Muere Antonio Vega.
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Muere Antonio Vega.
Publicado hoy en el diario "La Vanguardia".
Muere con 51 años Antonio Vega, ex miembro del grupo de los ochenta Nacha Pop
El ex integrante de Nacha Pop llevaba varios días ingresado en un hospital madrileño
12/05/2009| Actualizada a las 11:38h | Cultura
Madrid. (EFE).- La música española ha perdido a uno de sus niños mimados y uno de los mejores compositores del gremio, al que se le ha perdonado casi todo. El compositor madrileño Antonio Vega ha fallecido a los 51 años a consecuencia de una neumonía, ha confirmado un portavoz de la Sociedad General de Autores (SGAE).
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El músico, que llevaba varios días ingresado en un hospital madrileño, comenzó su carrera en el año 1980 como líder del mítico grupo musical de la movida madrileña Nacha Pop. Diez años más tarde emprendería una carrera en solitario erigiéndose como referencia única como compositor, guitarrista e intérprete. Idolatrado por toda una generación, Vega se resistía a ser considerado como tal alegando en más de una entrevista que "los mitos son necesarios para cubrir esa área de idolatrización imprescindible para el ser humano".
Tras una vida ligada a los excesos y a las drogas, canciones como 'Lucha de Gigantes', 'Una Décima de Segundo', 'Se Dejaba Llevar por Ti', o 'Chica de Ayer', forman parte de la historia dorada de la música española y del imaginario colectivo de gente de todas las edades.
La capilla ardiente con los restos mortales del músico, que llevaba varios días ingresado en un hospital madrileño y que padecía un cáncer de pulmón, será instalada hoy mismo en la sede de la SGAE de Madrid.
La alarma saltaba el pasado 23 de abril cuando suspendía el concierto programado para el 30 de ese mes en Almería después de ser hospitalizado de urgencia aquejado de una neumonía aguda.
Vega fundó Nacha Pop, uno de los más sobresalientes del pop español de todos los tiempos, en 1978 junto a su primo Nacho García Vega, guitarrista y cantante, el bajista Carlos Brooking y el batería Ñete. Dos años más tarde publicaron su primer álbum. Fue el compositor de la conocida canción 'Chica de ayer', que se convirtió en un himno de la movida madrileña de los 80.
El siguiente trabajo fue 'Buena Disposición' (1982), clásico entre los clásicos del pop español. El resultado comercial de este trabajo no convence a Hispavox, como tampoco llegó a hacerlo su primer álbum, y pronto abandonan el sello para fichar por la firma DRO para lanzar en 1983 'Más Números'. Antonio ya comenzaba a acusar problemas de salud por su mala vida.
Les siguieron 'Otras Letras' (1983), 'Una Décima de Segundo' (1984). En 1985, ya con Polydor, publican 'Dibujos Animados'. Luego vendrían 'El Momento' (1987) y 'Nacha Pop' 80/88 (1988).
Después de siete discos Nacha Pop se separa debido a las diferencias musicales entre Antonio y Nacho y otros temas, muy bien explicados en la reciente biografía del grupo 'Magia y Precisión' (Ed: Milenio).
Antonio Vega inicia en 1991 su carrera en solitario con 'No me iré mañana'. Le siguieron otros seis trabajos: 'Océano de sol' (1994), 'Anatomía de una ola' (1998), 'De un lugar perdido' (2001), 'Básico (2002), 'Escapadas' (2004) Y '3000 noches con Marga' (2005).
La banda regresó a los escenarios el pasado 2007, con una gira veinte años después de la última efectuada por el grupo.
Hoy se va un genio. Maestro de muchos cantantes actuales, que forma parte ya de la leyenda y de la historia de la música de un país.
