Elecciones en Chile

Obtiene 44.02 por ciento de votos por 29.62 por ciento de Frei; habrá segunda vuelta

Piñera, magnate derechista, se impone en la elección presidencial de Chile

Afirma que es el triunfo del cambio y que la Concertación está agotada; tiene fatiga materialEnríquez-Ominami, aspirante independiente de izquierda, tercer lugar; descarta alianzas




El derechista Sebastián Piñera festeja su victoria electoral en
Santiago. A la derecha, su contendiente de la oficialista Concertación
Democrática, Eduardo Frei, saluda a simpatizantes tras conocerse los
resultados que indican que habrá segunda vuelta el próximo 17 de enero

Santiago, 13 de diciembre. Como lo anticiparon los sondeos de opinión días antes, el derechista Sebastián Piñera obtuvo hoy tres millones 98 mil 416 votos (44.02 por
ciento) en las elecciones presidenciales de Chile, pero este empresario con inversiones en los sectores aeronáutico, mediático y futbolístico tendrá que medirse en segunda vuelta el 17 de enero con Eduardo Frei Ruiz-Tagle, democristiano que consiguió dos millones 30 mil 836 sufragios (29.62 por ciento) y se verá obligado a forjar una alianza de centro-izquierda si pretende detener el retorno de los conservadores después de 51 años de su última victoria electoral por la presidencia.

Sin sorpresas en el Congreso

En el terreno legislativo tampoco hubo resultados sorpresivos, toda vez que los partidos de la Concertación Democrática –democristianos y socialistas– abrieron desde hace tiempo el camino para integrar al Partido Comunista en alianzas para ocupar dos de las 120 curules en la Cámara de Diputados, mientras en el Senado se
confirmaron los pronósticos de las encuestadoras, según las cuales los socialistas sólo ganarían tres de los cuatro escaños que buscaron, de un total de 38 que componen la cámara alta.

Cuando habían sido contabilizado cuatro millones 249 mil 658 votos (98.32 por ciento), el Ministerio del Interior informó que el candidato independiente de izquierda, Marco Enríquez-Ominami, se quedó con un millón 319 mil 219 votos (20.12 por ciento), tres puntos porcentuales más de los previstos en las encuestas.

Con 425 mil 879 boletas (6.21 por ciento) se ubicó en cuarto lugar el ex ministro de la coalición gobernante Jorge Arrate, político ligado al gobierno del presidente Salvador Allende, depuesto en un golpe de Estado en septiembre de 1973 por Augusto Pinochet, quien encabezó una dictadura que terminó en 1990.

Ésta es la quinta ocasión que los chilenos eligen a su presidente en las urnas, después de aquellos hechos.

La victoria de Piñera, conocido también como el Berlusconi chileno, cuya fortuna es calculada por la revista estadunidense Forbes en mil millones de dólares, fue reconocida esta noche por los tres candidatos.

Éste es el triunfo del cambio, dijo Piñera tras reconocer los resultados que desataron la euforia de sus seguidores, puesto que la diferencia, que al principio del recuento era de alrededor de 800 mil votos, se ensanchó a un millón hacia el final del escrutinio.

Sin referirse directamente a las estrategias de la segunda vuelta, que deberá realizarse al no superar el 50 por ciento más uno de los votos, Piñera coqueteó con la posibilidad de que Enríquez-Ominami no se sume a la alianza que debe forjar Frei.

El magnate aprovechó algunas declaraciones del aspirante independiente –hijo de un asesinado guerrillero del Movimiento de Izquierda Revolucionaria durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero igualmente vinculado a familias tradicionalmente conservadoras de Chile–, al afirmar que siempre le he reconocido a Marco su gran
vitalidad y comparto con él la visión de que la Concertación está agotada, tiene fatiga material.

En su alocución de esta noche, Enríquez-Ominami dijo a sus seguidores que no endosará la candidatura de ninguno de los dos punteros porque son pasado, lo que podría dejar en desventaja a Frei en la segunda ronda. Esto acabaría con 17 años de gobiernos de la Concertación.

Es imposible que abuse de la confianza que me han dado. No tengo ninguna posibilidad, porque me nace del alma, de llamar a endosar votos a otro candidato, dijo Enríquez-Ominami.

La vieja política está esperando señales que no va a recibir. Chile deberá elegir el 17 de enero entre dos proyectos que son más del ayer que del mañana, que son mucho más pasado que futuro. Ellos no son el cambio, ellos no son el futuro. Frei y Piñera se parecen demasiado, aseveró.

