Desencuentros
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Desencuentros
El pan nuestro de cada día. La semana pasada me hablaron de unos amigos que acaban de separarse, aunque, lógicamente, la historia venía gestándose desde tiempo atrás.
Hace mucho que yo venía observando cómo ella "se dejaba" poco a poco. Pelo lacio y sin acudir nunca a la peluquería, sin maquillar, no se permitía el capricho de comprarse un buen traje a pesar de que la economía y el negocio iban bien. El típico caso de mujer "sufridora" que atendía el negocio, la familia, estuvo un mes entero atendiendo al padre por la noche hasta que falleció sin permitirse nunca el descanso de contratar una enfermera para que la ayudara, hasta que el propio padre se lo exigió al verla extenuada.
Esa filosofía de vida, supongo, la hacía extensible a todo lo demás. Ni apenas vacaciones, ni salidas a cenar...Puedo decir que en la zona donde yo vivo, sobre todo en el medio rural (esta chica es de un pueblecito segoviano) persiste, tal vez a nivel inconsciente, la creencia de que "sufrir es bueno, gozar es malo", propia de una sociedad en la que el sacrificio y la renuncia eran la base de una economía que dependía de una buena cosecha, de que el agua cayera del cielo, de que el ganado tuviera pastos, en fin, una herencia interior bastante costosa.
El marido, sin embargo, cada vez se arreglaba más: buena ropa, "jogging" matutino para mantenerse bien, pelo impecable, nuevas amistades, ansia de vivir, en definitiva.
Él se ha marchado. Dice que necesitaba cambiar de vida. Han dividido el negocio y él ha iniciado una nueva relación.
No hay por qué buscar culpables en esta historia, aunque se suele "culpar" al que se marcha. Yo comprendo que él no soportara el tipo de vida que ella se daba a sí misma y por extensión al esposo, ahora bien, me pregunto si él no habría podido ayudarla, salvarla de sí, hacerle comprender que estaba arruinando la relación y su propia vida. Ella dice que "intentó seguirle" (salir, divertirse) aunque eso a ella "no le va" (lo dice con el orgullo de quien ve en el sacrificio virtud) un sacrificio inútil, me parece a mí. No se debe renunciar a vivir. ¿Por qué? ¿Para qué?.
En un desencuentro no tiene por qué haber culpables, pero a veces no basta con no aceptar lo que el otro propone, supongo que hay que compartir los problemas, aún cuando éstos procedan del interior y no del exterior. Esta pareja, con una hija adolescente habría merecido una oportunidad, una posibilidad de acercamiento, tal vez un consejo. Yo le expliqué a ella muchas veces que necesitaba un cambio de imagen, darse a sí misma la ocasión de ser más atractiva, sobre todo observando a su esposo, tratarse mejor. Ella respondía: "es que soy así, me preocupo por todos menos por mí". A veces cuidar de uno mismo supone también cuidar de los demás.
"Sufrir es bueno, gozar es malo". Eso me recuerda a aquél refrán tan odioso "Quien bien te quiere, te hará llorar".
Sufrir no es bueno. A veces no queda otra y el sufrimiento te puede ayudar a crecer, pero lo realmente acertado es vivir, disfrutar de este don maravilloso y compartirlo con quien tienes a tu lado. Y hay que ayudar al otro a que aprenda si es que aún no ha aprendido...
Damablanca.
Hace mucho que yo venía observando cómo ella "se dejaba" poco a poco. Pelo lacio y sin acudir nunca a la peluquería, sin maquillar, no se permitía el capricho de comprarse un buen traje a pesar de que la economía y el negocio iban bien. El típico caso de mujer "sufridora" que atendía el negocio, la familia, estuvo un mes entero atendiendo al padre por la noche hasta que falleció sin permitirse nunca el descanso de contratar una enfermera para que la ayudara, hasta que el propio padre se lo exigió al verla extenuada.
Esa filosofía de vida, supongo, la hacía extensible a todo lo demás. Ni apenas vacaciones, ni salidas a cenar...Puedo decir que en la zona donde yo vivo, sobre todo en el medio rural (esta chica es de un pueblecito segoviano) persiste, tal vez a nivel inconsciente, la creencia de que "sufrir es bueno, gozar es malo", propia de una sociedad en la que el sacrificio y la renuncia eran la base de una economía que dependía de una buena cosecha, de que el agua cayera del cielo, de que el ganado tuviera pastos, en fin, una herencia interior bastante costosa.
El marido, sin embargo, cada vez se arreglaba más: buena ropa, "jogging" matutino para mantenerse bien, pelo impecable, nuevas amistades, ansia de vivir, en definitiva.
