Receta para ser un buen pobre
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Receta para ser un buen pobre
Nuestra amiga Batti (que por ahora tiene dificultades para entrar a los foros), nos envía este artículo que seguramente será de mucho interés para todos:
Recetas para ser un buen pobre
Las ardillas del Central Park ya huelen el peligro. En cualquier momento, los pobres de Nueva York comenzarán a perseguirlas y a prepararlas a la brasa.
No sería raro que eso ocurra. Con la recesión a las puertas, las heridas lacerantes de la crisis hipotecaria, los embargos de miles de viviendas, los despidos repentinos, el alza del precio de los alimentos y el incremento cotidiano de los precios del combustible, en Estados Unidos ya se sabe cómo es la cara de la miseria.
Según el Buró del Censo norteamericano, el año pasado el número de pobres se acercaba a los cuarenta millones de personas. Muchas de ellas supervivían hacinadas en los violentos ghettos y en las zonas más infames de las grandes ciudades. ¿Cuántas serán ahora? ¿Y cuántas más la próxima semana?
En esas circunstancias, los periódicos publican una serie de “tips” para mitigar la crisis. Entre ellos se incluyen limitar los viajes al supermercado, comprar alimentos con cupones de descuento, comer en casa, cortar el césped sin recurrir al jardinero, evitar la visita al manicurista, usar el trasporte público o compartir el auto (carpool), telefonear con tarjetas de prepago o a través del Internet y desconectar la electricidad (menos la del refrigerador) al salir de casa.
Después de la felicidad, viene la pena
He pasado aquí toda la década de los Noventa. Nunca antes de ese tiempo, había vivido yo en una nación donde jamás se hablara de crisis económica ni donde se experimentara una sensación de prosperidad ininterrumpida. Sin embargo, esos mismos incrementos de la productividad se prestaron para hacer que volara la burbuja de la especulación y del fraude empresarial… El resultado lo vemos ahora.
¿Por qué razón la más poderosa economía del planeta es tan vulnerable? ¿Qué la hace tan susceptible a caer en la depresión incluso luego de una bonanza formidable?
¿Se trata de un gigante con pies de barro? No exactamente. Más bien se trata de un gigante con los pies metidos en el barro de una desigualdad formidable. En ese pantano se genera una polaridad entre sectores económicos que acumulan una inmensa riqueza y renta y otros sectores que no se benefician de los frutos del crecimiento.
En compensación, existen los servicios públicos y la seguridad social. Sin embargo, durante las eras de los gobiernos conservadores. , los servicios públicos se deterioran mientras el gobierno desmantela los mecanismos capaces de generar una mayor equidad en la distribución de renta y en los derechos y oportunidades. Recuérdese que George W. Bush comenzó su primer mandato con la decisión ominosa de sepultar la Seguridad Social.
La tarea de la actual administración ha seguido justamente esas premisas que comienzan por la aplicación de medidas cada vez más liberales y terminan en una veneración del mercado como la más fundamentalista de las religiones.
A los ricos se les ha eximido de impuestos porque supuestamente generan empleo. Además se ha puesto a su servicio toda la política económica.
Al resto, se le empujó a un consumismo maniático. “¡Gasta ahora… y paga toda tu vida!:” parece ser el lema de las empresas y los bancos. Millones de norteamericanos se han endeudado por encima de su capacidad de pago al adquirir de esa forma los electrodomésticos, el carro nuevo inmenso, el viaje a Hawai. El ciudadano promedio cree además que no debe terminar de pagar su hipoteca para no deber impuestos, pero se olvida de los intereses y de la esclavitud a la que está sometido.
¡Es la economía, idiota!
Pero, ¿comprende el ciudadano promedio lo que está pasando?... Las preguntas que la gente hace a los diarios demuestran que no es así. Muchas cartas al editor quieren saber por cuánto tiempo tendrán que adoptar esas medidas como lo hicimos los miopes cuando, adolescentes aún, le preguntamos al oculista después de cuántas semanas podríamos quitarnos los anteojos.
En estas elecciones como en las anteriores, el punto central de la discusión no está centrado en la economía. Para los conservadores republicanos, los grandes males de Estados Unidos son el aborto, la exploración genética y los matrimonios gay. La guerra y la miseria no tienen sitio en esta agenda.
Por su parte, los liberales más radicales continúan predicando las políticas de identidad como las únicas formas de entender y de solucionar el problema social. . Según ellos, el centro de discusión está en el género y la etnia. Para la señora Clinton, por ejemplo, su partido debería ganar porque los precandidatos eran una mujer y un hombre de color. Se olvidaba que Condolezza Rice y el general Powell juegan en la cancha contraria. A estas alturas del partido, sinceramente creo que el género y la etnia son tan irrelevantes como los signos del Zodíaco. Las políticas de identidad fueron diseñadas para alejar al marxismo de los claustros universitarios, y han hecho mucha fortuna allí, pero han hecho olvidar que el centro del problema se halla en la propia esencia del capitalismo.
