Las Pedofilias

Traigo al foro un tema muy doloroso y fuerte, pero lamentablemente bastante común en todas las esferas de la sociedad. Por lo mismo es importante estar alerta.

Pedofilias, su Psicodinamia


Introducción:

La actividad sexual con miembros inmaduros de una especie (con la excepción de la nuestra), no ocurre en la Naturaleza. La razón posible para este descubrimiento, aún en aquellos primates que copulan por placer y no por el imperativo de la reproducción, es porque los machos no registren la estimulación de las hormonas sexuales (feromonas) que están ausentes en el animal impúber.

La pedofilia, comportamiento sexual aberrante, se viene reportando, con incidencia alarmante, en tiempos recientes. Debido a la publicidad adversa, que hoy se asocia en esta actividad sexual, casi exclusivamente, con el comportamiento lascivo de algunos sacerdotes, miembros de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Como entidad clínica, la pedofilia cae bajo la categoría general de las parafilias (comportamiento sexual innatural o anormal). La pedofilia propia, se define como el acto, o la fantasía de procurar actividades sexuales con niños pre-pubescentes, como el método preferido, o exclusivo de lograr estimulación sexual. Usualmente los pedófilos son hombres, quienes pueden también ser atraídos eróticamente por otros hombres, por mujeres o por ambos.

Un fenómeno muy común y a la vez extraño, entre quienes son pedófilos, es la tendencia a ver sus comportamientos (destructivos hacia los niños a quienes abusan) como actos placenteros, beneficiales y aún valiosos para los mismos. Paradójicamente, los pedófilos siempre sonsacan garantías por parte de sus víctimas de que no alertarán sus padres, las autoridades o a ninguna otra persona de sus actividades subrepticias.

De todas las parafilias reconocidas y estudiadas, la pedofilia es la más común; con un estimado (en los EE.UU.) de un 20% de todos los niños americanos habiendo sujeto a esta forma de abuso sexual.

La mayoría de quienes perpetran este crimen son personas conocidas (raramente extraños) al niño. La mayoría son amigos confiados de la familia, parientes, o personas que supervisan al niño en cualquier capacidad.

Los tipos de actividades en que envuelven al niño varían. Puede que se limiten a mirar al niño desnudo, a tocarle sus órganos genitales o a consumar actos más complicados como constituyen el sexo oral o la masturbación mutua. Muchos investigadores reportan el hallazgo de que los niños que están a mayor riesgo de caer víctimas del predador sexual son, lógicamente, aquellos que carecen de supervisión y cuidado.

Muchos hombres famosos fueron conocidos por sus inclinaciones eróticas hacia los infantes de cualquier sexo. Robert Baden-Powell, fundador del escautismo y el Reverendo Charles Dogdson, también conocido como Lewis Carroll, autor de las famosas aventuras de Alicia (Alice Liddell) en el País de las Maravillas.

Síntomas

Antes de ser considerado para ser diagnosticado, usando la clasificación diagnóstica de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA); por un período de, por lo menos seis meses, el pedófilo debe de haber ‘percibido fantasías recurrentes e intensas de excitación sexual o de comportamientos sexuales envolviendo niños pre-pubescentes (generalmente de edad 13 años ó más jóvenes).

Las mismas fantasías, los impulsos sexuales o los comportamientos anómalos pueden causar al pedófilo dificultades personales, sociales, u ocupacionales afectando toda área de la función individual.

La persona tiene que tener por lo menos 16 años de edad y ser (por lo menos) 5 años más viejo que su víctima. Esta definición excluyendo un adolescente maduro envuelto en una relación sexual con otro adolescente de entre 12 y 13 años.’


Causas

Las causas de las parafilias (incluyendo la pedofilia) no han sido formalmente establecidas. Si se encuentran casos de familia, este hallazgo puede ser (tan probablemente) indicativo de un componente genético como de uno asimilado.

Anomalías en las hormonas sexuales masculinas, en el metabolismo de la serotonina, historia de abuso sexual en la infancia todas estas, y otras teorías causales, no han sido demostradas satisfactoriamente.

