El amante y el amado

Hace tiempo Antonio Gala escribió un artículo que hablaba del juego del amante y del amado. En una reunión de parejas todos los presentes debían poner su nombre en un papel, los papeles doblados en el centro e ir seleccionando uno por uno al azar. Al elegir un nombre, todos los presentes votaban si esa persona, en su pareja, era el/la amante o el/la amado/a. Contaba Gala que él esperaba que se le considerara amante y cuánta no fue su chasco cuando la votación le consideró "amado".

Imagino que si cada uno de nosotros tuviéramos la oportunidad de organizar un juego similar, nos llevaríamos más de una sorpresa. Es muy posible que nos veamos de una forma muy distinta a como nos ven los demás, que consideremos que ofrecemos mucho y quien está a nuestro lado considere que nos ofrece mucho. Resulta difícil ser objetiv@ en semejante tema. ¿Quién da más? Obviamente quien tiene más o resulta más generoso.

En cierta ocasión "dejé caer" que el amor que uno recibe no está en función de sus méritos sino en la capacidad de amar del otro. Así puedes entregarte de lleno a quien no tiene mucha capacidad y obtener chatarra a cambio de oro o viceversa. Afortunadamente el amor es ciego y no entiende de metales nobles...siempre que la cosa tenga brillo.

Damablanca.

Hay quien opina, como en este caso Antonio Gala, que siempre uno ama más que el otro en la pareja. Y en muchos casos así será, pero existe también el hecho de que se combine el amante/amado en la misma persona y viceversa.
En mi caso me siento amante/amada, así que esa diferencia no existe para mí en estos momentos.