El democristiano, hijo del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien gobernó en la década de los 60, cuenta ya con el apoyo de Arrate, quien desde los días anteriores a la elección presidencial había propuesto una alianza de fuerzas de izquierda para detener el retorno de la derecha.

Frei, quien gobernó entre 1994 y 2000, dijo a su vez: en esta noche quiero invitar a todos los que no votaron por mí, a aquellos que tuvieron dudas, a los que votaron por Arrate y a los que votaron por Enríquez-Ominami, a sumarse a esta candidatura.

Es un poco decepcionante que gane la derecha en Chile, pero es algo que debemos aceptar como demócratas. En todo caso la alternacia suele ser positiva.

Esperemos que en este tiempo en la oposición la izquierda chilena sepa elaborar un proyecto ambicioso y renovador.

Joan

Falta una segunda vuelta en enero, veremos que pasa.

Ety

Hoy se decidira el futuro de Chile.

Esperemos que el pueblo elija la mejor opción y que los logros no se pierdan.

Joan

A ver que noticias nos llegan.

Lo mejor para Chile.

Damablanca.

Chile: Piñera consolida su triunfo con 99 por ciento de escrutinio

El oficialista Frei, quien obtuvo 48.4% de los sufragios, reconoció su derrota.

AFP

Santiago. El derechista Sebastián Piñera se confirmó como el presidente electo de Chile, al obtener 51.6 por ciento de los votos válidos de este domingo, frente a 48.4 por ciento obtenido por su contendor oficialista, el ex mandatario Eduardo Frei, según el resultado oficial de 99 por ciento de las mesas escrutadas.

Este resultado fue anunciado por el subsecretario del Interior, Patricio Rosende.
Ya antes, el candidato Frei había reconocido su derrota y la presidenta Michelle Bachelet había llamado a Piñera para felicitarlo por su triunfo.

Tras estos primeros resultados, el ministro de Interior chileno dio por hecho el
triunfo del candidato de la oposición. "El país hoy día quiere un cambio, ha virado hacia la derecha, y a nosotros nos queda desearle lo mejor al próximo gobierno",
reconoció el ministro Edmundo Pérez Yoma.

"Nosotros creemos que hemos hecho un gran gobierno, estamos muy orgullosos de
20 años que son los mejores gobiernos de nuestra historia republicana, nos sentimos llenos de orgullo", agregó.

La victoria representa el fin de 20 años en el poder de la Concertación Democrática, la coalición de partidos de centro-izquierda que gobierna Chile desde el fin de la
dictadura de Augusto Pinochet.

Frei había logrado remontar en la última semana la ventaja de 14 puntos que el derechista Piñera le sacó en la primera vuelta del 13 de diciembre, pero no lo suficiente para asegurar un quinto gobierno a la Concertación Democrática, la coalición de centro izquierda que gobierna Chile desde 1990.

La celebración
En las afueras del céntrico hotel capitalino Crowne Plaza -sede de campaña de Piñera- animadores y pantallas gigantes transmitían el entusiasmo del triunfo a más de 30 mil chilenos que se agruparon frente a la gran bandera chilena instalada sobre el escenario que esperaba al mandatario electo.

Por las calles, los vendedores ambulantes hacen el negocio del mes: réplicas de la banda presidencial y banderas con la frase "Piñera Presidente" se vendían por centenas a mil pesos (dos dólares) cada una, contrastando con viejos afiches pegados en las murallas del centro que decían "Piraña: Chile no se vende", aludiendo a su carácter de empresario.

Con la euforia de celebrar por primera vez una elección presidencial, la derecha no escatimó en gastos, tampoco en gritos, aplausos y alegría. Celebraciones con champaña, abrazos por doquier y varios vestidos con trajes de fiesta era la panorámica que se observaba dentro del hotel donde se concentraba el comando ganador.

Todos querían sentirse parte del triunfo: "Ganamos, hueón, ganamos", se decían
alegres los simpatizantes usando la típica muletilla chilena.

Y en los pasillos del hotel, no faltó quienes buscaban fotografiarse con los integrantes de la familia Piñera, quienes se paseaban dispersos por todos los
rincones saludando a los adherentes, artistas, políticos y prensa.