Muere con 51 años Antonio Vega, ex miembro del grupo de los ochenta Nacha Pop
El ex integrante de Nacha Pop llevaba varios días ingresado en un hospital madrileño
12/05/2009| Actualizada a las 11:38h | Cultura
Madrid. (EFE).- La música española ha perdido a uno de sus niños mimados y uno de los mejores compositores del gremio, al que se le ha perdonado casi todo. El compositor madrileño Antonio Vega ha fallecido a los 51 años a consecuencia de una neumonía, ha confirmado un portavoz de la Sociedad General de Autores (SGAE).
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El músico, que llevaba varios días ingresado en un hospital madrileño, comenzó su carrera en el año 1980 como líder del mítico grupo musical de la movida madrileña Nacha Pop. Diez años más tarde emprendería una carrera en solitario erigiéndose como referencia única como compositor, guitarrista e intérprete. Idolatrado por toda una generación, Vega se resistía a ser considerado como tal alegando en más de una entrevista que "los mitos son necesarios para cubrir esa área de idolatrización imprescindible para el ser humano".
Tras una vida ligada a los excesos y a las drogas, canciones como 'Lucha de Gigantes', 'Una Décima de Segundo', 'Se Dejaba Llevar por Ti', o 'Chica de Ayer', forman parte de la historia dorada de la música española y del imaginario colectivo de gente de todas las edades.
La capilla ardiente con los restos mortales del músico, que llevaba varios días ingresado en un hospital madrileño y que padecía un cáncer de pulmón, será instalada hoy mismo en la sede de la SGAE de Madrid.
La alarma saltaba el pasado 23 de abril cuando suspendía el concierto programado para el 30 de ese mes en Almería después de ser hospitalizado de urgencia aquejado de una neumonía aguda.
Vega fundó Nacha Pop, uno de los más sobresalientes del pop español de todos los tiempos, en 1978 junto a su primo Nacho García Vega, guitarrista y cantante, el bajista Carlos Brooking y el batería Ñete. Dos años más tarde publicaron su primer álbum. Fue el compositor de la conocida canción 'Chica de ayer', que se convirtió en un himno de la movida madrileña de los 80.
El siguiente trabajo fue 'Buena Disposición' (1982), clásico entre los clásicos del pop español. El resultado comercial de este trabajo no convence a Hispavox, como tampoco llegó a hacerlo su primer álbum, y pronto abandonan el sello para fichar por la firma DRO para lanzar en 1983 'Más Números'. Antonio ya comenzaba a acusar problemas de salud por su mala vida.
Les siguieron 'Otras Letras' (1983), 'Una Décima de Segundo' (1984). En 1985, ya con Polydor, publican 'Dibujos Animados'. Luego vendrían 'El Momento' (1987) y 'Nacha Pop' 80/88 (1988).
Después de siete discos Nacha Pop se separa debido a las diferencias musicales entre Antonio y Nacho y otros temas, muy bien explicados en la reciente biografía del grupo 'Magia y Precisión' (Ed: Milenio).
Antonio Vega inicia en 1991 su carrera en solitario con 'No me iré mañana'. Le siguieron otros seis trabajos: 'Océano de sol' (1994), 'Anatomía de una ola' (1998), 'De un lugar perdido' (2001), 'Básico (2002), 'Escapadas' (2004) Y '3000 noches con Marga' (2005).
La banda regresó a los escenarios el pasado 2007, con una gira veinte años después de la última efectuada por el grupo.
Hoy se va un genio. Maestro de muchos cantantes actuales, que forma parte ya de la leyenda y de la historia de la música de un país.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
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Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Muere Antonio Vega.
Adiós a un gigante de la música
La historia más triste del mundo
DIEGO A. MANRIQUE 13/05/2009
Entraron en tromba. Corría 1979 y los cuatro miembros de Nacha Pop ejercían de improbables teloneros de Siouxsie & the Banshees en el teatro Barceló, luego Pachá. Asombrosamente, los espectadores se conocían buena parte de las vertiginosas canciones del grupo español, entonces inéditas: sonaban, en estado de maqueta, en Onda 2, la emisora que cubría los albores de lo que se denominaba nueva ola (y que se universalizaría como movida). Nacha Pop juntaba chicos rebeldes de familias bien: captaron el secreto alboroto del Madrid juvenil, que estaba conquistando el cercano barrio de Malasaña. Una generación que asumía con naturalidad la democracia y ansiaba disfrutar de todas las libertades posibles.
