Poema del día
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Re: Poema del día
¡Hola Aktea! Muy bonito el poema. ¿Sigues escribiendo narraciones breves?
Damablanca.
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
De Wislawa Szymborska
Nada dos veces
Nada ocurre dos veces
y nunca ocurrirá.
Nacimos sin experiencia,
moriremos sin rutina.
Aunque fuéramos los alumnos
más torpes en la escuela del mundo,
nunca más repasaremos
ningún verano o invierno.
Ningún día se repite,
no hay dos noches iguales,
dos besos que dieran lo mismo,
dos miradas en los mismos ojos.
Ayer alguien pronunciaba
tu nombre en mi presencia,
como si de repente cayera
una rosa por la ventana abierta.
Hoy, cuando estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Es flor? ¿O tal vez piedra?
¿Y por qué tú, mala hora,
te enredas en un miedo inútil?
Eres, pues estás pasando,
pasarás —es bello esto.
Sonrientes, abrazados,
intentemos encontrarnos,
aunque seamos distintos
como dos gotas de agua.
Sobre la autora:
Wislawa Szymborska, poeta, traductora de poesía y periodista, nació el 2 de julio de 1923 en Bnin, cerca de Poznan. Reside desde hace años en Cracovia. Despertó el profundo interés de los críticos y los lectores con su tercer libro de poemas. Llamada a Yeti (1957), cuya publicación coincidió con la aparición de otros representantes de la generación de 1956.
A partir de este tiempo vieron luz otros libros de poemas de Szymborska: Gran número (1976), Gente en el puente (1986), Fin y principio (1993), En el puente (1992), De la muerte sin exagerar (1996), No sé qué gente (1997), título que dio a su discurso cuando recibió el Premio Nobel de Literatura.
La finura de la palabra poética de Szymborska pierde mucho en la traducción al español. Su lenguaje tiene una vibración emocional e intelectual muy particular, debido a una mezcla de observaciones muy concretas, tomadas frecuentemente del mundo de la biología, y de un tono lírico sobrio, siempre atenuado por la ironía.
Cada poema parece una joya, perfecta e irrepetible, que la poeta elabora con la máxima discreción. Szymborska suele partir de un dicho, de un giro coloquial,
de una pequeña observación práctica o de un reflejo de sus lecturas, deformándolo, arrojando sobre este dato una nueva luz, siempre teñida de humor lingüístico. Una grave meditación filosófica sobre la situación del hombre contemporáneo, expresada a través de la danza de una sirena muda de Christian Andersen.
Porque amar a la poesía —después de la lección de Tadeuz Różewicz— implica renunciar a la belleza demasiado “alta” de una poesía confiada en sí misma. Para expresar sus inquietudes de ser pensante y comprometido, Szymborska ha preferido olvidar su voz de concertista. No obstante, algunos de sus poemas, gracias a la sencillez y a la elegancia innata de la forma, han sido divulgados como poesía cantada y tuvieron mucho éxito en Polonia, como es el caso de Nada dos veces.
Nada dos veces
Nada ocurre dos veces
y nunca ocurrirá.
Nacimos sin experiencia,
moriremos sin rutina.
Aunque fuéramos los alumnos
más torpes en la escuela del mundo,
nunca más repasaremos
ningún verano o invierno.
Ningún día se repite,
no hay dos noches iguales,
dos besos que dieran lo mismo,
dos miradas en los mismos ojos.
Ayer alguien pronunciaba
tu nombre en mi presencia,
como si de repente cayera
una rosa por la ventana abierta.
Hoy, cuando estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Es flor? ¿O tal vez piedra?
¿Y por qué tú, mala hora,
te enredas en un miedo inútil?
Eres, pues estás pasando,
pasarás —es bello esto.
Sonrientes, abrazados,
intentemos encontrarnos,
aunque seamos distintos
como dos gotas de agua.
Sobre la autora:
Wislawa Szymborska, poeta, traductora de poesía y periodista, nació el 2 de julio de 1923 en Bnin, cerca de Poznan. Reside desde hace años en Cracovia. Despertó el profundo interés de los críticos y los lectores con su tercer libro de poemas. Llamada a Yeti (1957), cuya publicación coincidió con la aparición de otros representantes de la generación de 1956.
A partir de este tiempo vieron luz otros libros de poemas de Szymborska: Gran número (1976), Gente en el puente (1986), Fin y principio (1993), En el puente (1992), De la muerte sin exagerar (1996), No sé qué gente (1997), título que dio a su discurso cuando recibió el Premio Nobel de Literatura.
La finura de la palabra poética de Szymborska pierde mucho en la traducción al español. Su lenguaje tiene una vibración emocional e intelectual muy particular, debido a una mezcla de observaciones muy concretas, tomadas frecuentemente del mundo de la biología, y de un tono lírico sobrio, siempre atenuado por la ironía.
Cada poema parece una joya, perfecta e irrepetible, que la poeta elabora con la máxima discreción. Szymborska suele partir de un dicho, de un giro coloquial,
de una pequeña observación práctica o de un reflejo de sus lecturas, deformándolo, arrojando sobre este dato una nueva luz, siempre teñida de humor lingüístico. Una grave meditación filosófica sobre la situación del hombre contemporáneo, expresada a través de la danza de una sirena muda de Christian Andersen.
