Y pensar..
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Y pensar..
Tenía diecinueve años y aparentaba catorce, con mi vestidito de flores. Me presenté a un certamen de música folk y de cantautor. Llevaba una canción que hablaba de la vejez. Algo surrealista total, ver a una chiquilla tratando semejante tema. ¿Qué poetas había leído una servidora, qué canciones habría yo escuchado para componer tal canción?. Me dieron el primer premio. Otro acto surrealista del jurado. Aquí dejo la letra, una letra que hoy en día ni se me ocurriría escribir. Vivir es lo que importa, ni juventud ni vejez ni gaitas. Mientras el cuerpo aguante, que decía mi colega Nino Sánchez en uno de sus temas. Ahora más que nunca, después de fallecer mi madre, me doy cuenta de que no se puede desperdiciar ni un solo día de la vida. Aquí dejo la letra de aquella canción, como curiosidad.
Y pensar que la juventud llena de inquietud
Ha de morir un día
Y pensar que este palpitar de mi corazón
Ha de sentir su ausencia
Y pensar que toda mi piel tiene que perder
Este vigor de ahora
Y la veré sumida en la vejez que añora
La fuerza de la vida
Para sentirme sola…
Y pensar que todo el ayer se reflejará
Sólo en muebles y espejos
Y pensar que hemos de buscar con intensidad
Los minutos perdidos
Y pensar que un amor en flor, al envejecer
También se queda viejo
Como un encaje antiguo lo acarician los dedos
Como un recuerdo vivo
Como un ferviente anhelo…
Y pensar que los días no regresarán
Nunca más, nunca más,
Que las rosas de la sangre son
Una vez nada más
Camino de la eternidad.
Que conste que la música era bonita. Que conste que cada vez estoy más convencida de que somos algo más que lo tangible, que hay una energía eterna en nosotros y que la muerte es un reciclaje.
Damablanca.
Y pensar que la juventud llena de inquietud
Ha de morir un día
Y pensar que este palpitar de mi corazón
Ha de sentir su ausencia
Y pensar que toda mi piel tiene que perder
Este vigor de ahora
Y la veré sumida en la vejez que añora
La fuerza de la vida
Para sentirme sola…
Y pensar que todo el ayer se reflejará
Sólo en muebles y espejos
Y pensar que hemos de buscar con intensidad
Los minutos perdidos
Y pensar que un amor en flor, al envejecer
También se queda viejo
Como un encaje antiguo lo acarician los dedos
Como un recuerdo vivo
Como un ferviente anhelo…
Y pensar que los días no regresarán
Nunca más, nunca más,
Que las rosas de la sangre son
Una vez nada más
Camino de la eternidad.
Que conste que la música era bonita. Que conste que cada vez estoy más convencida de que somos algo más que lo tangible, que hay una energía eterna en nosotros y que la muerte es un reciclaje.
Damablanca.
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