Hipnoterapia

Es moneda corriente asegurar que la hipnosis es un "cuento chino"; es
común, incluso, temerle, y/o dudar acerca de su poder de sanación. Sin
embargo, sus primeros antecedentes no son chinos sino egipcios –los llamados Templos del sueño- se concretan en Francia, con
la Escuela de Nancy, y el doctor Charcot a la cabeza. Y se utilizan
hasta el día de hoy para curar determinadas patologías mentales.

Hacer mención a este tipo de técnicas, muchas veces, suele provocar miedo y
desconfianza. Perder la razón, quedar a merced de otrapersona que puede inducirme a realizar lo que le plazca, no suena muy bien.

Sucede que aquello que se conoce o se está acostumbrado a escuchar sobre sus
usos y posteriores resultados o efectos es diferente a lo que realmente
se realiza en la praxis clínica.

La hipnosis "de circo, esa en la que te hacen quedar duro, bailar, y permite que otros se te paren encima, no tiene nada que ver con el estado de trance que se induce" a los pacientes para quienes se reserva esta herramienta como medio de cura a determinadas patologías de la mente. Así lo explica Pablo Martínez, psicólogo y fundador de la Sociedad Uruguaya de Hipnosis
Clínica (SUHC). El profesional asegura que este tipo de acciones no son
útiles en la terapia por su falta de ética, y dado que el paciente no
pierde la conciencia a pesar de atravesar un estado diverso al de
vigilia normal. Es el individuo hipnotizado quien controla la
situación. "Si le dijera algo que va contra sus valores, o lo tocara,
éste abriríalos ojos y estaría absolutamente despierto", confirma Martínez.

"Es poco probable o hollywodense que haga hacer a otra persona algo que no desea", complementa Pablo Fielitz, psiquiatra y miembro de la SUHC.

NO ES LO MISMO. "Te vas a relajar, te vas a dormir", arengan varios hipnotizadores durante los shows. Esas palabras, acompañadas de un péndulo o una luz especial provocan que los presentes cierren sus ojos, disminuyan su capacidad de de raciocinio y asientan a los comandos de quien guía el espectáculo.

El relax coloca al público bajo estado alfa. Éste consiste en bajar "el
crítico, que es el encargo de cuestionar permanentemente todo, y libre
de prejuicios, se acepta la orden dada", cuenta Fabricio Puentes,
hipnólogo clínico -no sólo se dedica alos espectáculos, sino que también realiza terapia y da clases-.

La hipnosis aplicada en la clínica y en lo "lúdico" es la misma, comenta. La
diferencia radica en que "terapéuticamente vos estás ahí para enseñarle
una herramienta a fin de que resuelva problemas. Enlos shows, el hipnotizador demuestra al público los alcances de la técnica", sin que exista un objetivo médico específico, explica Puentes.

Por su parte, Pablo Martínez, se manifiesta en contra de quienes practican hipnosis en eventos sin tener formación en salud mental. "Es un peligro porque hay patologías que sólo los especialistas pueden advertir al entrevistar a los
pacientes. No cualquiera tiene esa capacidad", alerta. Y especifica que
en embarazadas, por ejemplo, no es recomendable aplicarlo, ya que
experimentar una situación muy catártica y movilizadora, podría
provocarles el parto en el momento.

En el consultorio, y a puertas cerradas, la situación cambia bastante.

A través de diversos recursos que provienen de la Escuela de Nancy, se bloquea el lado derecho del cerebro –donde se encuentra la conciencia y el razonamiento- y se
estimula el "área cortical, donde están las emociones, lo místico",
relata Pablo Martínez. En trance –focalización en un estado de atención
en el que la conciencia no se reduce completamente- lapersona logra recordar un hecho "que sería imposible por la vía normal", agrega el psicólogo.

Psiquiatra e hipnoterapeuta coinciden en una afirmación: lo que existe, en
realidad, es la autohipnosis. "El procedimiento requiere,
necesariamente,de la colaboración de la persona", señala Fielitz que, a su vez, define al terapeuta como facilitador del proceso.

El hipnotizador coloca al ser en estado de trance, lo direcciona y le enseña cómo controlar situaciones en diversos momentos de su vida. "Yo vengo a ser el vínculo que necesitan para saber cómo hipnotizarse", indica Puentes.

