La sangre menstrual protagoniza una muestra sobre la esencia de la mujer

• La exposición pretende que se reflexione sobre la regla y su relación con el pensamiento femenino

Fotografías en las que una mujer desnuda y con la espalda tatuada dibuja la palabra amor en una pared blanca con su sangre menstrual, o en las que una joven abraza las piernas de otra sobre las que escurre este fluido, forman parte de una exposición inaugurada hoy en Valladolid.

La muestra, creada por la artista Isa Sanz bajo el título Sangro, pero no muero pretende ahondar en la esencia creadora de la mujer y en su posición en el mundo, a través de la fijación en los tabúes de la mujer desnuda y la sangre menstrual, según ha explicado la autora.

Reflexiones sobre el ciclo menstrual

En las 15 fotografías y los dos vídeos que la componen, se puede observar a mujeres en distintas posturas que invitan a reflexionar sobre el ciclo menstrual y su relación con el pensamiento femenino.

"Las mujeres hemos estado desconectadas de nuestra esencia, que está unida a una capacidad creadora innata", ha destacado Sanz, quien para la elaboración de esta exposición se ha inspirado en los escritos de algunas de las pensadoras más destacadas de los últimos años y ha utilizado técnicas como el yoga o la meditación.

Simbolismo en las imágenes

La autora ha incidido en que el cuerpo desnudo que exhiben la mayor parte de las protagonistas de las fotografías es el reflejo de una actitud de "poder y fuerza que las puede hacer parecer peligrosas a ciertas maneras de ver", puesto que huyen de la "sumisión".

Son estampas "cargadas de simbolismo" en las que se puede ver cómo una joven permanece desnuda en posición fetal sobre un fondo negro salpicado de pétalos, o cómo un punto de sangre menstrual destaca sobre un vientre o sobre la frente de una mujer de expresión serena y con los ojos cerrados.

Magia y fuerza

La menstruación pasa de ser un tabú a un elemento de "magia y fuerza" que representa lo "natural, lo bello y el significado de la vida y de la muerte", ha asegurado.

Sanz ha definido la exposición como un viaje de retorno al concepto griego del kosmos menstrual, entendido este concepto como lo hacían los griegos, en relación con la armonía de cuerpo, mente y espíritu.

Leí hace tiempo que en algunas tribus indígenas se pedía a las mujeres que "fecundaran la tierra" con su flujo menstrual.

Realmente es algo que nos diferencia del hombre, aunque científicamente la explicación es muy simple. También, por otro lado, es algo que tenemos en común con el hombre: así como en el flujo menstrual la naturaleza ha centrado multitud de nutrientes para la alimentar la posible nueva vida, en el líquido seminal también la naturaleza concentra la potencialidad del individuo (de ahí que el uso abusivo de la sexualidad debilite físicamente al hombre). Todo encaminado a la procreación.

Saludos.

Damablanca.

Personalmente nunca había sabido de una exposición sobre este tema y me parece sensacional.

Durante mucho tiempo el tema de la menstruación (y aun ahora) se ha manejado como algo de lo que no debe hablarse en público y es un material exclusivo para las mujeres. Este tipo de proyectos son necesarios, entre otras cosas, para que hombres y mujeres se acerquen más. Sin embargo creo que lo más enriquecedor es sacar a la luz todos los ritos y simbolismos que surgen a partir de la menstrución. Lo que nos comenta Dama es muy hermoso.

Contrariamente a lo que ella nos cuenta, yo lamento mucho que dentro de la religión judío la menstruación sea sinónimo de impureza. Una mujer con la regla no puede tener acceso a los lugares "sagrados" como sería el panteón o los templos. Mucho menso tener relaciones sexuales. Y al final del período debe llevar a cabo un baño ritual que le devuelva la limpieza. Estos prejuicios llenos de ignorancia deben desaparecer, sin embargo, tomando en cuenta que se trata de un precepto religioso, tenemos que respetar a quiénes así lo sostengan, aunque yo soy de la opinión que las religiones no deben abusar de la ignorancia y del miedo de la gente.

Ety

La menstruación en el entorno en el que me educaron era un tabu.

Mi única hermana debia ocultar que mentruaba, era algo como vergonoso.

Eso le inculco mi madre, a la que seguramente le inculco la suya.

Para un hombre es dificil entender este tema que afecta al animo y al cuerpo en una mujer, asi como todo el bombardeo horminal que os viene y que nos descoloca por completo.

Joan