Jimmy Carter dijo una vez a los ciudadanos de este país que se debía apagar la calefacción y cortar en cuatro la tarjeta de crédito. Por eso no lo volvieron a elegir. La sobriedad es, para muchos, antiamericana. Además, sobre la desdicha de los deudores se edifica el poder de la banca… pero también la recesión. Hoy por hoy en los Estados Unidos hay que aprender a ser un buen pobre.
Recetas para ser un buen pobre
Las ardillas del Central Park ya huelen el peligro. En cualquier momento, los pobres de Nueva York comenzarán a perseguirlas y a prepararlas a la brasa.
No sería raro que eso ocurra. Con la recesión a las puertas, las heridas lacerantes de la crisis hipotecaria, los embargos de miles de viviendas, los despidos repentinos, el alza del precio de los alimentos y el incremento cotidiano de los precios del combustible, en Estados Unidos ya se sabe cómo es la cara de la miseria.
Según el Buró del Censo norteamericano, el año pasado el número de pobres se acercaba a los cuarenta millones de personas. Muchas de ellas supervivían hacinadas en los violentos ghettos y en las zonas más infames de las grandes ciudades. ¿Cuántas serán ahora? ¿Y cuántas más la próxima semana?
En esas circunstancias, los periódicos publican una serie de “tips” para mitigar la crisis. Entre ellos se incluyen limitar los viajes al supermercado, comprar alimentos con cupones de descuento, comer en casa, cortar el césped sin recurrir al jardinero, evitar la visita al manicurista, usar el trasporte público o compartir el auto (carpool), telefonear con tarjetas de prepago o a través del Internet y desconectar la electricidad (menos la del refrigerador) al salir de casa.
Después de la felicidad, viene la pena
He pasado aquí toda la década de los Noventa. Nunca antes de ese tiempo, había vivido yo en una nación donde jamás se hablara de crisis económica ni donde se experimentara una sensación de prosperidad ininterrumpida. Sin embargo, esos mismos incrementos de la productividad se prestaron para hacer que volara la burbuja de la especulación y del fraude empresarial… El resultado lo vemos ahora.
¿Por qué razón la más poderosa economía del planeta es tan vulnerable? ¿Qué la hace tan susceptible a caer en la depresión incluso luego de una bonanza formidable?
¿Se trata de un gigante con pies de barro? No exactamente. Más bien se trata de un gigante con los pies metidos en el barro de una desigualdad formidable. En ese pantano se genera una polaridad entre sectores económicos que acumulan una inmensa riqueza y renta y otros sectores que no se benefician de los frutos del crecimiento.
En compensación, existen los servicios públicos y la seguridad social. Sin embargo, durante las eras de los gobiernos conservadores. , los servicios públicos se deterioran mientras el gobierno desmantela los mecanismos capaces de generar una mayor equidad en la distribución de renta y en los derechos y oportunidades. Recuérdese que George W. Bush comenzó su primer mandato con la decisión ominosa de sepultar la Seguridad Social.
La tarea de la actual administración ha seguido justamente esas premisas que comienzan por la aplicación de medidas cada vez más liberales y terminan en una veneración del mercado como la más fundamentalista de las religiones.
A los ricos se les ha eximido de impuestos porque supuestamente generan empleo. Además se ha puesto a su servicio toda la política económica.
Al resto, se le empujó a un consumismo maniático. “¡Gasta ahora… y paga toda tu vida!:” parece ser el lema de las empresas y los bancos. Millones de norteamericanos se han endeudado por encima de su capacidad de pago al adquirir de esa forma los electrodomésticos, el carro nuevo inmenso, el viaje a Hawai. El ciudadano promedio cree además que no debe terminar de pagar su hipoteca para no deber impuestos, pero se olvida de los intereses y de la esclavitud a la que está sometido.
¡Es la economía, idiota!
Pero, ¿comprende el ciudadano promedio lo que está pasando?... Las preguntas que la gente hace a los diarios demuestran que no es así. Muchas cartas al editor quieren saber por cuánto tiempo tendrán que adoptar esas medidas como lo hicimos los miopes cuando, adolescentes aún, le preguntamos al oculista después de cuántas semanas podríamos quitarnos los anteojos.
En estas elecciones como en las anteriores, el punto central de la discusión no está centrado en la economía. Para los conservadores republicanos, los grandes males de Estados Unidos son el aborto, la exploración genética y los matrimonios gay. La guerra y la miseria no tienen sitio en esta agenda.
