Aquellas normas de educación
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Aquellas normas de educación
Servidora, como supongo que la mayoría de los aquí presentes, nació en un familia normal. Una familia en la que se impartían una serie de principios que en ocasiones pueden parecer “trasnochados”, (y algunos lo son) pero en los que si separo la paja del grano pasando todo aquello por una criba, encuentro algunas cosas que podrían ser indispensables para la buena convivencia.
A mí me enseñaron que la libertad termina donde empieza la libertad del otro, que es bueno ser solidario, que hay que procurar no dañar al vecino y que si por cualquier circunstancia lo dañas, hay que repararlo. Que hay que mantener la palabra dada al menos que el otro no cumpla con lo pactado, que el respeto es la única forma de plantear cualquier tipo de relación, que hay que refrenarse y no dejarse llevar por la ira, que hay que perdonar, que hay que pedir perdón. Me dijeron que la generosidad es algo bueno y que el egoísmo es malo y también me enseñaron a no juzgar nunca por las apariencias. También me contaron que la perfección no existe, pero que dentro de nuestra imperfección, hay que intentar mejorar y que con humildad se puede ir a todas partes y que nadie es más que nadie.
Digo todo esto porque últimamente percibo un mundo distinto en el que parece que cada vez con más ahínco el dinero está por encima de todo, la apariencia física por encima de las cualidades interiores, la ambición por encima de la ética, la fuerza por encima del respeto, el egoísmo se considera un derecho y me pregunto si esto siempre fue así y lo que sucede es que últimamente ya nadie “guarda las apariencias”. Nuestro mundo, el mundo más cercano, ha cambiado mucho en pocas décadas. Nuestros mayores, los que nos educaron, no “digieren” tanto cambio y tan rápido. Yo no quisiera anclarme en lo pretérito y heredado, pero por más vueltas que le doy al tema, no puedo cambiar aquellos principios…porque en el fondo sigo creyendo en ellos.
Damablanca.
A mí me enseñaron que la libertad termina donde empieza la libertad del otro, que es bueno ser solidario, que hay que procurar no dañar al vecino y que si por cualquier circunstancia lo dañas, hay que repararlo. Que hay que mantener la palabra dada al menos que el otro no cumpla con lo pactado, que el respeto es la única forma de plantear cualquier tipo de relación, que hay que refrenarse y no dejarse llevar por la ira, que hay que perdonar, que hay que pedir perdón. Me dijeron que la generosidad es algo bueno y que el egoísmo es malo y también me enseñaron a no juzgar nunca por las apariencias. También me contaron que la perfección no existe, pero que dentro de nuestra imperfección, hay que intentar mejorar y que con humildad se puede ir a todas partes y que nadie es más que nadie.
Digo todo esto porque últimamente percibo un mundo distinto en el que parece que cada vez con más ahínco el dinero está por encima de todo, la apariencia física por encima de las cualidades interiores, la ambición por encima de la ética, la fuerza por encima del respeto, el egoísmo se considera un derecho y me pregunto si esto siempre fue así y lo que sucede es que últimamente ya nadie “guarda las apariencias”. Nuestro mundo, el mundo más cercano, ha cambiado mucho en pocas décadas. Nuestros mayores, los que nos educaron, no “digieren” tanto cambio y tan rápido. Yo no quisiera anclarme en lo pretérito y heredado, pero por más vueltas que le doy al tema, no puedo cambiar aquellos principios…porque en el fondo sigo creyendo en ellos.
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Aquellas normas de educación
Digo todo esto porque últimamente percibo un mundo distinto en el que parece que cada vez con más ahínco el dinero está por encima de todo, la apariencia física por encima de las cualidades interiores, la ambición por encima de la ética, la fuerza por encima del respeto, el egoísmo se considera un derecho y me pregunto si esto siempre fue así y lo que sucede es que últimamente ya nadie “guarda las apariencias”. Nuestro mundo, el mundo más cercano, ha cambiado mucho en pocas décadas. Nuestros mayores, los que nos educaron, no “digieren” tanto cambio y tan rápido. Yo no quisiera anclarme en lo pretérito y heredado, pero por más vueltas que le doy al tema, no puedo cambiar aquellos principios…porque en el fondo sigo creyendo en ellos.
Damablanca.[/quote]
No solo lo percibes tu, creo que todos.
No se en otros paises pero aqui en España pasamos de una excesiva importancia de la disciplina a una gran carencia de referentes eticos.
Lo del respeto debido paso a mejor vida, por desgracia. Quizás sea por el efecto de péndulo que nos da la Historia de los pueblos.
Creo que nuestra sociedad debe madurar en estos aspectos y en eso son responsables aquellos que deciden las pautas de la educación de nuestro pais.
Petons
Joan
Damablanca.[/quote]
No solo lo percibes tu, creo que todos.
No se en otros paises pero aqui en España pasamos de una excesiva importancia de la disciplina a una gran carencia de referentes eticos.
Lo del respeto debido paso a mejor vida, por desgracia. Quizás sea por el efecto de péndulo que nos da la Historia de los pueblos.
Creo que nuestra sociedad debe madurar en estos aspectos y en eso son responsables aquellos que deciden las pautas de la educación de nuestro pais.
Petons
Joan
Re: Aquellas normas de educación
¿Educación? Ahí está el "quid" de la cuestión.
Petons,
Amparo.
Petons,
Amparo.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Aquellas normas de educación
Creo que hay algo más que la educación, quizás algo inherente en la naturaleza humana. En los últimos tiempo he pensado mucho sobre el tema y a veces creo que el hombre siempre ha sido así, pero lo que ha cambiado es el nivel de represión de los impulsos. Esto no es malo puesto que nos permite también ser más auténticos y nos enseña a ser tolerantes con las diferencias, sin embargo hay quiénes han rebasado los límites de la convivencia y padecen un narcisismo tan patológico que se olviden de sus semejante.
Vivimo en una era "vacía" (básicamente de valores), y vivimos una era de individualismo muy marcado, y nuestros objetivos son efímeros y muy poco solidarios.
Nuevamente, como ya lo he hecho en otros apartados del foro, sugiero la lectura del libro de Gilles Lipovetsky: "La Era del Vacío".
Ety
Vivimo en una era "vacía" (básicamente de valores), y vivimos una era de individualismo muy marcado, y nuestros objetivos son efímeros y muy poco solidarios.
Nuevamente, como ya lo he hecho en otros apartados del foro, sugiero la lectura del libro de Gilles Lipovetsky: "La Era del Vacío".
Ety
Ety- Cantidad de envíos : 5484
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 18/02/2008
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