Nacha Pop juntaba chicos rebeldes de familias bien: captó el alboroto juvenil
Antonio Vega Tallés (Madrid, 16 de diciembre de 1957) era el cuarto hijo de un médico y se educó en el prestigioso Liceo Francés, del que conservaba recuerdos ambiguos. Probó a estudiar arquitectura y sociología, pero encontró refugio en la música: hacia 1977, sufriendo la mili en Valencia, esbozó Chica de ayer. Nacha Pop, que se inició al año siguiente, era un cuarteto bicéfalo: Antonio cultivaba un repertorio introspectivo, mientras su primo Nacho García Vega apostaba por las invitaciones hedonistas, aunque los papeles podían intercambiarse. Brotaba una química poderosa, que enriquecía un impulso nervioso tomado de la new wave londinense. Fichados por Hispavox, se estrenaron en 1980 con un elepé arrebatador que produjo Teddy Bautista.
El disco tuvo problemas de masterización, necesitando una segunda tirada. Nacha Pop también chocó con el negocio musical: seguros de sí mismos, no aceptaron las componendas habituales y se crearon fama de arrogantes. A sus idiosincrasias se sumó el hecho de que la mayoría de los grupos de la nueva ola madrileña pincharon con sus estrenos; algunos pretendieron enterrarlos. Su segundo álbum, Buena disposición, salió en 1982, con el entusiasmo de Hispavox bajo mínimos.
Nacha Pop superó esa indiferencia estrechando lazos con su audiencia y sacando discos con la independiente DRO: el incierto Más números, otras letras (1983) fue eclipsado por Una décima de segundo, hermética filigrana que revelaba la ascensión de Antonio Vega a la categoría de autor adulto. De rebote, fueron fichados por la multinacional Polydor, donde salieron dos discos de producción cuidada, Dibujos animados (1985) y El momento (1987), con abundantes canciones de impacto.
Aunque su reputación actual diga lo contrario, Nacha Pop nunca se convirtió en fenómeno de masas. En verdad, sólo alcanzaron el disco de oro con su despedida, aquel doble en directo titulado Nacha Pop 1980-1988. Según reflexión posterior de Antonio, no figuraron en el meollo social de la movida, y eso les quitó protagonismo mediático. Contaban, eso sí, con un público entregado y asombrosamente variado, que abarcaba desde un fervoroso sector pijo a minorías que se habían inclinado por la vida peligrosa.
La carrera en solitario de Antonio Vega se desarrolló bajo la sombra de la heroína. Aunque mantuvo una pudorosa discreción sobre sus problemas, la rumorología contribuyó a rodearle de una enojosa aureola de artista maldito, que podía mostrarse inspirado o limitarse a cubrir el expediente (pero ése era un síndrome que también aquejaba a Nacha Pop). A su manera, la discografía bajo su nombre contaba la historia de su deterioro. Editó cinco colecciones de canciones nuevas en tres compañías: No me iré mañana (1991), Océano de sol (1994), Anatomía de una ola (1988), De un lugar perdido (2001) y 3000 noches con Marga (2005). Trabajos que se hacían desear y que revelaban una creciente dificultad para componer: se rellenaban con versiones, instrumentales y otros trucos para cumplir con el tiempo mínimo.
Para tapar baches, salieron una antología de baladas (El sitio de mi recreo, 1992), un directo (Básico, 2002) o una compilación de colaboraciones y versiones varias (Escapadas, 2004). Es cierto que podía ayudar a novatos desinteresadamente, pero la necesidad de dinero fresco posiblemente explique que Antonio ejerciera de leyenda de guardia, siempre dispuesto a grabar duetos o participar en discos colectivos. Los resultados podían ser triviales o escalofriantes: su Romance de Curro el Palmo abría una vía a la actualización del cancionero de Joan Manuel Serrat. Él mismo fue objeto de uno de los primeros homenajes hechos en España, un trabajo sólido a pesar de su tópico título: Ese chico triste y solitario (1993).