Porque amar a la poesía —después de la lección de Tadeuz Różewicz— implica renunciar a la belleza demasiado “alta” de una poesía confiada en sí misma. Para expresar sus inquietudes de ser pensante y comprometido, Szymborska ha preferido olvidar su voz de concertista. No obstante, algunos de sus poemas, gracias a la sencillez y a la elegancia innata de la forma, han sido divulgados como poesía cantada y tuvieron mucho éxito en Polonia, como es el caso de Nada dos veces.
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Excelente
Damablanca.
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Somos lo que aprendimos
Esta costumbre dulce
de perder el respeto,
de agarrarse a la vida
como si nada fuera,
como si ya la muerte
se hubiera convertido
en borroso subtítulo
de una vieja película.
Nos fuimos desnudando
en andenes lentísimos,
al filo de la noche,
cuando la madrugada
era una vieja furcia.
Somos lo que aprendimos
en esta soledad donde regamos
margaritas de plástico y silencio.
María Rosal.
Esta costumbre dulce
de perder el respeto,
de agarrarse a la vida
como si nada fuera,
como si ya la muerte
se hubiera convertido
en borroso subtítulo
de una vieja película.
Nos fuimos desnudando
en andenes lentísimos,
al filo de la noche,
cuando la madrugada
era una vieja furcia.
Somos lo que aprendimos
en esta soledad donde regamos
margaritas de plástico y silencio.
María Rosal.
Manuela- Cantidad de envíos : 598
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Hola de nuevo amig@s y más madera!
Un poemita que leí ayer y me dejó mascullando
(y sí, Dama, de cuando en cuando, aunque últimamente me ha costado encontrar el hueco con tantos compromisos,
sigo escribiendo cositas para desahogar y exorcizar mis fantasmas particulares... espero compartir algo en breve)
Hoy, de Rosario Castellanos, Amor
(citado en Cortázar, El Nombre Innominable)
El que se va se lleva su memoria,
su modo de ser río, de ser aire,
de ser adiós y nunca.
Hasta que un día otro lo para, lo detiene
y lo reduce a voz, a piel, a superficie
ofrecida, entregada, mientras dentro de sí
la oculta soledad aguarda y tiembla
y muchos abrazos que nunca acaben
Aktea- Cantidad de envíos : 517
Localización : Islas Canarias
Fecha de inscripción : 19/02/2008
Re: Poema del día
Gracias por esta nueva entrega, Aktea.
Tus poemas y cuentos son siempre bienvenidos, ya sabes.
Un abrazo,
Damablanca.
Tus poemas y cuentos son siempre bienvenidos, ya sabes.
Un abrazo,
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
'Oídme amigos', de Marcos Ana (1920)
<blockquote>Oídme amigos. He visto
con los ojos soñolientos
algo que quiero contaros.
Es la madrugada. Un preso
enfrente de mí despierta.
Se incorpora sobre un codo.
Lía un cigarro. Se sienta.
Mientras fuma tiene ausente
la mirada, como dormida la frente
(Sueña el viento en la ventana)
Tira el cigarro. Se inclina.
Saca un pedazo de pan,
se lo come lentamente
y después… rompe a llorar.
(Quizás no tenga importancia…
Yo os lo cuento)
Ya sabéis que a mi las losas
me han gastado hasta los huesos
del corazón,
pero ver llorar a un hombre
es algo, siempre, tremendo.
Y este preso no es un árbol
que se ha roto. Sigue ileso.
Pero de pronto ha venido
todo lo "suyo" a su encuentro
en esta noche tranquila…
Con su dolor en mi pecho
le miro. No puede verme.
Sus ojos están muy lejos.
Sus ojos cerca, llorando
tan suave, tan hondamente
que apenas si mueve el aire
y el silencio.
Un "alerta" le estremece.
(Por el patio
se oye cruzar el relevo).</blockquote>
<blockquote>Oídme amigos. He visto
con los ojos soñolientos
algo que quiero contaros.
Es la madrugada. Un preso
enfrente de mí despierta.
Se incorpora sobre un codo.
Lía un cigarro. Se sienta.
Mientras fuma tiene ausente
la mirada, como dormida la frente
(Sueña el viento en la ventana)
Tira el cigarro. Se inclina.
Saca un pedazo de pan,
se lo come lentamente
y después… rompe a llorar.
(Quizás no tenga importancia…
Yo os lo cuento)
Ya sabéis que a mi las losas
me han gastado hasta los huesos
del corazón,
pero ver llorar a un hombre
es algo, siempre, tremendo.
Y este preso no es un árbol
que se ha roto. Sigue ileso.
Pero de pronto ha venido
todo lo "suyo" a su encuentro
en esta noche tranquila…
Con su dolor en mi pecho
le miro. No puede verme.
Sus ojos están muy lejos.
Sus ojos cerca, llorando
tan suave, tan hondamente
que apenas si mueve el aire
y el silencio.
Un "alerta" le estremece.
(Por el patio
se oye cruzar el relevo).</blockquote>
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
'Bella', de Michel Leiris (1901 - 1990)
<blockquote>Para descubrir la existencia de los extasiados filones
en las móviles profundidades de tu cuerpo
mis dedos son varitas mágicas.
Insólitas serpientes de la cólera
mis muebles se odian en mi dormitorio
y sus grandes batallas inmóviles recuerdan
las de nuestras manos las de nuestros labios
las de febriles vapores que brotan a medianoche en los puertos
las de mansiones que invisiblemente se rajan de alto en bajo
cuando los pasos de una mujer demasiado bella resuenan.
Ella era hermosa como el día.
