi barca / con un levante otoñal / y dejad que el temporal / desguace sus alas blancas. / Y a mí enterradme sin duelo / entre la playa y el cielo...”
También en este día... 1821: se suscribe el Plan de Iguala, que establece la Independencia de México. 1873: nace en Tixtla, Guerrero, el compositor y músico Margarito Damián Vargas. 1900: nace el cineasta español Luis Buñuel, creador de Los olvidados.
1913: son fusilados el presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez, por militares al mando de Victoriano Huerta. 1934: es asesinado el luchador por la libertad de Nicaragua, Augusto César Sandino, por soldados a las órdenes de Anastasio Somoza. n
Aquí va:
SALOMÓN GARCÍA JIMÉNEZ
Caminante, no hay camino...
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar”. Versos que canta y recita bien Joan Manuel Serrat, pero que escribió el poeta español Antonio Machado, literato que pereció precisamente en un día como hoy 22 de febrero de 1939 -hace 70 años-.
Sigue el rimador de España: “Todo pasa y todo queda, / pero lo nuestro es pasar, / pasar haciendo caminos, / caminos sobre la mar”. Y se me ocurre hacer una reflexión acerca de la situación crítica por la que atraviesan actualmente los valores humanos en la sociedad, en Guerrero y en México. Y como el panorama es pesimista, pues lo trataré de atenuar intercalando fragmentos de los Cantares de Machado, como un homenaje.
Hay dos maneras de arar en el mar, de caminar en la vida: una es conducirse con la verdad y la otra guiarse con la mentira. Hablemos del comportamiento del hombre público, de quien debería poner el buen ejemplo. En estos días, en nuestro país y en nuestro estado campea la corrupción y la ineptitud en casi todos los ámbitos del transcurrir social: los gobernantes, los funcionarios de las dependencias, las autoridades de las instituciones educativas, de salud o deportivas, los dirigentes de los partidos políticos, de organizaciones civiles y en las comunidades. Todos los indignos –de paso traicionando a su pueblo–, se van sobre los fondos económicos, son “tranzas”.
Va otra estrofa del que nació en Sevilla y luego se fue a estudiar a Madrid: “El hombre sólo es rico en hipocresía. / En sus diez mil disfraces para engañar confía; / y con la doble llave que guarda su mansión / para la ajena hace ganzúa de ladrón”.
También échenle un vistazo al sistema carcelario en los municipios y los reclusorios de las grandes ciudades; los jueces, cómo se las gastan para “impartir” justicia; los policías mordelones y los judiciales que extorsionan. Hasta entre las fuerzas militares hay quienes mancillan a mujeres indígenas. Hay gobernadores y curas pederastas, en fin. En las elecciones, los candidatos tramposos se dejan financiar por la delincuencia organizada. El gobierno abusa de la fuerza del estado para reprimir a sus opositores políticos, violando flagrantemente los derechos humanos de luchadores sociales. Últimamente han aumentado los asesinatos de periodistas.
Hemos caído hasta lo más bajo a nivel nacional. El gabinetazo en el Poder Ejecutivo, se robó la elección presidencial con la anuencia de los árbitros electorales y magistrados en el Tribunal Federal Electoral y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Urdieron mil trampas para quedarse con el botín del presupuesto en el 2006, apoyándose de los oprobiosos medios de comunicación faltos de ética, “informan” lo que a sus intereses conviene. Ahora nuestras contribuciones fiscales son para sostener a un gobierno espurio y de facto; de no pagar impuestos estaríamos fuera de la ley.
La Saeta del escritor Machado, la canta Serrat: “¡Oh, no eres tú mi cantar! / ¡No puedo cantar, ni quiero, / a ese Jesús del madero, / sino al que anduvo en el mar!”
Presidentes corruptos van y vienen en la triste historia de México. Baste mencionar a Salinas, Zedillo, Fox y Calderón; 24 años de desgobierno y saqueo provenientes del PRI y PAN. Ahora, además, nos afecta otra crisis financiera internacional, se devalúa el peso y el poder adquisitivo de todos los mexicanos. Particularmente, pone a los más pobres al filo de la navaja de la sobrevivencia. Los políticos de arriba ni siquiera por vergüenza disminuyen sus altos salarios.