Con el tiempo, el antiguo paladín del “pop puro para la gente de ahora” adquirió perfil de cantautor, por sus apariciones en pequeñas salas con acompañamiento mínimo. En realidad, las circunstancias le llevaron a convertirse en un artista proteico, que lo mismo exprimía coplas que se transformaba en juglar; podía dejarse arropar por ritmos de bossa o conformarse con rock de estudio. Su habilidad para compartir (y disimular) vivencias íntimas era el hilo conductor.
En 2007, cediendo a la demanda nostálgica, aceptó resucitar Nacha Pop con su primo. Protagonizaron actuaciones de sonido hiperprofesional —no participaron Ñete o Carlos Brooking— que quedaron en Tour 80-08. Hubo nebulosas promesas de retomar el proyecto conjunto con material fresco, pero Antonio volvió a su ritmo habitual, alternando apariciones con grupo y bolos acústicos.
La historia más triste del mundo
DIEGO A. MANRIQUE 13/05/2009
Entraron en tromba. Corría 1979 y los cuatro miembros de Nacha Pop ejercían de improbables teloneros de Siouxsie & the Banshees en el teatro Barceló, luego Pachá. Asombrosamente, los espectadores se conocían buena parte de las vertiginosas canciones del grupo español, entonces inéditas: sonaban, en estado de maqueta, en Onda 2, la emisora que cubría los albores de lo que se denominaba nueva ola (y que se universalizaría como movida). Nacha Pop juntaba chicos rebeldes de familias bien: captaron el secreto alboroto del Madrid juvenil, que estaba conquistando el cercano barrio de Malasaña. Una generación que asumía con naturalidad la democracia y ansiaba disfrutar de todas las libertades posibles.
Nacha Pop juntaba chicos rebeldes de familias bien: captó el alboroto juvenil
Antonio Vega Tallés (Madrid, 16 de diciembre de 1957) era el cuarto hijo de un médico y se educó en el prestigioso Liceo Francés, del que conservaba recuerdos ambiguos. Probó a estudiar arquitectura y sociología, pero encontró refugio en la música: hacia 1977, sufriendo la mili en Valencia, esbozó Chica de ayer. Nacha Pop, que se inició al año siguiente, era un cuarteto bicéfalo: Antonio cultivaba un repertorio introspectivo, mientras su primo Nacho García Vega apostaba por las invitaciones hedonistas, aunque los papeles podían intercambiarse. Brotaba una química poderosa, que enriquecía un impulso nervioso tomado de la new wave londinense. Fichados por Hispavox, se estrenaron en 1980 con un elepé arrebatador que produjo Teddy Bautista.
El disco tuvo problemas de masterización, necesitando una segunda tirada. Nacha Pop también chocó con el negocio musical: seguros de sí mismos, no aceptaron las componendas habituales y se crearon fama de arrogantes. A sus idiosincrasias se sumó el hecho de que la mayoría de los grupos de la nueva ola madrileña pincharon con sus estrenos; algunos pretendieron enterrarlos. Su segundo álbum, Buena disposición, salió en 1982, con el entusiasmo de Hispavox bajo mínimos.
Nacha Pop superó esa indiferencia estrechando lazos con su audiencia y sacando discos con la independiente DRO: el incierto Más números, otras letras (1983) fue eclipsado por Una décima de segundo, hermética filigrana que revelaba la ascensión de Antonio Vega a la categoría de autor adulto. De rebote, fueron fichados por la multinacional Polydor, donde salieron dos discos de producción cuidada, Dibujos animados (1985) y El momento (1987), con abundantes canciones de impacto.