Belleza es la corona ardiente
es el rumor que recorre el árbol
del corazón a la corteza por la albura.
Belleza es el esplendor de una boca que se pliega
herida por los remolinos de un lenguaje en excesivo amargo
como son todas las lenguas que pretender decir alguna cosa.
Ella era bella como un espejo
un deformante espejo donde se miran igualados por la común irrealidad
los que son feos y aquellos que poseen una insensata elegancia.
Los espejos se empañarán cuando sus labios hayan concluido
de dar en el espejito del bolso ese precario signo de vida
los espejos madurarán
porque madura cuanto se empaña.
Y en efecto.
es la muerte eterna quien –royendo cuerpos y rostros-
otorga a algunos ese encanto inolvidable
de las viejas cosas que han perdido el dorado Extremos de cordón roto
Troceados corazones Ojos perdidos Cortadas uñas.
Amo cuanto se deshace
maduros frutos que caen a tierra a tiempo de enmascarar
su fracaso en la noche.
Oh, inalterable blancura de las tenues aureolas.
Cuerpos destruidos Marchitos rostros.
Inseguras estatuas roídas por la lluvia y los hongos.
No amo sino vuestra forma desvastada
pareja a cuanto el amor amengua y de colora. </blockquote>
<blockquote>Para descubrir la existencia de los extasiados filones
en las móviles profundidades de tu cuerpo
mis dedos son varitas mágicas.
Insólitas serpientes de la cólera
mis muebles se odian en mi dormitorio
y sus grandes batallas inmóviles recuerdan
las de nuestras manos las de nuestros labios
las de febriles vapores que brotan a medianoche en los puertos
las de mansiones que invisiblemente se rajan de alto en bajo
cuando los pasos de una mujer demasiado bella resuenan.
Ella era hermosa como el día.
Belleza es la corona ardiente
es el rumor que recorre el árbol
del corazón a la corteza por la albura.
Belleza es el esplendor de una boca que se pliega
herida por los remolinos de un lenguaje en excesivo amargo
como son todas las lenguas que pretender decir alguna cosa.
Ella era bella como un espejo
un deformante espejo donde se miran igualados por la común irrealidad
los que son feos y aquellos que poseen una insensata elegancia.
Los espejos se empañarán cuando sus labios hayan concluido
de dar en el espejito del bolso ese precario signo de vida
los espejos madurarán
porque madura cuanto se empaña.
Y en efecto.
es la muerte eterna quien –royendo cuerpos y rostros-
otorga a algunos ese encanto inolvidable
de las viejas cosas que han perdido el dorado Extremos de cordón roto
Troceados corazones Ojos perdidos Cortadas uñas.
Amo cuanto se deshace
maduros frutos que caen a tierra a tiempo de enmascarar
su fracaso en la noche.
Oh, inalterable blancura de las tenues aureolas.
Cuerpos destruidos Marchitos rostros.
Inseguras estatuas roídas por la lluvia y los hongos.
No amo sino vuestra forma desvastada
pareja a cuanto el amor amengua y de colora. </blockquote>
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Gracias, amiga, por traernos tantos poemas cada día
un abrazo especial e interminable para ti
Aktea- Cantidad de envíos : 517
Localización : Islas Canarias
Fecha de inscripción : 19/02/2008
Re: Poema del día
Gran poema, Ety. Gracias.
Abrazos,
Damablanca.
Abrazos,
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
De José Agustín Goytisolo (1928-1999)
ASÍ SON
<blockquote>Su profesión se sabe es muy antigua
y ha perdurado hasta ahora sin variar
a través de los siglos y civilizaciones.
No conocen vergüenza ni reposo
se emperran en su oficio a pesar de las críticas
unas veces cantando
otras sufriendo el odio y la persecución
mas casi siempre bajo tolerancia.
Platón no les dio sitio en su República.
Creen en el amor
a pesar de sus muchas corrupciones y vicios
suelen mitificar bastante la niñez
y poseen medallones o retratos
que miran en silencio cuando se ponen tristes.
Ah curiosas personas que en ocasiones yacen
en lechos lujosísimos y enormes
pero que no desdeñan revolcarse
en los sucios jergones de la concupiscencia
sólo por un capricho.
Le piden a la vida más de lo que ésta ofrece.
Difícilmente llegan a reunir dinero
la previsión no es su característica
y se van marchitando poco a poco
de un modo algo ridículo
si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son pues los poetas
las viejas prostitutas de la Historia.</blockquote>
ASÍ SON
<blockquote>Su profesión se sabe es muy antigua
y ha perdurado hasta ahora sin variar
a través de los siglos y civilizaciones.
No conocen vergüenza ni reposo
se emperran en su oficio a pesar de las críticas
unas veces cantando
otras sufriendo el odio y la persecución
mas casi siempre bajo tolerancia.
Platón no les dio sitio en su República.
Creen en el amor
a pesar de sus muchas corrupciones y vicios
suelen mitificar bastante la niñez
y poseen medallones o retratos
que miran en silencio cuando se ponen tristes.
Ah curiosas personas que en ocasiones yacen
en lechos lujosísimos y enormes
pero que no desdeñan revolcarse
en los sucios jergones de la concupiscencia
sólo por un capricho.
Le piden a la vida más de lo que ésta ofrece.
Difícilmente llegan a reunir dinero
la previsión no es su característica
y se van marchitando poco a poco
de un modo algo ridículo
si antes no les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son pues los poetas
las viejas prostitutas de la Historia.</blockquote>
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
En el día del amor y la amistad....
