Los "sin hogar"

Hasta hace bien poco, el término inglés "homeless", sin hogar, se refería a personas que por una u otra razón habían caído en la "marginalidad" y vivían "en la calle". A veces, en España, se veía a alguna de estas personas, generalmente vagabundos, durmiendo entre cartones o a la puerta del metro. Siempre se decía que existían albergues y que quienes andaban en esa situación es que no aceptaban la ayuda social...

El caso es que ese término, "sin hogar", tiene ahora en nuestro país unas connotaciones realmente dramática. Miles de personas se han visto obligadas a abandonar su vivienda por no poder hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca. Más aún, muchas de estas personas, además de quedarse sin la vivienda, tienen que seguir pagando la deuda pues tras la bajada de los precios la entrega del piso no es suficiente para completar la hipoteca solicitada. Existen movimientos ciudadanos en contra de los desahucios, se intenta proteger legalmente a los desahuciados y que al menos no les queden deudas, viéndose literalmente "en la calle". Incluso en esta debacle se han visto implicados familiares de los deudores que habían avalado a éstos con sus propios bienes...

Creo que para quien vive bajo un techo seguro es difícil imaginar la dimensión del drama. No entiendo cómo en un país donde la Constitución dice que "todo español tiene derecho a una vivienda digna" hemos llegado a ser testigos de semejante situación. Supongo que estas familias, gente de clase media normal, gente trabajadora que de pronto se ve metida en ese túnel, la "salida" estará en los familiares, que echarán una mano o los acogerán, pero ésa no es la solución, por supuesto. No soy economista, pero así de repente, se me ocurre que tienen que existir soluciones que no dejen a estas personas sin hogar. La primera, frenar los desahucios, caiga quien caiga.

Damablanca.

Lamentablemente en nuestro pais cada dia hay mas sin techo.
Como presidente de la asociación de vecinos del distrito en el que vivo he asistido a varias reuniones con otros presidentes, ONG e instituciones públicas para valorar la situación y el cobijo de las personas que viven en la calle y que ahora debido a las bajas temperaturas que sufrimos necesitan abrigo y comida.

He podido observar que al contrario de lo que yo habia imaginado no se trata de personas marginales, sino de hombres y mujeres que hasta hace muy poco tenian trabajo, casa y recursos y que de repente le deben un piso al banco que ni siquiera tienen y no tienen para comer ni donde dormir.

Es una verguenza la tirania de los bancos desalijando a personas que en muchas ocasiones ya habian pagado gran parte de la deuda, y con intereses abusivos.

"Se nos lleno de pobres el recibidor, y no dejan de seguir llegando".

Joan