Tras 52 años que la derecha no llegaba al poder por las urnas, tras 17 años de régimen militar y tras 20 años de la coalición de centro izquierda en el gobierno, los adherentes derechistas tenían una celebración contenida que terminó desbordándose en esa euforia.

Luego la locura se acentuó cuando el candidato llegó al estrado para el discurso de la victoria, "esa nueva etapa para el país". Tras la larga espera, la derecha había regresado.


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Personalmente estos no son las resultados que yo hubiera esperado, pero es el deseo de la mayoría. No vivo en Chile y tampoco soy analista político para entender estos resultados. Hay muchas cosas que desconozco de la realidad de este país, sobre todo tras vivir tantos años en una dictadura, así que quiero pensar que la mayoría chilena tiene razones válidas para buscar un gobierno de derecha. Y desde luego espero que la tendencia a la derecha tampoco sea sinónimo de de dictadura, abuso y desigualdad.

Los chilenos lucharon mucho por conseguir un país democrático, así que espero que este cambio sea también positivo.

Agrego un comentario escrito por un lector de La Jornada, al conocerse los resultados de las elecciones en Chile. Me parece que esta breve nota explica un poco el triunfo de la derecha y especialmente de un candidato que es más que un político, un empresario. (lo cuelgo tal y como apareció hace unos momentos en el periódico, incluídos las comparaciones con la situación actual de México)



eleccion chilena

Enviado por
joaquin lopez

el 17/01/2010 20:31

Según mi maestro el Senador chileno Fernando Flores "Piñera representa un cambio de elite que no es de izquierda o derecha en el sentido tradicional" también agrega el ex-concertacionista que el país "quería un cambio porque se estaba agotando con demasiada burocracia, poca fe en el futuro y poca productividad". Más o menos los mismos síntomas del gobierno calderonista, con la diferencia de que en México la izquierda está peor que en Chile, el PRI está lleno de sabanjidjas, y lo peor, ni
siquiera tenemos un empresario con el liderazgo político a nivel nacional como el que mostró Piñera. Fernando Flores no se equivocó en su elección personal.

Publicado hoy en el diario "La Vanguardia"

ELECCIONES EN CHILE Piñera devuelve el poder a la derecha en Chile 20 años después
Sebastián Piñera, de 60 años, entra en el Palacio de la Moneda tras obtener el 51,6% de los votos con el 99,2% de los sufragios escrutados

Chile cambia. El empresario derechista Sebastián Piñera será el próximo presidente tras ganar la segunda vuelta de las elecciones celebradas de ayer.

ESTALLA UNA BOMBA SIN CAUSAR VÍCTIMAS

Una bomba fabricada con sustancias químicas explotó sin causar víctimas o daños de consideración en un local de votación del sur de Chile, donde se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, informaron fuentes policiales.

El hecho ocurrió poco antes de las 13.00 hora local (16.00 GMT) en el colegio "Galvarino Riveros", el principal centro de votación de la ciudad de Castro, en la isla de Chiloé, a unos 1.200 kilómetros al sur de Santiago.

Según explicó a los periodistas el oficial de Carabineros Leonardo Galaz, el artefacto estaba compuesto por una botella llena sustancias químicos que fue dejada en un baño del primer piso del edificio.

Tras la detonación, la Policía tomó los datos de las personas que se encontraban en el local, mientras un fiscal inició las primeras diligencias respecto del suceso, de cuya autoría nadie se ha responsabilizado. Una hora después de la explosión, la votación había retomado su normalidad, dijeron las autoridades electorales de la localidad.

Con esta victoria, la derecha consigue por primera vez llegar al poder por la vía democrática desde el fin de la dictadura militar del general Augusto Pinochet, en 1990. Piñera pone fin a veinte años de gobiernos progresistas y desaloja del palacio de La Moneda a la Concertación, la coalición centroizquierdista que siempre gobernó tras la reinstauración de la democracia.

Anoche, con el 99,2% escrutados, Piñera obtuvo el 51,61% de los votos, frente al ex presidente democristiano, Eduardo Frei, que consiguió el 48,38%.

El candidato derrotado tardó menos de una hora en comparecer ante sus seguidores para reconocer la derrota y felicitar a Piñera, cuando apenas se conocía el 60% del escrutinio. "Espero que prevalezcan el dialogo, la búsqueda de acuerdos, las conquistas sociales y las libertades que tanto nos han costado recuperar", dijo Frei acompañado de su familia, además de los ex presidentes concertacionistas Ricardo Lagos y Patricio Aylwin. Frei añadió que espera que el gobierno de Piñera "privilegie el interés colectivo".