Para la mayoría de los terapeutas tratando la pedofilia, existen tantas posibilidades causales, como existen pedófilos. De lo que se infiere que el mero hecho de haber sido testigo (como niño) de comportamientos sexuales aberrantes no conlleva por necesidad al desarrollo desviado sexual.

El uso del alcohol, y las dificultades inherentes a la imposibilidad que tienen algunos de establecer relaciones adultas con miembros del sexo opuesto pueden conducir a la preferencia por los niños en algunos casos.

Establecido es el hallazgo de que pedófilos que prefieren varones tienen la propensión de ofender de nuevo con una frecuencia doble de la que tienen los que prefieren las hembras.

Tratamiento

Como no existe causalidad establecida, y como el pedófilo puede ocultar sus tendencias eróticas bajo guisa de sus inclinaciones personales a compartir con el niño, a veces se convierte en asunto difícil detectar a quienes utilizan los menores para sus fines sensuales. Muy a menudo el mecanismo psicológico de la racionalización, acoplado con la negación, crea una situación poco favorable para que el perpetrador admita su necesidad de asistencia profesional. De hecho, publicaciones recientes por grupos de profesionales, quienes defienden la posición de que el pedófilo incrementa (con su conducta abusiva hacia el niño) el autoestima de sus víctimas; por el mero hecho de que las hace sentir especiales como objeto de su interés sexual y como recipiente de sus atenciones mal dirigidas. Estas posiciones teoréticas viciadas carecen de mérito alguno para tenerlas en cuenta; pero se usan para defender a los pedófilos en las cortes de la Ley y frente al público en general.

Como es típico con la mayoría de las enfermedades emocionales de la ‘civilización’, casi todos los métodos de terapia conocidos han sido ensayados y ninguno ha provisto una solución final.

El uso de ciertas medicinas antidepresivas (el Prozac, por ejemplo) han producido resultados equívocos.

El uso de agentes que, en teoría, reducen la libido sexual por su efecto en la disminución de la intensidad de los efectos de los andrógenos circulantes, no ha dado resultado alguno.

Los métodos de condicionar y contra-condicionar los pacientes no prometen esperanzas en esta situación, como tampoco lo prometen el castigo o el encarcelamiento.

Finalmente, para todos quienes ven en toda condición humana otra forma de dependencia, es prudente informarles que los doce pasos de AA son un esfuerzo tan malgastado como bien intencionado.

En nuestra experiencia profesional, los pedofilos que hemos tratado son personas inmaduras, impulsivas, con tendencias hedonistas y con desarrollo tenue de su conciencia moral. No importa que sean curas, políticos o santos, lo mismo da. Ellos se las manejan de alguna manera para enceguecer a los padres y para seducir a sus víctimas.

Entre las profesiones que encontráramos representando los pedofilos con mayor frecuencia: los líderes de boy scout parece ser la más representativa de los agraviantes inveterados, seguidos por los entrenadores atléticos, los maestros y (desgraciadamente) por los clérigos.

La pedofilia, tanto como las parafilias y como parece que (a menudo) ocurra con las enfermedades del comer, pueden interpretarse como desviaciones inesperadas en la adaptación de organismos que procuran el placer (cualquier placer) para satisfacer sus instintos descarriados en sus búsquedas por el éxtasis instantáneo — sin importar a quienes, en su egotismo sin frenos, condenan al tormento eventual.

Gracias Ety por esta información seria y exahustiva que nos traes sobre un tema que en general queda en la superficie, cuando leemos las noticias de estos desgraciados casos. Me queda claro que todos los cuidados son pocos en la vigilancia a los niños y aunque no se ponga una un poco paranoica, sí es necesario saber estas cosas para tomar precauciones.
Ahora, qué dominio sicológico ejercen sobre sus víctimas porque en general estos hechos de pedofilia se descubren tarde.

En general hay mucho miedo entre las víctimas pues generalmente los amenazan con cosas muy graves, pero también hay que ver que sucede en cada caso en particular. También hay ocasiones en que los chicos piensan que no les van a creer, o que serán castigados por permitir "estas cosas".

Enseñarle a los niños a denunciar estas amenazas sin temores debe ser parte de la educación, aunque hay que tener cuidado para no asustarlos ni hacerlos sentir que siempre están en peligro. Aquí, la confianza en los padres es esencial.

Ety