Amor
Allá los incapaces,
los que no encuentran su corazón para ofrecerlo
los que no saben por dónde vuelan las gaviotas
ni buscan el sendero que descubra sus moradas,
Allá los débiles,
Los que no pueden resistir un sol dentro del pecho
Y en las piedras del camino dejan la esperanza,
El puño, las azadas, el roble, sus propósitos.
Amor
allá los inconscientes,
los que deshacen amaneceres y canciones
y niegan con su sombra
la claridad y el viento al hombre que los guía
allá lo cobardes
los que con cada paso temen perder el horizonte
y en cada riesgo los desarma el miedo,
allá los prepotentes
los que rechazan que el polvo donde pisan
es honra y no escalera
es patria y no sitial.
Amor
Allá los egoístas,
Los que no comparten el techo y la comida,
La cama y la confianza
Y cierran sus puertas para no sufrir inundaciones,
desperfectos, roturas, descalabros.
Allá los frustrados,
Los que sueñan
Sin conocer que soñar es derecho
De quienes defienden, fundan, construyen
una realidad que se acerca a sus sueños,
los cumple o sobrepasa
Amor
Allá todos los que de soledad mueren tan solos
acá nosotros
simplemente nosotros los que amamos
Amor
a mí no se me ha muerto la esperanza
no lo digo vencedor,
no lo digo poderoso,
no lo digo como un conjuro,
como falso testimonio o como estandarte,
tampoco lo digo como un malabarista
en la carpa del circo,
como el centro del universo
al margen de sus rutas
o como el intocado por
las dentelladas de la vida,
no lo digo acaso en
un instante de júbilo
ni siquiera lo digo con el
optimismo necesario para los comienzos.
A mí no se me ha muerto la esperanza,
lo digo como quien afirma una elemental
condición del ser humano,
lo digo con la tristeza y el miedo
a las espaldas,
lo digo con la incertidumbre
del que sabe
que aún no han sido derrotados
la insatisfacción y el hastío,
lo digo con la madurez del que no ignora
que el fracaso, la frustración y la amargura
le tocarán la puerta todavía
como insepultos guerreros de un tiempo sepultados
a mí no se me ha muerto la esperanza
ni una sola de las tantas veces en que muero vivo
cuando alguno con mi propio rostro me abandona,
cuando alguno al que sostuve me niega el apoyo de su brazo
o cuando el mas cercano me injuria,
me desconoce
o me deshace
A mí no se me ha muerto la esperanza,
la justicia mayor esta presente
aunque coexistan en el prado
mezquinas injusticias
este es el tiempo del amor
y el amor va vertiendo ronda a ronda su fiel cosecha,
a mí no se me ha muerto la esperanza.
La esperanza soy yo,
porque la esperanza es el pueblo y yo le pertenezco,
yo que también tropiezo,
asumo errores, rectifico
y para limpiarme los pulmones respiro hondo
y sigo hacia adelante,
yo sé que en este mundo poco a poco mas limpio
hay que tener corazón para el desgarramiento inevitable
y corazón roturado para la siembra de confianza y alegría
a mí no se me ha muerto la esperanza
porque la muerte no es mi vocación,
porque no le conozco un rostro definitivo
a no ser el rostro múltiple de nuestras multitudes
porque no acepto mas voluntad
que mi terca voluntad de alzar junto a otras manos
voluntariosamente tercas
la tierra fecunda, luminosa, irrenunciable del pueblo.
Autor: Francisco Garzón Céspedes.
Poeta cubano.
Allá los incapaces,
los que no encuentran su corazón para ofrecerlo
los que no saben por dónde vuelan las gaviotas
ni buscan el sendero que descubra sus moradas,
Allá los débiles,
Los que no pueden resistir un sol dentro del pecho
Y en las piedras del camino dejan la esperanza,
El puño, las azadas, el roble, sus propósitos.
Amor
allá los inconscientes,
los que deshacen amaneceres y canciones
y niegan con su sombra
la claridad y el viento al hombre que los guía
allá lo cobardes
los que con cada paso temen perder el horizonte
y en cada riesgo los desarma el miedo,
allá los prepotentes
los que rechazan que el polvo donde pisan
es honra y no escalera
es patria y no sitial.
Amor
Allá los egoístas,
Los que no comparten el techo y la comida,
La cama y la confianza
Y cierran sus puertas para no sufrir inundaciones,
desperfectos, roturas, descalabros.
Allá los frustrados,
Los que sueñan
Sin conocer que soñar es derecho
De quienes defienden, fundan, construyen
una realidad que se acerca a sus sueños,
los cumple o sobrepasa
Amor
Allá todos los que de soledad mueren tan solos
acá nosotros
simplemente nosotros los que amamos
Amor
a mí no se me ha muerto la esperanza
no lo digo vencedor,
no lo digo poderoso,
no lo digo como un conjuro,
como falso testimonio o como estandarte,
tampoco lo digo como un malabarista
en la carpa del circo,
como el centro del universo
al margen de sus rutas
o como el intocado por
las dentelladas de la vida,
no lo digo acaso en
un instante de júbilo
ni siquiera lo digo con el
optimismo necesario para los comienzos.
