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Soy alguien que ha nacido...

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Soy alguien que ha nacido... Empty Soy alguien que ha nacido...

Mensaje  Damablanca Mar Mar 04, 2008 3:02 pm


Soy alguien que ha nacido...


Soy alguien que ha nacido
para extender su vida
sobre lo inexplicable:
una mano de orfebre
calibró mi demanda
de venir a este mundo
y me invitó, radiante,
a compartir el sueño
de la enorme aventura
que es vivir, cada instante
al borde del crepúsculo,
bordando, dibujando,
anhelando y sufriendo.
Existir compartiendo
la imagen de la rosa
y el aullido del lobo.
Existir sobre el páramo
y sobre los jazmines,
amar la nieve blanda
y el cuenco amenazante
de la ávida borrasca.
Soy yo quien me renace
al aceptar de lleno
renacer cada día
y amanecer temprano.
(Damablanca).



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Soy alguien que ha nacido... Empty Re: Soy alguien que ha nacido...

Mensaje  Manuela Mar Mar 04, 2008 3:32 pm

Precioso poema, Damablanca.
Ponnos algún relato corto de esos tan mágicos que escribes.
Manuela
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Soy alguien que ha nacido... Empty Re: Soy alguien que ha nacido...

Mensaje  Damablanca Mar Mar 04, 2008 9:15 pm

Vale Manu, te copio el último (digamos penúltimo) cuento que escribí en "el castell".

EL NIÑO SIN NOMBRE.

Ocurrió hace siglos que un buen día encontraron un recién nacido abandonado a las puertas del castell. La madre no había dejado ninguna nota aclaratoria, nada que pudiera dar pistas sobre la procedencia del niño y como era de esperar, saltaron todo tipo de comentarios. Se suponía que el padre de la criatura era uno de los habitantes de la fortaleza, pero ¿quién? En el castell convivían criados, gentes de armas, algunas personas letradas encargadas de la educación de los menores y por supuesto, la familia de los Camprodón.

No hubo manera de resolver el enigma, sin embargo, el niño encontró enseguida quien cuidara de él. Una hermana del Señor de Camprodón había quedado viuda muy joven y sin descendencia, así que se ofreció para hacerse cargo de la criatura y educarlo como si se tratara de su propio hijo.
Le bautizaron como si se tratara de un miembro más de la familia, celebrando el acontecimiento con un gran festejo y le pusieron por nombre Marcos, pues fue el día de San Marcos cuando fue abandonado a las puertas del castell.

Pasaron los años y Marcos creció fuerte, sano y hermoso. Era rubio, de grandes ojos claros, de carácter afable y muy hábil en el aprendizaje. Se crió con los dos hijos de los Señores de Camprodón, Gilbert y Neus, como si fueran hermanos. El Señor de Camprodón mostraba un especial afecto hacia Marcos, tanto, que su esposa llegó a sospechar si no sería en realidad hijo de aquél, pero nunca se atrevió a preguntárselo y prefirió vivir en la duda.

Marcos conocía su historia, la nebulosa que pesaba sobre sus orígenes y ello le hacía sentirse inferior a Gilbert, el cual, por otra parte, envidiaba el talento y el atractivo de Marcos tanto como el afecto que su padre sentía por él y le consideraba un advenedizo en la familia, no es de extrañar que surgiera una fuerte rivalidad entre ambos.

Neus, la hija menor, por su parte, adoraba a Marcos que era de su misma edad y había compartido juegos con ella desde chiquillos. Ese afecto, al llegar la adolescencia, fue convirtiéndose poco a poco en un sentimiento recíproco mucho más profundo y muy preocupante para la esposa del Señor de Camprodón, que nunca aclaró sus dudas acerca de la posibilidad de que Marcos y Neus fueran hermanos.
Sin embargo existía una imposibilidad total para que esa relación fructificara, porque Neus estaba destinada desde su nacimiento al heredero de un noble aragonés y el Señor de Camprodón había comprometido su palabra en tal casamiento.

Marcos y Neus lo sabían, pero en su inconsciencia juvenil, se habían jurado amor eterno. Sin embargo el tiempo pasaba con rapidez y llegó el día en que la joven hubo de enfrentarse al compromiso contraído por su padre.

Llegaron heraldos desde Aragón con ricos presentes para la novia y con la intención de fijar la fecha para la boda, pues los contrayentes ya estaban en edad.

De poco sirvieron el dolor de Marcos y las lágrimas de Neus: ambos sabían que el honor de la familia estaba en juego y que debían aceptar los hechos: Faltaban dos meses para que el noble aragonés viniera a Camprodón a casarse con Neus y llevársela lejos para siempre.

Una mañana alguien alertó de que Marcos había desaparecido. Había huido del castell durante la noche sin dejar rastro de su paradero. No se había despedido de nadie, ni de su madre adoptiva, ni de los Señores de Camprodón, ni siquiera de Gilbert ni de Neus. Todos comprendieron la razón por la que Marcos se había marchado y no enviaron a nadie en su búsqueda. Pensaron que pasado un tiempo y después de la boda, regresaría.

Y se acercó la fecha convenida.Desde Aragón llegó Don Garcés, el prometido de Neus, acompañado de sus padres y de un grupo de acompañantes. Todo estaba preparado. La boda se celebraría al día siguiente.

Así se hizo, la novia apareció envuelta en un traje blanco y un velo que cubría la palidez de su rostro. Todos conocían la verdad y el sacrificio que suponía para la joven aceptar tal desposorio. En el castell no se sentían ni la alegría ni la algarabía que suscitan estos acontecimientos.

Pero algo imprevisto sucedió: cuando la novia se dirigía al altar, donde la esperaba Don Garcés, la puerta de la capilla se abrió y apareció Marcos montado en su caballo. Sin mediar palabra, con una rapidez increíble y ante la sorpresa de todos, Neus corrió a su encuentro, Marcos la ayudó a montar en la cabalgadura y ambos desaparecieron con la velocidad del rayo. El Señor de Camprodón salió corriendo detrás, pero hizo una seña al encargado de la defensa del castell para que nadie los persiguiera. Pasados unos minutos y entre el desconcierto general, envió a sus hombres a que los siguieran, pero les advirtió disimuladamente que los dejaran escapar.

La esposa del Señor de Camprodón sonrió. Comprendió que su marido no era el padre de Marcos y que estaba ayudando a los dos jóvenes a huir.

Nunca supo nadie que fue de Neus y Marcos. Se cuentan muchas cosas. Hay quien dice que el propio Señor de Camprodón se convirtió en su protector secreto. Hay quien dice que huyeron a lejanas tierras donde hicieron fortuna. Incluso hay quien asegura que la huida de los dos amantes fue ideada por el propio Señor de Camprodón para salvar a la vez el amor de los jóvenes y salvaguardar su palabra. Todo podría ser cierto, pero como la mayoría de las cosas que se cuentan en el castell...son leyendas.

Damablanca.
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Mensaje  Ety Miér Mar 05, 2008 12:04 am

Dama, también deberías escribir un libro de cuentos, recopilando todo lo que has escrito.
Lo disfrutaríamos mucho sunny

Ety
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Soy alguien que ha nacido... Empty Re: Soy alguien que ha nacido...

Mensaje  Damablanca Miér Mar 05, 2008 2:16 am

Uy, Ety, se me amontona el trabajo.

Aún tengo pendiente la publicación de un libro de poemas.

Ahora estoy buscando a quien realice las ilustraciones.

Gracias por tu apoyo.

Amparo.
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