Los ruines señores del poder, casi todos los diputados y senadores, se han hecho especialistas del disimulo. Todo lo arreglan con la boca, con verborrea y estériles discursos; ahora ya no importa, cualquier fracción partidaria. El enemigo a engañar es el pueblo; entre ellos cuidan sus componendas, “hay que ejercer el erario”, dicen.
“Dices que nada se pierde / y acaso dices verdad, / pero todo lo perdemos / y todo nos perderá.”
José Martí nos aclara lo concerniente a la moral y buen proceder, a la honestidad, es decir, el concepto de ética. Él la define en términos de decencia y emancipación: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía”. Esto lo encontré en su escrito donde enaltece los nombres de los titanes Bolívar, San Martín e Hidalgo.
“El que espera desespera, / dice la voz popular. / ¡Qué verdad tan verdadera! / La verdad es lo que es, / y sigue siendo verdad /aunque se piense al revés.”
Pero también refiere: “Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro”. Esa calaña despoja a los pueblos de su libertad y dignidad. Esto viene al caso porque nosotros, la ciudadanía de a pie, también tenemos algo de culpa respecto a la carencia del decoro, o sea, de indolencia ideológica, intelectual y cultural. Padecemos el valemadrismo, es decir, toleramos ciertos actos de corrupción, somos desunidos, a veces envidiosos, conformistas y asustadizos. Vulnerables así a que nos exploten. La pregunta es: ¿hasta cuando vamos a recuperar la honorabilidad?
“Cuatro cosas tiene el hombre / que no sirven en la mar: / ancla, gobernalle y remos, / y miedo de naufragar.”
Fraudes, asaltos, secuestros, ejecuciones... Cunde la inseguridad y por lo tanto el desánimo y zozobra por todos los rincones de la sociedad. Cómo puedes trabajar así. Es irracional cómo un criminal disparó contra un cerebro francés prodigioso y humanitario que investigaba a favor de México en la Universidad Autónoma Metropolitana. ¿Cómo puede producir a gusto y con autenticidad un artista, un campesino o un empleado? Se necesita tranquilidad en el vivir.
El cantautor venezolano Alí Primera, en su copla No basta rezar nos dice: “En el mundo no habrá paz / mientras haya explotación / del hombre por el hombre / y exista desigualdad. / Hacen falta muchas cosas / para conseguir la paz”.
Luego, no se cuidan las formas para gobernar: en la lucha contra el narcotráfico, en las reglas de competencia electoral, en la ejecución de la obra pública. Todo causa enormes molestias a la población general, a los que pagamos la infraestructura: “balas perdidas”, “fuego cruzado”, “servirse con la cuchara grande”, favoritismos, estorbar groseramente el tránsito... Para que me entiendan, comparen con las dos maneras de comer: como bárbaros o como civilizados. Hay maneras de hacer las cosas.
“Nuestras horas son minutos / cuando esperamos saber, / y siglos cuando sabemos / lo que se puede aprender.”
Machado estaba en Madrid cuando estalló la Guerra Civil española. Después se mudó a Valencia, y Barcelona. Exiliado en Colliure, sucumbió en ese pueblo francés: “Murió el poeta lejos del hogar. / Le cubre el polvo de un país vecino. / Al alejarse le vieron llorar. / Caminante no hay camino, / se hace camino al andar”.
Igual con su prosa filosofó como Sócrates: “¡Ojos que a la luz se abrieron / un día para, después, / ciegos tornar a la tierra, / hartos de mirar sin ver!”
Concluyamos esta remembranza de Antonio Machado con una octavilla de Mediterráneo, letra del catalán Serrat: “Ay, si un día para mi mal / viene a buscarme la parca. / Empujad al mar mi barca / con un levante otoñal / y dejad que el temporal / desguace sus alas blancas. / Y a mí enterradme sin duelo / entre la playa y el cielo...”
También en este día... 1821: se suscribe el Plan de Iguala, que establece la Independencia de México. 1873: nace en Tixtla, Guerrero, el compositor y músico Margarito Damián Vargas. 1900: nace el cineasta español Luis Buñuel, creador de Los olvidados.
1913: son fusilados el presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez, por militares al mando de Victoriano Huerta. 1934: es asesinado el luchador por la libertad de Nicaragua, Augusto César Sandino, por soldados a las órdenes de Anastasio Somoza. n
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