Poco después, Frei acudió a felicitar personalmente a Piñera al hotel donde estaba instalada su sede. Ambos se abrazaron sobre una tarima, ante los medios de comunicación y con la presencia al completo de sus dos familias.

Piñera agradeció el gesto de Frei, a quien se dirigió en tono de unidad. "Quiero acoger y revivir lo que fue la democracia de los acuerdos que nos tocó vivir e interpretar juntos cuando fuimos senadores [ en los años noventa]", remarcó Piñera. "Necesitamos una buena oposición", dijo el ganador, esperando que sea "leal" y con "espíritu constructivo".

Los partidarios de la derecha salieron a celebrar la histórica victoria por las calles de todo el país, portando banderas chilenas. En Santiago, los piñeristas se concentraron en la céntrica plaza Italia, lugar habitual de festejos deportivos, que está muy próximo al hotel de la Alameda donde Piñera se dirigió a sus seguidores desde un escenario.

Durante la campaña, el presidente electo se presentó con un perfil centrista y puso énfasis en las propuestas sociales. Piñera alabó muchas de las acciones de la presidenta Michelle Bachelet, quien, pese a contar con un 85% de aceptación popular, no logró traspasar todo ese apoyo a Frei. Además, Piñera prometió crear un millón de puestos de trabajo.

Otro de los puntos fuertes del programa derechista es la lucha contra la delincuencia. Piñera se ha referido constantemente a la idea de "atrancar la puerta giratoria", para limitar la libertad provisional y evitar que los criminales entren por una puerta y salgan por la otra.

Piñera, de 60 años, estudió Empresariales en la Universidad Católica de Chile, antes de viajar a la Universidad de Harvard, donde obtuvo un posgrado en Economía. De regreso a Santiago, inició su carrera empresarial, que lo llevó a ser uno de las personas más ricas de Chile. Con una fortuna estimada superior a los 800 millones de euros, ocupa el lugar 701 entre los más ricos del mundo, según la revista Forbes.

Entre otros negocios, Piñera es dueño del canal de televisión Chilevisión; de Colo Colo, el equipo de fútbol más popular de Chile; de Lan, una de las aerolíneas líderes en el continente americano, y también es el accionista mayoritario de uno de los hospitales privados más prestigiosos de Santiago.

Durante toda la campaña, sus adversarios han atacado a Piñera criticando la mezcla de negocios y política. Al respecto, el empresario siempre ha prometido que venderá todas sus empresas si es elegido presidente. Aunque al presidente electo no le gusta, Piñera se ha ganado el apelativo de Berlusconi chileno,debido a algunas similitudes de su perfil con el del primer ministro italiano.

A pesar de haber nacido en una familia democristiana, Piñera acabó militando a finales de la década de los ochenta en Renovación Nacional (RN), partido aliado de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI). Durante ocho años fue senador por RN, antes de destapar sus ambiciones presidenciales. No logró la nominación de la Alianza, la coalición derechista, en las elecciones de 1999, pero sí logró pasar a segunda vuelta en el 2005, cuando perdió frente a la socialista Michelle Bachelet.

Esta es la Editoria de la Jornada el día de hoy:

Chile, el Fin de una Època:

El triunfo del empresario derechista Sebastián Piñera en la segunda vuelta de los comicios presidenciales realizada ayer en Chile, así como la derrota del candidato oficialista, el ex presidente Eduardo Frei, democristiano postulado por la gobernante Concertación, marca el fin de un ciclo político: el que siguió a la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, y que reinsertó al país austral en la democracia
formal, con una sucesión de cuatro gobiernos de centro derecha y centro
izquierda (Patricio Aylwin, Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Michelle
Bachelet)

Piñera es, antes que un político, un empresario muy acaudalado que ha sido sujeto de señalamientos por corrupción y prácticas inescrupulosas. Si bien él, en lo personal, apoyó el fin de la dictadura en el plebiscito de 1988, se le acusa de haber tenido vínculos familiares y empresariales con el entorno pinochetista y de haber sido uno de los beneficiarios de la privatización de empresas públicas emprendida por la tiranía, y fue postulado por una coalición formada por la ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) y la derechista Renovación Nacional (RN), organizaciones que fueron sostén civil de la dictadura.

Más allá de eso, el que se considera ya presidente electo de Chile preconiza la reducción del Estado y la promoción de la empresa privada, y rechaza la concesión de derechos a mujeres y a homosexuales.