Aunque su reputación actual diga lo contrario, Nacha Pop nunca se convirtió en fenómeno de masas. En verdad, sólo alcanzaron el disco de oro con su despedida, aquel doble en directo titulado Nacha Pop 1980-1988. Según reflexión posterior de Antonio, no figuraron en el meollo social de la movida, y eso les quitó protagonismo mediático. Contaban, eso sí, con un público entregado y asombrosamente variado, que abarcaba desde un fervoroso sector pijo a minorías que se habían inclinado por la vida peligrosa.
La carrera en solitario de Antonio Vega se desarrolló bajo la sombra de la heroína. Aunque mantuvo una pudorosa discreción sobre sus problemas, la rumorología contribuyó a rodearle de una enojosa aureola de artista maldito, que podía mostrarse inspirado o limitarse a cubrir el expediente (pero ése era un síndrome que también aquejaba a Nacha Pop). A su manera, la discografía bajo su nombre contaba la historia de su deterioro. Editó cinco colecciones de canciones nuevas en tres compañías: No me iré mañana (1991), Océano de sol (1994), Anatomía de una ola (1988), De un lugar perdido (2001) y 3000 noches con Marga (2005). Trabajos que se hacían desear y que revelaban una creciente dificultad para componer: se rellenaban con versiones, instrumentales y otros trucos para cumplir con el tiempo mínimo.
Para tapar baches, salieron una antología de baladas (El sitio de mi recreo, 1992), un directo (Básico, 2002) o una compilación de colaboraciones y versiones varias (Escapadas, 2004). Es cierto que podía ayudar a novatos desinteresadamente, pero la necesidad de dinero fresco posiblemente explique que Antonio ejerciera de leyenda de guardia, siempre dispuesto a grabar duetos o participar en discos colectivos. Los resultados podían ser triviales o escalofriantes: su Romance de Curro el Palmo abría una vía a la actualización del cancionero de Joan Manuel Serrat. Él mismo fue objeto de uno de los primeros homenajes hechos en España, un trabajo sólido a pesar de su tópico título: Ese chico triste y solitario (1993).
Con el tiempo, el antiguo paladín del “pop puro para la gente de ahora” adquirió perfil de cantautor, por sus apariciones en pequeñas salas con acompañamiento mínimo. En realidad, las circunstancias le llevaron a convertirse en un artista proteico, que lo mismo exprimía coplas que se transformaba en juglar; podía dejarse arropar por ritmos de bossa o conformarse con rock de estudio. Su habilidad para compartir (y disimular) vivencias íntimas era el hilo conductor.
En 2007, cediendo a la demanda nostálgica, aceptó resucitar Nacha Pop con su primo. Protagonizaron actuaciones de sonido hiperprofesional —no participaron Ñete o Carlos Brooking— que quedaron en Tour 80-08. Hubo nebulosas promesas de retomar el proyecto conjunto con material fresco, pero Antonio volvió a su ritmo habitual, alternando apariciones con grupo y bolos acústicos.
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Re: Muere Antonio Vega.
Tomado de La Voz de Galicia:
No era indestructible, el sitio de mi recreo. Este artista que hizo en el año 78 la transición musical de todo un país con Nacha Pop. Y que luego se reinventó con una carrera en solitario, en la que realmente solo competía consigo mismo. Era un Peter Pan en el alambre. Era un hombre de cartas boca arriba, como él mismo definió a su mujer, Marga del Río, en una canción. Ahora se reunirá con ella, donde quiera que se vayan los muertos. Con Antonio Vega nos hemos quedado ya sin los tres tristes tigres del pop español. Los otros dos eran Enrique Urquijo y Antonio Flores. Tres héroes de la tristeza. Tres líderes de alta sensibilidad, expertos en sobrevivir a las bajas depresiones, en pisar el territorio minado de la realidad. Antonio Vega fue capaz de crear fórmulas mágicas como la de hallar la anatomía de una ola. Como no se entiende que Dylan no haya ganado ya el Nobel de Literatura por sus letras, tampoco se comprende que Antonio Vega no tenga tres o cuatro premios nacionales de poesía por deletrear los sentimientos como nadie. El hombre delgado, el chico del flequillo, érase a una guitarra pegado, se nos fue y nos dejó por lo menos sin otros cien temas. Antonio, se dejaba llevar. Ya está dicho que por algo tenía el apellido de una de las estrellas que más brilla en el firmamento de los astrónomos. Galicia era como su casa. Se secó este océano de sol. Él, que era la mejor explicación de por qué los discos son redondos. Ya es el chico de ayer.