La idea es que aprendan a utilizar la técnica, sobre todo en lo que respecta al dolor, y eviten depender del especialista en toda circunstancia.

La falta de control de esfínter es un ejemplo. "Una forma de trabajarlo es crear un cuento". Bajo hipnosis,
se le relata al niño una situación de paseo en el campo, y se le indica
que "una de las tareas es crear una cañada donde se construye una
represa", rememora Martínez. Al observar lo que ocurre, el niño aprende
a controlarlos esfínteres por generalización. Traslada la narración a su día a día.

TRANCE + TÉCNICA. La hipnosis
es una herramienta que se suma a otro arsenal que maneja el terapeuta.
Está en él decidir usarla o dejarla de lado. Según Pablo Martínez, las
fobias ylos trastornos de ansiedad "son mucho más fáciles de tratar" por esta vía que por cualquier otra.

Existe una técnica que consiste en exponer al paciente en estado de trance a
situaciones que le provoquen miedo, "en una escala creciente –de lo
menos a lo más temido-.", señala Fielitz. La práctica se realiza a
travésde la imaginación de la persona . Ésta transita un estado de
relajación tal que permite que el terapeuta le sugiera un estímulo
positivo: experimentar tranquilidad y distensión al enfrentarse a
cierta circunstancia que lo perturba.

Durante el proceso, "se reviven los síntomas tal cual existieron porque se acrecientan las memoria del pasado". La recreación llega al punto de sentir olores y rememorar determinados elementos a los que sería imposible acceder por la vía normal, cuenta el psicólogo Martínez.

Por ejemplo, el individuo puede describir a la perfección y narrar historias que ocurrieron en el vientre materno.

"Hay una discusión entre mi padre y mi madre, pero ¿cómo puedo sentir eso siendo tan chiquito/a?, me han preguntado. Y a través del
trabajo hipnótico logran captar y entender esa sensación de ansiedad y
nerviosismo que iniciaba al producirse esas peleas", relata el
psicoanalista. Mediante dicha proyección, lapersona encuentra en el pasado el origen de un problema actual.

Se trabaja como si fuera un sueño. "Para que la persona
entre en trance, le hablo de una forma muy rápida; utilizo un lenguaje
entremezclado, embrollado, donde se confunde la parte racional, y se
estimula el costado izquierdodel cerebro", indica Pablo Martínez.

Cada historia imaginada durante ese estado representa un símbolo que me ubica en el presente y me orienta hacia el futuro.

En pacientes con adicciones, por ejemplo, puede ocurrir que identifiquen
todas sus emociones con animales. Eso significa que sus sentimientos
necesitan pulirse, madurar, y que aún no son totalmente humanos.

También está el caso de una madre cuyo único hijo se había suicidado, y durante
toda la sesión se describía y sentía como un árbol seco. Consistía en
una alegoría para explicar lo que realmente le sucedía: había perdido
su único fruto.

"Son formas que tiene el inconsciente de contarte algo para que lo entiendas", argumenta el analista.

Para finalizar, el psicólogo concluye que por medio de este tipo de trabajos
se genera una gama mayor de interpretación de los hechos. Con esta
herramienta, el paciente tiene la capacidad de escoger qué considera
correcto "según sus valores, su forma de ser", y así encontrar la
salida más acertada. "Tú mismo resolvés el problema", sintetiza.

NÚMEROS

En promedio, el 70% de la población tiene predisposición a ser sujeto de
hipnosis en una primera exposición. La cifra remite a un número
considerable de individuos capaces de ser inducidos al trance. La
situación varía de acuerdo a características individuales. Aquellos con
trastornos paranoicos serán poco hipnotizables ya que no permitirán que
otro dirija el proceso.

INSTITUCIÓN

La Sociedad Uruguaya de Hipnosis Clínica (SUHC) agremia a médicos,
psicólogos y odontólogos que utilizan la inducción al trance como
técnica profesional. Fue fundada en el año 2000 bajo la tutela del
psicólogo Pablo Martínez.

Si bien en el presente se encuentra inactiva, en sus inicios se realizaban diversos cursos dirigidos por especialistas en la materia, y se desarrollaba una reunión mensual a fin de discutir distintos casos clínicos.

Fuente: elpais.com.uy