Nueva Novela de Maruja Torres

La literatura no soluciona el dolor, pero ayuda a superarlo´

La periodista Maruja Torres habla en Granada sobre su nueva obra, una “tremenda historia de amistad” con el estilo de alta comedia que caracteriza a la escritora.

NOELIA M. ESTABANÉ

“La vida sin humor es demasiado solemne” y, acorde a su filosofía, la periodista barcelonesa Maruja Torres ha conseguido convertir uno de los episodios más infaustos de su vida personal (la muerte de sus dos grandes amigos, Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán) en una delirante y desternillante obra literaria. En ‘Esperadme en el cielo’, la autora se reencuentra en el más allá con los dos escritores, un viaje durante el cual Torres descubre que Dios no existe (“Teníamos razón”, le confiesa Vázquez Montalbán), que la comida no engorda, que se puede volar en alfombra o disfrazarse a su antojo y que Lucifer –Lucy, para los lectores– es tan listo como dicen.

Con su nueva novela,galardonada con el premio Nadal, “Maruja se ha convertido en la primera corresponsal civil en la eternidad y realmente ha estado por cómo la describe”, bromeó el periodista Alejandro Víctor García, encargado del coloquio con la escritora celebrado ayer en la granadina Casa de los Tiros. Allí, Torres hizo gala de su lengua mordaz e irónica que no decepcionó a los muchos seguidores que se congregaron en el ciclo ‘Los Martes de la Cuadra Dorada’.

“El libro es el regalo que yo me hago porque en él estamos los tres juntos, aunque en vida era una amistad radial. Es un cuento para mayores donde se reúnen tres amigos, dos muertos y la otra que no se sabe”, explicó Torres. Pero para conseguirlo, primero tuvo que pasar varios años lamentándose por su gran pérdida. “Envejecer es tanto aprendizaje como crecer. Lo mejor sería envejecer como hemos vivido, sin acobardarse hasta el punto de volverse dócil. Yo no llegué al extremo de ponerme dócil pero sí rutinaria, una tertuliana”, relató a los presentes.

Sin embargo, un viaje a Beirut (ciudad que considera su Ítaca) le abrió los ojos: “Me reía mucho escribiendo el libro porque me gustaban los buenos ratos que pasé con ellos y me di cuenta de que lo que ocurría es que yo seguía viva, por jodido que sea”. Por ello, Maruja tuvo que admitir ante su público que “la literatura no lo soluciona, pero ayuda a superar el dolor”. Preocupada por la profesión. Como buena reportera y articulista, Torres no reprimió su crítica hacia “el capitalismo salvaje que está acabando con todo”.

“Hasta las empresas más boyantes están ahorrando en reporteros, no en primas o banquetes”, denunció la escritora, quien estima que se está volviendo al periodismo tardofranquista. No obstante, su mayor preocupación en este tema es que “no hay nadie que esté haciendo algo alternativo”. “Entiendo que el periodismo digital se comerá al impreso, pero hay que apostar por que tenga una calidad diferenciadora del Google”, sentenció la periodista.

Ety:

Me imagino esas tertulias de Maruja Torres, con sus amigos escritores y ya quiero leer el
libro. Voy a buscarlo para disfrutarlo.
Gracias por traer la reseña.
Saludos,
Ana Yajaira

Leí la reseña el aotro día. A ver si saco más tiempo para leer. Maruja Torres es divertidísima y una excelente escritora.

Gracias, Ety.

Abrazos,
Amparo.

No es santo de mi devoción, aunque reconozco que tiene hallazgos en los artículos periodísticos. No he leído ninguna novela suya. Me ha gustado lo que dice envejecer como hemos vivido, no acobardarse al punto de volverse dócil ni rutinaria...envejecer es tanto aprendizaje como crecer... Gracias Ety por traerlo al foro.

Encontré el libro en el anaquel de una librería mexicana. Me emocioné, aunque el precio me resultó altísimo. El vendedor, que ya me conocé, me explicó que el ejemplar venía directamente de España pues en México no lo han editado. Animada por los comentarios vertidos en el foro lo compré a pesar de todo. Ahora lo estoy leyendo.

Pero... Me siento un poco defraudada. Esparaba otra cosa. Primeramente porque el libro es demasiado localista. Los tres espectros reunidos en el cielo, con la magia que esta estancia les otorga, tratan de reconstruir el barrio catalán en el que crecieron, y por lo mismo los diálogos están llenos de claves privadas. Esto no debería ser un problema, al contrario, es una posibilidad de introducirnos a un lugar nuevo como lo hemos logrado con tantos autores extranjeros. Pero de alguna manera me siento una extraña al lado de este trío (Maruja Torres, Vázquez Montalbán y Terenci). Es un sentimiento extraño, como si los protagonistas estuvieran ignorando al lector y al final del día, sus aventuras nos resultan un tanto aburridas pues no las comprendemos del todo.

No he concluído el libro, quizás cambie de opinión, ya les contaré. Sin embargo, me gustaría que algún compañero, con más conocimiento de la literatura española y especialmente la catalana, pueda decirnos algo más.

Ety