No era indestructible, el sitio de mi recreo. Este artista que hizo en el año 78 la transición musical de todo un país con Nacha Pop. Y que luego se reinventó con una carrera en solitario, en la que realmente solo competía consigo mismo. Era un Peter Pan en el alambre. Era un hombre de cartas boca arriba, como él mismo definió a su mujer, Marga del Río, en una canción. Ahora se reunirá con ella, donde quiera que se vayan los muertos. Con Antonio Vega nos hemos quedado ya sin los tres tristes tigres del pop español. Los otros dos eran Enrique Urquijo y Antonio Flores. Tres héroes de la tristeza. Tres líderes de alta sensibilidad, expertos en sobrevivir a las bajas depresiones, en pisar el territorio minado de la realidad. Antonio Vega fue capaz de crear fórmulas mágicas como la de hallar la anatomía de una ola. Como no se entiende que Dylan no haya ganado ya el Nobel de Literatura por sus letras, tampoco se comprende que Antonio Vega no tenga tres o cuatro premios nacionales de poesía por deletrear los sentimientos como nadie. El hombre delgado, el chico del flequillo, érase a una guitarra pegado, se nos fue y nos dejó por lo menos sin otros cien temas. Antonio, se dejaba llevar. Ya está dicho que por algo tenía el apellido de una de las estrellas que más brilla en el firmamento de los astrónomos. Galicia era como su casa. Se secó este océano de sol. Él, que era la mejor explicación de por qué los discos son redondos. Ya es el chico de ayer.
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Re: Muere Antonio Vega.
Un excelente homenaje para Antonio Vega, gracias Ana Yajaira.
Ety
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Re: Muere Antonio Vega.
El mundo de la música dice adiós a Antonio Vega
MADRID (Reuters) - Cientos de personas acudían el miércoles a despedir al cantante y compositor Antonio Vega, fallecido la víspera, a la capilla ardiente instalada en la sede de la Sociedad General de Autores en Madrid, por donde también pasaron diferentes compañeros y autoridades.
Coronas de músicos como Calamaro o Joaquín Sabina, un retrato del artista tocando la guitarra en un concierto, varias de sus guitarras y un piano acompañaron al ataúd en la sala Manuel de Falla de la SGAE, en una capilla que permanecerá abierta hasta el jueves.
'Que nos acordemos toda la vida de ese tío grande', pidió a los periodistas su primo y compañero en el grupo Nacha Pop, Nacho García Vega.
Sus padres, hermanos y demás familiares se vieron arropados por numerosos amigos y compañeros como Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Nacho y Javier Campillo, Ismael Serrano, Lolita, Juan y Medio, Carlos Jean, Antonio Carmona, Inma Serrano, Teo Cardalda y María Monsonis, Sole Jiménez, Massiel, Ramón Arroyo, el Gran Wyoming o Nacho Cano, entre otros.
La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, alabó su 'personalidad transformadora de la cultura de este país, en un momento histórico en el que no había referentes'.
Entre las personas que hacían cola para despedirse del cantante, una chica decía en Televisión Española haber venido desde Pontevedra 'sólo para esto', otro le calificaba de 'mi maestro, el mejor músico que ha dado este país', y un tercero destacaba lo 'superhumilde que era, siendo tan grande'.