A mí no se me ha muerto la esperanza,
lo digo como quien afirma una elemental
condición del ser humano,
lo digo con la tristeza y el miedo
a las espaldas,
lo digo con la incertidumbre
del que sabe
que aún no han sido derrotados
la insatisfacción y el hastío,
lo digo con la madurez del que no ignora
que el fracaso, la frustración y la amargura
le tocarán la puerta todavía
como insepultos guerreros de un tiempo sepultados
a mí no se me ha muerto la esperanza
ni una sola de las tantas veces en que muero vivo
cuando alguno con mi propio rostro me abandona,
cuando alguno al que sostuve me niega el apoyo de su brazo
o cuando el mas cercano me injuria,
me desconoce
o me deshace
A mí no se me ha muerto la esperanza,
la justicia mayor esta presente
aunque coexistan en el prado
mezquinas injusticias
este es el tiempo del amor
y el amor va vertiendo ronda a ronda su fiel cosecha,
a mí no se me ha muerto la esperanza.
La esperanza soy yo,
porque la esperanza es el pueblo y yo le pertenezco,
yo que también tropiezo,
asumo errores, rectifico
y para limpiarme los pulmones respiro hondo
y sigo hacia adelante,
yo sé que en este mundo poco a poco mas limpio
hay que tener corazón para el desgarramiento inevitable
y corazón roturado para la siembra de confianza y alegría
a mí no se me ha muerto la esperanza
porque la muerte no es mi vocación,
porque no le conozco un rostro definitivo
a no ser el rostro múltiple de nuestras multitudes
porque no acepto mas voluntad
que mi terca voluntad de alzar junto a otras manos
voluntariosamente tercas
la tierra fecunda, luminosa, irrenunciable del pueblo.
Autor: Francisco Garzón Céspedes.
Poeta cubano.
Ana Yajaira Salazar- Cantidad de envíos : 1098
Edad : 69
Localización : Isla Margarita, Estado Nueva Esparta. Venezuela
Fecha de inscripción : 01/09/2008
Re: Poema del día
Les dejó dos poemas inéditos de Luis García Montero. Para él y su obra está dedicado el suplemento cultural del periódico la Jornada México, del día de hoy.
Les dejo una muestra:
Dos poemas inéditos
Luis García Montero
Luis García Montero, Ángel González
y Joaquín Sabina
Les dejo una muestra:
Dos poemas inéditos
Luis García Montero
La tristeza del mar cabe en un vaso de agua No hay pues mujer más sola, más tristemente sola, que la que quiere amar a un hombre triste. Piedad Bonnett Los hombres tristes, que tienen en sus ojos un café de provincias, que no saben mentir como quien dice, que se esconden detrás de los periódicos, que se quedan sentados en su silla cuando la fiesta baila, que gastan por zapatos una tarde de lluvia, que saludan con miedo, que de pronto una noche se deshacen, que cantan perseguidos por la risa, que abrazan, que importunan hasta quedarse solos, que retornan después a su tristeza igual que a su pañuelo y a su vaso de agua, que ven cómo se alejan las novias y los barcos, esos hombres manchados por las últimas horas de la ocasión perdida, me recuerdan a mí. |
El método es menos leal que el error afortunado No buscaba las olas cuando después del beso descubrí en su piel un recuerdo salado del mar donde fui niño. Confirmo si hace falta que todo lo pensé, mil veces he medido las sílabas del tiempo, pero también mil veces aprendí que no salen las cuentas, y la duna que soy de forma irremediable se ha hecho con arena movediza, con mi viento descalzo de los juguetes rotos, mis historias de amor, mi mala vida. |
Luis García Montero, Ángel González
y Joaquín Sabina
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Gracias, Ety.
Los poemas son muy interesantes y la foto es muy apropiada para estos días que se celebra el carnaval.
Besos
Mª Dolores
Los poemas son muy interesantes y la foto es muy apropiada para estos días que se celebra el carnaval.
Besos
Mª Dolores
Mª Dolores- Cantidad de envíos : 887
Localización : Barcelona
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Yo opino igual que Loló, unos poemas interesantes y muy bonitos.
Gracias Ety,
Damablanca.
Gracias Ety,
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
'La historia no fue así', de Juan Massana (1950)
Pero así la contaron.
La indolencia de los días
alcanzó el otoño
y la hizo cierta.
Y creció. Y ya no dudó
el viento en las esquinas.
Y estaba el sí
y el no. Y cada palabra
con la concha obstinada
de su significado.
Atrapados por el ámbar
de lo que nunca sucedió
construimos nuestra historia.
Pero así la contaron.
La indolencia de los días
alcanzó el otoño
y la hizo cierta.
Y creció. Y ya no dudó
el viento en las esquinas.
Y estaba el sí
y el no. Y cada palabra
con la concha obstinada
de su significado.
Atrapados por el ámbar
de lo que nunca sucedió
construimos nuestra historia.
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
De la poetisa Natalia Luna
Intermedio musical para dejarte libre más una
soga (conversación)
A veces, sólo por sentarme a ver lo que has dejado
se me hace temprano
c o n t e m p l o m o m e n t o s l a r g o s
e n t o r n o s c o m p l e t a m e n t e blancos
Te pienso y te censuro:
Eres un Adán reconstruido:
Sin léxico, sin presagios.
Nuestro encuentro no puede terminar aquí
interferido por las voces que pretenden atacarte
Pero las voces las llevo dentro y cómo las apago
Las disolveré en el ruido
En los caóticos imperios del azul metálico.
Regresaré cuando la cura haya sido inventada
Cuando ya no pueda contagiarte de este orgánico remordimiento
Cuando la bacteria de la furia desempañe mis pupilas
Cuando pare de abreviar el tiempo
en palabras repetidas y esta soledad altisonante.
