¿Compartir sensaciones? El otoño.

Los Jardines de La Granja de San Ildefonso, cerca de Segovia, fueron construidos por Felipe V, nieto del "Rey Sol", que alcanzó el trono español después de la larga Guerra de Sucesión y que fue el primer Borbón de nuestro país. En su empeño de afrancesar España, pretendió un "pequeño Versalles" en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama y entre 1720 y 1724 construyó un palacio y unos jardines que son, a mi parecer, una de los rincones-joya españoles. El emplazamiento es más bello que el de Versalles y sus jardines, diseñados por artistas franceses, más pequeños, pero una maravilla. Este palacio que hasta 1918 fue residencia oficial de la monarquía española durante los meses de verano, ahora se muestra al público y sus avenidas se abren al disfrute general.

Sin embargo, tal vez por su ubicación, a pesar de ser bastante visitados, especialmente cuando "corren las fuentes" o en fin de semana, los jardines de La Granja, en general, albergan quietud, soledad, sosiego.

Cualquier día del año, cualquiera de las cuatro estaciones, nos muestran la radiante belleza de estos parajes en una sinfonía de colores y aromas que arrastran los sentidos hacia el pasado, que, con su pátina de siglos, penetra en los ojos del visitante y lo transporta hasta esa dimensión desconocida que llamamos imaginación. Hermosa es la naturaleza y cuando el hombre, no como usufructuario de sus bienes, sino como artista, se le enamora y la engalana, ella le recompensa con creces.

Las estatuas de fuentes y parterres contemplan y se saben contempladas. Cobran vida entre la soledad. El cedro, el arce, la secuoya y muchas otras especies, combinan a la perfección sus abanicos de hojas y presencias.

Las avenidas de los jardines, recoletas y amistosas, poco a poco se cubren de hojas que se depositan en el suelo tan leves como un suspiro. El aire tiembla con suavidad y de nuevo las eleva en sus manos. Es el sonido del recuerdo, de la Historia, de los años que dejaron su impronta para no ser olvidados del todo: el antiguo huerto de plantas medicinales, el banco añoso, la vieja fuente que apenas mana...sensaciones...¿por qué no podemos compartir las sensaciones? ¿por qué el alma humana está condenada a la soledad de lo individual?

Las cercanas cumbres de Guadarrama toman un color entre verdoso y cárdeno. Se hace tarde. El otoño se estrena con su impecable manto de nostalgia.








Abrazos,
Damablanca.

Muy bonito Dama, el lugar se ve encantador. Y el otoño es una hermosa estaciòn, pues todo se vuelve tenue, y es como si se calamara el desenfreno del verano; para muchos, tal vez sobre todo los màs jòvenes, es un momento triste, en cambio pienso que se pueda definir el momento de reflexiòn de la madre tierra, es cuando se prepara para afrontar el invierno, que harà reposar su producciòn, para luego despertarse con la nueva primavera donde todo reflorecerà trayendo todas las nuevas cosas para todos. El ciclo natural es perfecto.

Les cuento que en México las estaciones no son tan marcadas, y antes lo eran menos. El cambio climático modificó un poco las cosas, sin embargo lo que nosotros notamos sólo son incrementos o bajas en las temperaturas. Los paisajes no varían mucho.

Esto podía ser una ventaja para México, por eso llegaban a nuestro país muchos jubilados de todo el mundo para gozar de un buen clima casi todo el año, pero nuestro planeta está cambiando.

El otoño se inició con un frente frío. Amanecé con temperaturas bajas y hay que abrigarse bien. A medio día se puede decir que hace calor, por las tardes llueve, a veces tormentas muy fuertas que trastornan todo el tráfico de la ciudad, y por la noche... nunca sabemos.

Uno tiene que vestirse en capas. Un abrigo caliente, encima de blusas más ligeras, conforme pasa el día se va uno sacando las prendas, y por la tarde las ponemos de nuevo.

Pues así están los días por acá. Podría decir que tenemos las cuatro estaciones en un sólo día. Eso suena más atractivo.

Ety

Aquien el Noreste de España, el otoño es frio y gris, pero aun asi yo lo veo hermoso e incluso romántico.

Es tiempo de buscar el calor y el contacto de la persona amada.

Feliz primavera para los amigos del hemisferio Sur y feliz otoño para los del Norte.

Joan