Antonio Vega falleció el martes en Madrid de cáncer a los 51 años, tras una carrera de 30 años, primero con Nacha Pop y luego en solitario, en la que tuvo que lidiar con sus problemas de drogas, que le produjeron un evidente deterioro físico.
En esas tres décadas compuso algunas de las canciones más reconocidas de la música pop española, como 'La chica de ayer', versionada posteriormente por Enrique Iglesias; 'Lucha de gigantes', que apareció en la banda sonora original de 'Amores Perros'; o 'El sitio de mi recreo'.
'Héroe maldito del pop español', le denominaba 'El Mundo', que 'se ha ido con las botas puestas', puesto que permaneció sobre el escenario casi hasta el final, hasta que en abril tuvieron que suspenderse varios conciertos al ponerse de manifiesto la gravedad de su estado.
'Antonio Vega huyó por fin de sí mismo', titulaba 'El País', que le considera 'uno de los grandes compositores de nuestro tiempo, ensimismado autor de un puñado de frágiles himnos generacionales y artista en perpetuo combate contra la heroína y el malditismo'.
Los restos mortales del cantante y compositor madrileño partirán el jueves desde el Palacio de Longoria al Cementerio de la Almudena, donde serán incinerados.
MADRID (Reuters) - Cientos de personas acudían el miércoles a despedir al cantante y compositor Antonio Vega, fallecido la víspera, a la capilla ardiente instalada en la sede de la Sociedad General de Autores en Madrid, por donde también pasaron diferentes compañeros y autoridades.
Coronas de músicos como Calamaro o Joaquín Sabina, un retrato del artista tocando la guitarra en un concierto, varias de sus guitarras y un piano acompañaron al ataúd en la sala Manuel de Falla de la SGAE, en una capilla que permanecerá abierta hasta el jueves.
'Que nos acordemos toda la vida de ese tío grande', pidió a los periodistas su primo y compañero en el grupo Nacha Pop, Nacho García Vega.
Sus padres, hermanos y demás familiares se vieron arropados por numerosos amigos y compañeros como Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Nacho y Javier Campillo, Ismael Serrano, Lolita, Juan y Medio, Carlos Jean, Antonio Carmona, Inma Serrano, Teo Cardalda y María Monsonis, Sole Jiménez, Massiel, Ramón Arroyo, el Gran Wyoming o Nacho Cano, entre otros.
La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, alabó su 'personalidad transformadora de la cultura de este país, en un momento histórico en el que no había referentes'.
Entre las personas que hacían cola para despedirse del cantante, una chica decía en Televisión Española haber venido desde Pontevedra 'sólo para esto', otro le calificaba de 'mi maestro, el mejor músico que ha dado este país', y un tercero destacaba lo 'superhumilde que era, siendo tan grande'.
Antonio Vega falleció el martes en Madrid de cáncer a los 51 años, tras una carrera de 30 años, primero con Nacha Pop y luego en solitario, en la que tuvo que lidiar con sus problemas de drogas, que le produjeron un evidente deterioro físico.
En esas tres décadas compuso algunas de las canciones más reconocidas de la música pop española, como 'La chica de ayer', versionada posteriormente por Enrique Iglesias; 'Lucha de gigantes', que apareció en la banda sonora original de 'Amores Perros'; o 'El sitio de mi recreo'.
'Héroe maldito del pop español', le denominaba 'El Mundo', que 'se ha ido con las botas puestas', puesto que permaneció sobre el escenario casi hasta el final, hasta que en abril tuvieron que suspenderse varios conciertos al ponerse de manifiesto la gravedad de su estado.
'Antonio Vega huyó por fin de sí mismo', titulaba 'El País', que le considera 'uno de los grandes compositores de nuestro tiempo, ensimismado autor de un puñado de frágiles himnos generacionales y artista en perpetuo combate contra la heroína y el malditismo'.
Los restos mortales del cantante y compositor madrileño partirán el jueves desde el Palacio de Longoria al Cementerio de la Almudena, donde serán incinerados.
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