Intermedio musical para dejarte libre más una
soga (conversación)
A veces, sólo por sentarme a ver lo que has dejado
se me hace temprano
c o n t e m p l o m o m e n t o s l a r g o s
e n t o r n o s c o m p l e t a m e n t e blancos
Te pienso y te censuro:
Eres un Adán reconstruido:
Sin léxico, sin presagios.
Nuestro encuentro no puede terminar aquí
interferido por las voces que pretenden atacarte
Pero las voces las llevo dentro y cómo las apago
Las disolveré en el ruido
En los caóticos imperios del azul metálico.
Regresaré cuando la cura haya sido inventada
Cuando ya no pueda contagiarte de este orgánico remordimiento
Cuando la bacteria de la furia desempañe mis pupilas
Cuando pare de abreviar el tiempo
en palabras repetidas y esta soledad altisonante.
Ety- Cantidad de envíos : 5484
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Fecha de inscripción : 18/02/2008
Un poeta de mi país: Miguel Otero Silva
Miguel Otero Silva
Poema de tu voz
Tu voz puebla de lirios
los barrancos soleados donde silban mis versos de combate.
Tu voz siembra de estrellas y de azul
el cielo pequeñito de mi alma.
Tu voz cae en mi sangre
como una piedra blanca en un lago tranquilo.
En mi pecho amanecen pájaros y campanas
cuando muere el silencio para nacer tu voz.
Amo tu voz cuando cantas
y hay un temblor de nidos y de bosques en tu garganta blanca.
Amo tu voz cuando cantas
y te estremece el ritmo de las fuentes que bajan de la montaña.
Amo tu voz cuando cantas
y sacude tu voz la ternura fecunda
de las brisas que transportan el polen en las tardes de primavera.
Amo tu voz cuando estás en silencio
porque el silencio es un sutil presagio de tu voz.
Y amo tu voz con un amor intenso como la muerte
cuando ella se deshoja en palabras confusas,
en palabras mojadas de tu aroma y tu sangre,
en menudas palabras que en la sombra me buscan
como niños perdidos,
en palabras quemantes como llamas azules,
en el tibio murmullo que no llega a palabra.
Amo tu voz intensamente en el corazón de la medianoche.
Cuando tu voz se abrasa en la selva incendiada de nuestro amor.
Poema de tu voz
Tu voz puebla de lirios
los barrancos soleados donde silban mis versos de combate.
Tu voz siembra de estrellas y de azul
el cielo pequeñito de mi alma.
Tu voz cae en mi sangre
como una piedra blanca en un lago tranquilo.
En mi pecho amanecen pájaros y campanas
cuando muere el silencio para nacer tu voz.
Amo tu voz cuando cantas
y hay un temblor de nidos y de bosques en tu garganta blanca.
Amo tu voz cuando cantas
y te estremece el ritmo de las fuentes que bajan de la montaña.
Amo tu voz cuando cantas
y sacude tu voz la ternura fecunda
de las brisas que transportan el polen en las tardes de primavera.
Amo tu voz cuando estás en silencio
porque el silencio es un sutil presagio de tu voz.
Y amo tu voz con un amor intenso como la muerte
cuando ella se deshoja en palabras confusas,
en palabras mojadas de tu aroma y tu sangre,
en menudas palabras que en la sombra me buscan
como niños perdidos,
en palabras quemantes como llamas azules,
en el tibio murmullo que no llega a palabra.
Amo tu voz intensamente en el corazón de la medianoche.
Cuando tu voz se abrasa en la selva incendiada de nuestro amor.
Ana Yajaira Salazar- Cantidad de envíos : 1098
Edad : 69
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Fecha de inscripción : 01/09/2008
Re: Poema del día
Puro Cortázar, uffff, qué bonito!!!
Y más abracitos interminables
Aktea- Cantidad de envíos : 517
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Fecha de inscripción : 19/02/2008
El día de la poesía
Para celebrar el día de la poesía (que no sabía que existiera) os traigo este breve poema, de Eloy Sánchez Rosillo, pertenece a su libro titulado "La vida" y dice así:
PRINCIPIO Y FIN:
Puede ser que te digas: "El año que viene
quiero volver a Italia", o: "El año que hoy empieza
tengo que aprovecharlo; con un poco de suerte
acabaré mi libro", y también "Cuando crezca
mi hijo, ¿qué haré yo sin el don de su infancia?".
Pero el verano próximo, en verdad, ya ha pasado;
terminaste hace muchos años el libro aquel
en el que ahora trabajas; tu hijo se hizo un hombre
y siguió su camino, lejos de ti. Los días
que vendrán ya vinieron. Y luego cae la noche.
A la vez respiramos la luz y la ceniza.
Principio y fin habitan en el mismo relámpago.
Besos
Mª Dolores
PRINCIPIO Y FIN:
Puede ser que te digas: "El año que viene
quiero volver a Italia", o: "El año que hoy empieza
tengo que aprovecharlo; con un poco de suerte
acabaré mi libro", y también "Cuando crezca
mi hijo, ¿qué haré yo sin el don de su infancia?".
Pero el verano próximo, en verdad, ya ha pasado;
terminaste hace muchos años el libro aquel
en el que ahora trabajas; tu hijo se hizo un hombre
y siguió su camino, lejos de ti. Los días
que vendrán ya vinieron. Y luego cae la noche.
