Carlos Cuaron

Mi amante es el Cine, pero mi pareja es la Literatura

Carlos Cuarón pasó fugazmente por Cartagena de Indias para presentar “Rudo y Cursi” en el Festival de Cine. No está en la Competencia oficial, pero la ópera prima del director mexicano convence, gusta y divierte.

Carlos Cuarón presenta en Cartagena de Indias su película «Rudo y Cursi»

Carlos Cuarón tiene una amante. Lejos de dejar a su pareja estable, decide mantener una doble vida y cuidar a ambas por igual, dedicando tanto tiempo a la una como a la otra. No es el argumento folletinesco de una de las muchas novelas mejicanas que sacuden el corazón de los televidentes, sino el guión vital del director de “Rudo y Cursi”. Su amante es el cine, esa “puta” que le presentó su hermano Alfonso y que le hizo abandonar momentáneamente a su “novia casta y de manita sudada”, la literatura.
Con apenas tiempo para disfrutar de la ciudad, sus gentes y su clima, Carlos Cuarón pasó cual estrella fugaz por el Festival de Cine de Cartagena de Indias para presentar en Colombia su ópera prima, que se estrenará aquí el 13 de marzo contando con una distribución más que aceptable (70 copias es aquí un lujazo del que muy pocos pueden disfrutar). Dado el éxito que ha tenido allá donde se ha presentado (Méjico, Argentina, el Festival de Sundance y ahora Colombia), el buen recibimiento es más que probable cuando Cuarón y su tropa (Gael García Bernal, Diego Luna, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu) se acerquen a España para estrenar “Rudo y Cursi” a finales de abril. La guinda de un pastel que empezó a cocinarse allá por 2007 y que tiene al director mejicano muy contento.
“Tengo una grata sensación de plenitud porque estoy muy satisfecho con el resultado de la película”, reconoce Cuarón, que aún mantiene el resplandor en el rostro por los halagos recibidos tras la proyección del film. Se le ve cansado (no obstante apenas pasará unas horas por Cartagena, pues en Miami le aguarda la promoción estadounidense del film), pero se considera un afortunado por haber podido sacar adelante el proyecto con sus hermanos de profesión y de vida. “La hermandad me parece un tema muy importante porque creo que no hay nada más entrañable que un hermano. En las buenas y en las malas, después de todo, de herirte, de joderte y de hacer todo lo que uno hace en familia pocas cosas tienen tanto valor”, explica con vehemencia el director mejicano. “¿Qué diferencia puede haber entre ustedes en España y nosotros en México? Para mi ninguna, todos somos ciudadanos del planeta Tierra y deberíamos definirnos como hermanos”.
Una definición que, literalmente, Cuarón ha trasladado a “Rudo y Cursi”, película protagonizada por Gael García Bernal y Diego Luna y que supone el reencuentro de estos dos actores mejicanos después de “Y tu mamá también”, con guión del propio Carlos Cuarón. “Gael quería ser el Rudo y Diego el Cursi porque ellos son así en la vida, como sucedía en “Y tu mamá también”. Sintieron que era lo natural, como un acto reflejo, pero en cuanto les dije que no quería hacer la misma película que ya hicimos son dos tipos tan geniales que les brillaron los ojitos y empezaron a proponer”. Así fue como se gestó la puesta en marcha del film y Cuarón reconoce que “más allá de mi relación con ellos y de que son como mis hermanos pequeños, tuve (una vez más) el gran placer de trabajar con dos actores muy profesionales y muy imaginativos, con los que es un placer estar en el set”.
«Todos somos ciudadanos del planeta Tierra y deberíamos definirnos como hermanos»
Vista desde lejos, con los prismáticos de los prejuicios sociales echados al hombro, “Rudo y Cursi” puede entenderse como la denuncia social de una realidad mejicana (cuenta la historia de dos jóvenes que pasan de la nada al más absoluto todo gracias al fútbol, o por culpa del mismo), aunque no fuera ése el propósito del director. “Para mi, más que una denuncia, es un retrato social bastante fiel de Méjico en la actualidad. Lo que muestro en la película es el vox populi mejicano, pero no se habla, se sabe pero no se comenta y si se comenta se deja pasar”. Es la cotidiana realidad del narcotráfico, tan malignamente enraizado en sociedades como la mejicana o la colombiana. Sin desvelar el final, el director adelanta que “la conclusión, que es verídica y muy triste en Méjico, es que la institución más sólida es el narcotráfico, que lo cobija todo, también a la familia, a la que le soluciona la vida pero también se la hace imposible”.
«Para mi, más que una denuncia, es un retrato social bastante fiel de Méjico en la actualidad. Lo que muestro en la película es el vox populi mejicano, pero no se habla, se sabe pero no se comenta y si se comenta se deja pasar»
Nadie se sorprende cuando Carlos Cuarón reconoce que “Rudo y Cursi” ha sido posible gracias a Cha Cha Cha, la productora de su hermano Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, responsable del 100% de la financiación. Pero lejos de sentirse enjuiciado por absurdos amiguismos o favoritismos, Carlos Cuarón explica cómo se sorprende cada vez que una puerta se le cierra por el peso de su apellido. “Pude realizar la película gracias a mi relación con los dos actores y a mi relación con mis tres productores. Pero ahí, más allá de la biología con mi hermano Alfonso, tiene que ver mi relación con Alejandro y Guillermo”. Cuenta Cuarón que cuando su hermano y él les propusieron que la primera película que produjera Cha Cha Cha fuera “Rudo y Cursi” no lo dudaron en ningún momento, “más bien al contrario, su actitud fue de confianza y apoyo al proyecto. Todo el camino me dieron total libertad creativa y me exigieron en la misma medida. En ese sentido me sentí muy cobijado”.
Un cobijo fraternal que ha hecho posible una película como “Rudo y Cursi”, dura y entrañable al tiempo y que deja esas sensación de espeso amargor en la boca que sólo consiguen las historias con personalidad y crudeza. Enfrascado ahora en la promoción de la cinta, Cuarón recurre una vez más a la metáfora inicial protagonizada por la casta novia y la puta pasional para explicar que sus próximos proyectos son más literarios que cinematográficos. “Esta niña tan dulce –la literatura-, ha sido paciente conmigo, me ha aguantado y cada vez que regreso a ella me dice ven, no hay problema. Últimamente le he dedicado más tiempo a mi amante –el cine-, así que en este caso entenderá que necesito pasar un tiempo con mi pareja”.






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Ví la película, es divertida, pero no creo que haga historia. Lo que más me gustó fue la actuación de Diego Luna. Es una cinta para entretenerse, aunque desearía que el cine mexicano se reconociera en el extranjero por mejores opciones.

Ety