Por su parte, los liberales más radicales continúan predicando las políticas de identidad como las únicas formas de entender y de solucionar el problema social. . Según ellos, el centro de discusión está en el género y la etnia. Para la señora Clinton, por ejemplo, su partido debería ganar porque los precandidatos eran una mujer y un hombre de color. Se olvidaba que Condolezza Rice y el general Powell juegan en la cancha contraria. A estas alturas del partido, sinceramente creo que el género y la etnia son tan irrelevantes como los signos del Zodíaco. Las políticas de identidad fueron diseñadas para alejar al marxismo de los claustros universitarios, y han hecho mucha fortuna allí, pero han hecho olvidar que el centro del problema se halla en la propia esencia del capitalismo.
Jimmy Carter dijo una vez a los ciudadanos de este país que se debía apagar la calefacción y cortar en cuatro la tarjeta de crédito. Por eso no lo volvieron a elegir. La sobriedad es, para muchos, antiamericana. Además, sobre la desdicha de los deudores se edifica el poder de la banca… pero también la recesión. Hoy por hoy en los Estados Unidos hay que aprender a ser un buen pobre.
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Receta para ser un buen pobre
Y lo peor es que esa recesión en la economía norteamericana, nos hace vulnerable a todos, inclusive estos países latinoamericanos dependemos de esa cadena de consumo de productos. Escuchaba a Enrique Iglesias, uruguayo, que fue presidente del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) durante muchos años y un economista cuya opinión es muy respetable y respetada, comentar que si EEUU, por su crisis (que se debe en gran parte a falta de responsabilidad de los bancos en dar créditos impagables), deja comprarle a China, China va a comprar menos productos alimenticios por estos lares, y todo a la larga repercute en estas economías que gracias a los millones de nuevos consumidores que se sentaron a la mesa del mundo en estos ultimos tiempos, China, India comenzábamos a "levantar cabeza".
Rosario- Cantidad de envíos : 627
Edad : 73
Localización : Montevideo, Uruguay
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Receta para ser un buen pobre
Yo creo que hemos vivido estos últimos años como si todo en el mundo fuera eterno, como si fuera todo inagotable. Hemos vivido fuera de nosotros, tanto en el consumo como en los viajes. No acabábamos de terminar una compra cuando estábamos empezando a pensar en otra, sin darnos tiempo a disfrutarla. No acabábamos un viaje cuando ya estábamos pensando en el siguiente y así con todo. Yo creo que el ser humano no se controla fácilmente sino se lo imponen.
Granate- Cantidad de envíos : 86
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Localización : El Escorial (Madrid)
Fecha de inscripción : 21/12/2008
Re: Receta para ser un buen pobre
¡Yo no quiero ser pobre!!
Pero si no hay dinero, habrá que buscar otras posibilidades para ser rico...rico en amigos, por ejemplo.
Abrazos,
Damablanca.
Pero si no hay dinero, habrá que buscar otras posibilidades para ser rico...rico en amigos, por ejemplo.
Abrazos,
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Receta para ser un buen pobre
Qué maja eres Damablanca. También pienso que la amistad es un buen recurso para sobrellevar la pobreza. Quizá sea peor la soledad del que no quiere estar solo, porque hay gente que no le importa. Quizá dependa de la edad, yo, de momento me gusta estar acompañada, no deseo la soledad más que cuando la necesito.
Granate- Cantidad de envíos : 86
Edad : 87
Localización : El Escorial (Madrid)
Fecha de inscripción : 21/12/2008
Re: Receta para ser un buen pobre
Hay gente que por dinero es capaz de hacer cualquier cosa, no envidio esa riqueza. Tampoco quiero ser pobre, pero quiero tener lo necesario para estar tranquila, y tengo la fortuna de saber conformarme con lo que tengo y no amargarme porque no puedo obtener lo que para muchos sería una primera necesidad.
También creo que la soledad es más terrible que la pobreza, es muy triste ver a un rico solo que sabe que sólo es buscado en función de su cuenta bancaria. Y como esto va muchas veces ligado a la tacañería, pues muchos prefieren estar solos y seguir siendo millonarios. Terminan siendo los más "ricos del panteón". ¡Un gran consuelo!
Ety
También creo que la soledad es más terrible que la pobreza, es muy triste ver a un rico solo que sabe que sólo es buscado en función de su cuenta bancaria. Y como esto va muchas veces ligado a la tacañería, pues muchos prefieren estar solos y seguir siendo millonarios. Terminan siendo los más "ricos del panteón". ¡Un gran consuelo!
Ety
Ety- Cantidad de envíos : 5484
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Fecha de inscripción : 18/02/2008
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