Después de dos décadas en el poder, la Concertación había experimentado un desgaste político de tal magnitud que ese solo fenómeno podría explicar la victoria del candidato opositor. Desde la otra perspectiva, los poco más de 49 por ciento de los sufragios obtenidos por Frei en la elección de ayer no necesariamente son, o no
en su mayoría, adhesiones a su persona ni a su causa, sino votos de rechazo a Piñera. Es decir, el proceso sucesorio chileno estuvo más marcado por votos de castigo o de prevención que por el respaldo a plataformas que resultaran convincentes para la mayoría del electorado.

Cabe señalar que en el ciclo de la Concertación, pese a las ambigüedades e
inconsecuencias que lo marcaron –como la negativa de sus cuatro presidentes a tocar las bases constitucionales antidemocráticas, estrechas y conservadoras impuestas por la dictadura en sus momentos finales, o como el mantenimiento a rajatabla de una continuidad neoliberal que produjo bonanza en indicadores económicos, pero también miseria y concentración de la riqueza–, el gobierno chileno mantuvo, en los momentos importantes, independencia, soberanía y vocación regional para la integración sudamericana.

Es probable que la próxima presidencia, encabezada por Piñera, opere un retroceso en materia de relaciones internacionales y coloque a Chile en los alineamientos
automáticos con Washington, un campo en el que hoy en día sólo se ubican los gobiernos de México, Colombia y, en menor medida, Perú y Costa Rica.

Por añadidura, está por verse si el populismo derechista de Piñera no se traduce en una vuelta al poder de antiguos personeros de la dictadura y si el empresario no lleva la política nacional a niveles bufos –y trágicos, a fin de cuentas–, como lo hicieron en sus respectivos países dos personajes que se le parecen en más de un
sentido: Fernando Collor de Mello en Brasil, y Silvio Berlusconi en Italia.

Desde lejos, me parece una lástima que Chile también haya caído en manos de la derecha, pero me imagino que es lo que toca en este momento, porque si miramos el mapa internacional vemos que en pocos lugares gobiernan partidos de "izquierdas" y la crisis económica generada en primer lugar por Estados Unidos hace que sea más complicado gobernar teniendo en cuenta las ideas del socialismo y defendiendo siempre a los trabajadores.

Besos
Mª Dolores

No es lo que yo hubiera querido, pero el mundo tampoco está funcionando actualmente de acuerdo a mi manera de pensar. El liderazgo económico prevalece por encima de los interese y necesiddades del ser humano, y supongo que también Chile se ha adherido a esta premisa al elegir un empresario como presidente.

En principio puede ser un medida para integrarse a la globalización económica y mejorar las condiciones del país, pero espero que estas decisiones no ahorquen a aquéllos que menos tienen, sino que al contrario, se busque fomentar empleos y mejorar el nivel de vida de todos. Pero yo se poco de política y seguramente las cosas se desenvolverán de otra manera.

Ety

De acuerdo a un comentario que me hizo una amiga chilena radicada en México, al preguntarle yo ¿Qué ha pasado en Chile hoy?, los resultados de la elección no implican un viraje hacia una derecha extrema, que anula los derechos del pueblo. Según su punto de vista, no se verán grandes cambios en Chile tras el período de Bachelette que de muchas maneras sacó adelante al país.

Lo que posiblemente suceda es que Piñeiro trate de impulsar más la industria y el comercio con otros países e impedir que los logros económicos alcanzados en los últimos años se pierdan. No es cuestión de seguir enriqueciendo a una minoría y acentuar la diferencia con las clases bajas convirtiéndolas en grupos más vulnerables y más pobres, pero tampoco se espera que las clases altas pierdan beneficios sin que por esto vulevan a ocupar el papel de un grupo privilegiado y poderoso políticamente.

Me comenta mi amiga que la gente en Chile está optimista y muy lejos de pensar que estas decisiones vayan a traer consecuencias nocivas para la gente.

Ya veremos.

Ety

He conocido a chilenos muy de cerca y siempre han confiado en la derecha, no es casual que mataran a Allende.
La presión internacional hizo ceder a los deseos de los chilenos (conozco a varios aquí donde vivo) pero, en el momento oportuno han elegido lo que quieren, a pesar de los deseos de los demás.
"Es Chile un país tan largo, mil cosas pueden pasar"
Que tengan suerte, aunque lo dudo.