Él se ha marchado. Dice que necesitaba cambiar de vida. Han dividido el negocio y él ha iniciado una nueva relación.
No hay por qué buscar culpables en esta historia, aunque se suele "culpar" al que se marcha. Yo comprendo que él no soportara el tipo de vida que ella se daba a sí misma y por extensión al esposo, ahora bien, me pregunto si él no habría podido ayudarla, salvarla de sí, hacerle comprender que estaba arruinando la relación y su propia vida. Ella dice que "intentó seguirle" (salir, divertirse) aunque eso a ella "no le va" (lo dice con el orgullo de quien ve en el sacrificio virtud) un sacrificio inútil, me parece a mí. No se debe renunciar a vivir. ¿Por qué? ¿Para qué?.
En un desencuentro no tiene por qué haber culpables, pero a veces no basta con no aceptar lo que el otro propone, supongo que hay que compartir los problemas, aún cuando éstos procedan del interior y no del exterior. Esta pareja, con una hija adolescente habría merecido una oportunidad, una posibilidad de acercamiento, tal vez un consejo. Yo le expliqué a ella muchas veces que necesitaba un cambio de imagen, darse a sí misma la ocasión de ser más atractiva, sobre todo observando a su esposo, tratarse mejor. Ella respondía: "es que soy así, me preocupo por todos menos por mí". A veces cuidar de uno mismo supone también cuidar de los demás.
"Sufrir es bueno, gozar es malo". Eso me recuerda a aquél refrán tan odioso "Quien bien te quiere, te hará llorar".
Sufrir no es bueno. A veces no queda otra y el sufrimiento te puede ayudar a crecer, pero lo realmente acertado es vivir, disfrutar de este don maravilloso y compartirlo con quien tienes a tu lado. Y hay que ayudar al otro a que aprenda si es que aún no ha aprendido...
Damablanca.
Damablanca- Cantidad de envíos : 5190
Localización : España
Fecha de inscripción : 18/02/2008
Re: Desencuentros
Ay, mi niña, que se preocupa por todo el mundo.
Pues no te apures, que aquí, más allá de no haber culpables, lo que no hay es sometimiento, que es lo importante. Él va a llevar la vida que quería y ella por fín va a poder practicar su martirismo sin arrastrar a nadie, así que a vivir los dos cada uno a su manera. Y su hija se enriquecerá de esas nuevas experiencias a las que ambos progenitores van a entregarse y su panorama de visión será ahora más amplio, además de la satisfacción de ver a tus padres por fín libres de hacer cada uno la vida que desean.
Es cierto que esa tendencia a hacer de todo una tragedia la usa mucha gente como herramienta para hacerse necesarios o para hacer parecer imprescindibles cuestiones o acciones que no lo son, pero también hay que respetar que cada uno tiene que escoger el camino que le haga la vida más fácil, y si la pobre es aburrida o inapetente y sólo le hacen felíz determinadas cosas que a los demás nos resultan simples, hay que respetarlo, y si él ha tomado la decisión de vivir, pues no os digo nada, super respetable, eso sí, ella ya sería así cuando él la conoció, y si no lo era a lo mejor él ha tenido mucho que ver en esa nueva actitud tomada por esta señora, nunca se sabe.
Un besillo.
Rosa.
Pues no te apures, que aquí, más allá de no haber culpables, lo que no hay es sometimiento, que es lo importante. Él va a llevar la vida que quería y ella por fín va a poder practicar su martirismo sin arrastrar a nadie, así que a vivir los dos cada uno a su manera. Y su hija se enriquecerá de esas nuevas experiencias a las que ambos progenitores van a entregarse y su panorama de visión será ahora más amplio, además de la satisfacción de ver a tus padres por fín libres de hacer cada uno la vida que desean.
Es cierto que esa tendencia a hacer de todo una tragedia la usa mucha gente como herramienta para hacerse necesarios o para hacer parecer imprescindibles cuestiones o acciones que no lo son, pero también hay que respetar que cada uno tiene que escoger el camino que le haga la vida más fácil, y si la pobre es aburrida o inapetente y sólo le hacen felíz determinadas cosas que a los demás nos resultan simples, hay que respetarlo, y si él ha tomado la decisión de vivir, pues no os digo nada, super respetable, eso sí, ella ya sería así cuando él la conoció, y si no lo era a lo mejor él ha tenido mucho que ver en esa nueva actitud tomada por esta señora, nunca se sabe.
Un besillo.
Rosa.
Rosa- Cantidad de envíos : 137
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