A la vez respiramos la luz y la ceniza.
Principio y fin habitan en el mismo relámpago.
Besos
Mª Dolores
Mª Dolores- Cantidad de envíos : 887
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Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Para continuar la celebración, dejo aquí este poema de Juan Carlos Mestre, que fue galardonado en España con el Premio Nacional de Poesía 2009 y que además es amigo mío.
Lo que sé de mí
Yo he nacido aquí junto a las altas lilas del verano
y los verdes racimos amargos de la aurora.
Yo he nacido entre las rosas que han muerto
y el mustio follaje de los jardines de un sueño.
En las transparentes alamedas que canta el ruiseñor
y abre el rocío con su cuchillo de cristal en la mañana.
Como la hoja que cae sobre un sepulcro
yo he pisado al nacer esta piedra y su luz me ha salpicado.
Como el que nace para la música y talla la madera o la roca
y escucha su voz crujir bajo el cincel y no pregunta.
Yo he nacido duro de corazón y equivocado,
pero vosotros me habéis dado la tierna mano de la primavera.
El que sopla las estaciones y hace reverdecer al árbol muerto
ha mirado esta rama joven que no ardía.
Al consumido en su luz y al que el amor destierra
mis días por igual se han parecido.
Como aquel que al entrar en su casa se encuentra con la mar
y goza y es feliz y se queda con ella para siempre.
Yo he nacido aquí antes de que mi corazón se diera cuenta
y una dulce mujer se acercara a mi sombra como madre.
Desde entonces he sido melancólico y triste
porque he contado los astros y la lluvia y la arena.
De lo ajeno he tenido la bondad de la tierra
y de lo mío la nada en su infinita certeza.
He visto a los hombres mirar hacia el cielo
como buscando la vida que junto a ti se les niega.
Y he padecido con el dolor entre todos
y no he cerrado la puerta al florecido en su odio.
Al que marcado con saliva se esconde de los muchos
lo he elegido más cerca de mi corazón que a los otros.
Y he contemplado a los pájaros
resolver en el vuelo el misterio del aire.
Yo he nacido aquí junto a la piedra de Cluny
donde brota el mirto su tallo en la maleza.
Pero no he sido feliz,
mi memoria se ha cansado de llover y esperarte.
Nada pudo la abundante espiga del dolor contra nosotros,
cuanto más me iba, más tu amor me aprisionaba.
Y así he sido claro bajo el sol y también fuente
donde vienen a beber desde el fondo del mundo las estatuas.
Y un día, un día como hoy resplandeciente y puro
rozado tal vez por el deseo se acercó a la ventana mi figura.
Y al ver todo transido de pétalo aquel cuerpo
salí como siguiéndola y me perdí en su calle.
Yo te he amado pequeño pueblo entre dos ríos
donde supo mi corazón el don de la palabra y las alondras.
(Juan Carlos Mestre)
Lo que sé de mí
Yo he nacido aquí junto a las altas lilas del verano
y los verdes racimos amargos de la aurora.
Yo he nacido entre las rosas que han muerto
y el mustio follaje de los jardines de un sueño.
En las transparentes alamedas que canta el ruiseñor
y abre el rocío con su cuchillo de cristal en la mañana.
Como la hoja que cae sobre un sepulcro
yo he pisado al nacer esta piedra y su luz me ha salpicado.
Como el que nace para la música y talla la madera o la roca
y escucha su voz crujir bajo el cincel y no pregunta.
Yo he nacido duro de corazón y equivocado,
pero vosotros me habéis dado la tierna mano de la primavera.
El que sopla las estaciones y hace reverdecer al árbol muerto
ha mirado esta rama joven que no ardía.
Al consumido en su luz y al que el amor destierra
mis días por igual se han parecido.
Como aquel que al entrar en su casa se encuentra con la mar
y goza y es feliz y se queda con ella para siempre.
Yo he nacido aquí antes de que mi corazón se diera cuenta
y una dulce mujer se acercara a mi sombra como madre.
Desde entonces he sido melancólico y triste
porque he contado los astros y la lluvia y la arena.
De lo ajeno he tenido la bondad de la tierra
y de lo mío la nada en su infinita certeza.
He visto a los hombres mirar hacia el cielo
como buscando la vida que junto a ti se les niega.
Y he padecido con el dolor entre todos
y no he cerrado la puerta al florecido en su odio.
Al que marcado con saliva se esconde de los muchos
lo he elegido más cerca de mi corazón que a los otros.
Y he contemplado a los pájaros
resolver en el vuelo el misterio del aire.
Yo he nacido aquí junto a la piedra de Cluny
donde brota el mirto su tallo en la maleza.
Pero no he sido feliz,
mi memoria se ha cansado de llover y esperarte.
Nada pudo la abundante espiga del dolor contra nosotros,
cuanto más me iba, más tu amor me aprisionaba.
Y así he sido claro bajo el sol y también fuente
donde vienen a beber desde el fondo del mundo las estatuas.
Y un día, un día como hoy resplandeciente y puro
rozado tal vez por el deseo se acercó a la ventana mi figura.
Y al ver todo transido de pétalo aquel cuerpo
salí como siguiéndola y me perdí en su calle.
Yo te he amado pequeño pueblo entre dos ríos
donde supo mi corazón el don de la palabra y las alondras.
(Juan Carlos Mestre)
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
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Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Me sumo a la celebración compartiendo otro precioso poema
Gatidad
La gata entra en la sala en donde estamos reunidos.
