Rosana en Sevilla

«Me encantaría que la música pudiera arreglar el mundo»

La cantante canaria ofrecerá hoy en el patio de la Diputación Provincial a las 22:30 horas un concierto en el que presentará «A las buenas y a las malas», su último disco

Día difícil el que ha escogido Rosana para actuar en Sevilla, ya que tendrá que competir con la mítica banda australiana AC/DC, que casi llenará el Estadio Olímpico de la Cartuja con 60.000 espectadores, y el de Joan Manuel Serrat en el Teatro de la Maestranza, ambos previstos para esta noche. Optimista, bromea: «¡Si puede que yo también me escape un poquito al Olímpico!», dice en referencia al macroconcierto de los rockeros australianos. Esta noche, la cantante canaria ofrecerá un recital en el presentará «A las buenas y a las malas», el que hasta ahora es su último trabajo en el mercado. De él, cuenta que a pesar de haber sido gestado hace casi dos años, tiene la sensación «de haberlo escrito anoche, por la actualidad que contiene. Hablo de un mundo al que no le va demasiado bien…».
La crisis
Su mirada vivaracha se apaga cuando toca hablar de la crisis: "Me encantaría que la música fuera la solución a la fragilidad del mundo", sentencia. "La música
tiene que servir para que la gente no esté tan cabizbaja. Al final, todo lo que tiene que ver con la parte económica de la crisis cuando tenga que pasar, pasará. Pero la huella que deja la tristeza es mucho más intensa. Eso me preocupa más".
Evolución musical
Dice que desde que empezó allá por el año 96 con «Lunas rotas», su sonido «ha dejado de ser latino para pasar a convertirse en pop. 'El talismán' me aportó éxito entendido como grandes sumas de dinero, y me permitió salir por la puerta grande y poder dedicarme hoy en día a lo que me gusta. Seguí con él hasta que mi verdad cambió. Y ahí fue cuando decidí arriesgarme». Riesgos musicales que surgen «en lo que tardas en cantar una canción», desvela. «Tengo canciones que escribirlas me llevó poco tiempo, unos cuatro minutos y casi acaban en el cubo de la basura. Luego, siempre llega un amigo a casa y te hace cambiar de opinión ¡menos mal!», suspira. Porque lo que realmente le preocupa a la cantante es
«que la gente se lleve a casa el cien por cien de lo que yo les he podido dar. Me da igual estar de moda o no porque no sé lo que se lleva y lo que no. Yo entiendo de intentar ponerle el vello de punta a la gente. Tampoco he dormido más tranquila cuando mis canciones estaban en lo más alto de todas las listas o cuando vendí muchísimos ejemplares de mi primer disco». Despreocupada por la fama, continúa: «¿Cuánta gente murió pobre sin saber que su obra se estudiaría mucho tiempo después en los colegios? Hay millones de canciones que no triunfaron en su día y de repente, salen cincuenta años después en un anuncio de televisión y son número uno en el mundo. Eso es porque hay veces que lo que yo quiero compartir tú no lo quieres recibir. El éxito se resume en que alguien canta lo que tú quieres escuchar».
De alma libre y visceral, confiesa que no tiene «un sitio fijo donde vivir, pero soy capaz de ir a Lanzarote sólo para comer y dar un abrazo». Al serle preguntada sobre si cuando
empezó no se sintió una rara avis en un mundo de hombres, responde claro: «No creo que el mundo de los cantautores sea cosa de hombres. Al menos yo no lo he sentido así. La gente me dio la mano con mi primer disco y desde entonces no he sentido ni un solo minuto de vacío".

Recuerdo que el año pasado, Rosa, nos recomendó vivamente a Rosana, había ido a un concierto de
ella, y se había quedado entusiasmada. Tanto que pensé la próxima vez que venga a Barcelona la
escucharé, pero de momento no he ido a ninguno, si ha cantado en Barcelona se me ha pasado.

Besos
Mª Dolores