¡Y cómo no van a indignarse!

Con la que está cayendo y las previsiones de lo que va a seguir cayendo, es normal que todos estemos indignados en mayor o menor medida, dependiendo de las circunstancias personales de cada cual, pues pese a la solidaridad que uno pueda sentir por el vecino, lo que de verdad hace reaccionar al personal es el chaparrón que le cae encima a cada cual.

Pero el caso de los jóvenes es sangrante. ¿Qué se les ofrece? Hemos leído en la prensa todos, y los jóvenes también, que se da la extraña circunstancia de que en nuestra sociedad, los jóvenes actuales tendrán en el futuro un nivel de vida inferior al de sus padres. No hay empleo, no hay contratos, no pueden emanciparse, no hay forma de adquirir una vivienda, les han colgado un sambenito de 38 años y medio de cotización para poder cobrar íntegra la jubilación. Hagan cuentas: si les dan los treinta y más sin encontrar un empleo fijo, a ver estos chicos cuándo y cómo se van a jubilar. Eso suponiendo que tengan trabajo y posibiidad de cotización de forma continuada desde los treinta en adelante. Son los herederos de nuestras deudas y son quienes están recibiendo como espaldarazo una crisis que en vez de empujar hacia adelante, parece llevarlos a la inversa, hacia atrás. Los que tienen padres que más o menos puedan echarles una mano, todavía tienen algo pero los que no...No me extraña que tomen las plazas y que conste que están demostrando un civismo y una paciencia inauditas en sus pocos años.

Damablanca.

Comparto totalmente tu opinion Dama, y estoy satisfecho de que jóvenes y no tan jóvenes se indignen y empiecen a movilizarse.

Hace unos dias deje mi opinión en mi blog:
http://buenasnoticiasbn.blogspot.com/search/label/Derechos%20ciudadanos

Gracias por las aportaciones, Joan.

Petons,

Damablanca.