No es de Angora, no es persa
Ni de ninguna raza prestigiosa.
Más bien exhibe en su gastada pelambre
Toda clase de cruces y bastardías.
Pero tiene conciencia de ser gata.
Por tanto
Pasa revista a los presentes,
Nos echa en cara un juicio desdeñoso
Y se larga.
No con la cola entre las patas: erguida
Como penacho o estandarte de guerra.
Altivez, gatidad,
Ni el menor deseo
De congraciarse con nadie.
Duró medio minuto el escrutinio.
Dice la gata a quien entienda su lengua:
Nunca dejes que nadie te desprecie.
José Emilio Pacheco,
México
y más abrazos que nunca se acaben
Aktea- Cantidad de envíos : 517
Localización : Islas Canarias
Fecha de inscripción : 19/02/2008
Re: Poema del día
Y esta es mi aportación:
Miradas
Ricardo Yáñez
1
No sé si sonreír o nada más
en seriedad contenta así quedarme,
no sé si cuando vayas a mirarme
en la foto suspires. Sé, quizás,
que como tú me mires yo procuro
ahora mirarme, el gesto disponer,
sé que lo que quisiera es no saber
sino dejarme ser, pa qué me apuro.
¿Cuento contigo o no? Yo sé que cuento,
pero eso me preocupa. Pediría,
si algo puedo pedir, de mí olvidarme
y no tener en cuenta ni un adarme
de tu interés en mí, pero me acuerdo
que si no pienso en ti todo lo pierdo.
2
Esa mirada mira solamente
y con sólo mirarnos se despide,
esa mirada mira más que mide
el infinito acaso, se presiente.
Se le presiente indócil y renuente
a despedirse, pero a gritos pide
nada pedir. La luz que franca expide
a dar de sí se da, cual sol poniente.
Algo azorada trajo del desierto
el espacio estelar bien aprendido
y recuerdos de un cuerpo en el olvido
como a rosa aromoso y como a puerto.
Enamorada dice: –Todo es cierto,
mas todo tan fugaz… Todo se ha ido.
3
Si miro tu mirada me retiro
como a un bosque de ciervos donde un río
nace de un manantial que siendo mío
es de todo lo que es, y así suspiro
y me dejo llevar por tu mirada
a donde siendo yo más bien soy nada,
una nada que aquiétase y cultiva
su mejor libertad de ti cautiva.
Si en la hondura de ti me miro y veo,
ya ni cómo saber lo que es deseo,
que todo tengo ya cuando a la vista
te tengo, y sin tenerte, y lo que exista
más alla de este olvido qué importancia
podrá tener –sin ti, sin tu fragancia.
Miradas
Ricardo Yáñez
1
No sé si sonreír o nada más
en seriedad contenta así quedarme,
no sé si cuando vayas a mirarme
en la foto suspires. Sé, quizás,
que como tú me mires yo procuro
ahora mirarme, el gesto disponer,
sé que lo que quisiera es no saber
sino dejarme ser, pa qué me apuro.
¿Cuento contigo o no? Yo sé que cuento,
pero eso me preocupa. Pediría,
si algo puedo pedir, de mí olvidarme
y no tener en cuenta ni un adarme
de tu interés en mí, pero me acuerdo
que si no pienso en ti todo lo pierdo.
2
Esa mirada mira solamente
y con sólo mirarnos se despide,
esa mirada mira más que mide
el infinito acaso, se presiente.
Se le presiente indócil y renuente
a despedirse, pero a gritos pide
nada pedir. La luz que franca expide
a dar de sí se da, cual sol poniente.
Algo azorada trajo del desierto
el espacio estelar bien aprendido
y recuerdos de un cuerpo en el olvido
como a rosa aromoso y como a puerto.
Enamorada dice: –Todo es cierto,
mas todo tan fugaz… Todo se ha ido.
3
Si miro tu mirada me retiro
como a un bosque de ciervos donde un río
nace de un manantial que siendo mío
es de todo lo que es, y así suspiro
y me dejo llevar por tu mirada
a donde siendo yo más bien soy nada,
una nada que aquiétase y cultiva
su mejor libertad de ti cautiva.
Si en la hondura de ti me miro y veo,
ya ni cómo saber lo que es deseo,
que todo tengo ya cuando a la vista
te tengo, y sin tenerte, y lo que exista
más alla de este olvido qué importancia
podrá tener –sin ti, sin tu fragancia.
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Poema del día
Un poema (quizás demasiado largo) del siempre querido Maestro Benedetti. (Nacha Guevara canta la última parte del poema, seguramente la habrán escuchado)
Pero aunque largo es tan hermoso que me gusta leerlo constantemente y aquí lo dejo:
A la Izquierda del Roble
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah, pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico:
Ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
déjame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico:
Vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llévale flores
que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.
Pero aunque largo es tan hermoso que me gusta leerlo constantemente y aquí lo dejo:
A la Izquierda del Roble
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah, pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico:
Ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
déjame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico:
Vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llévale flores
que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.
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Re: Poema del día
Es precioso, el otro día en el homenaje a Mario Benedetti en la Casa América de Cataluña, lo recitó la actriz uruguaya, Dahd Sfeir, entre fotos del poeta, fue uno de los momentos más emotivos de todo el acto.
Besos
Mª Dolores
Besos
Mª Dolores
Mª Dolores- Cantidad de envíos : 887
Localización : Barcelona
Fecha de inscripción : 18/02/2008
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