Mañana, tal vez...

Es otoño en Buenos Aires.
Un viento fresco y por momentos vivaz, cruza la Avenida. Lamento mucho dejar las calles de mi barrio, regadas de hojas marrones. Pero es hora entrar.

El vaho me sofoca. Reconozco que vengo mal predispuesto, pero es tanta la diferencia...
Aquí se nota la ansiedad, brota de las paredes - obscenamente iluminadas - un sopor y un desgano que me tientan a volver a la calle. Pero no puedo.

¿Qué maldito día se transformó, aquel viejo Cine - de tres películas continuadas - en este Monstruo?

Apenas entro, me confunden tantos compartimientos, tantos números de mil colores...

¡24 rojo! ¡126 celeste!, suena una voz deformada.

Tomo uno cualquiera y me siento. Miro las caras de los que - como en un teatro sin escenario - me acompañan. ¿Cómo diablos hemos venido, tanta gente, a parar aquí?

Una gran telaraña, eso es. Impiadosa, nos ha estado coleccionando durante mucho tiempo y no nos dimos cuenta. Amas de Casa, jóvenes, viejos. Atrapados y felices.

¡38 verde!

Sigo esperando y viendo de que manera, tan sutil, se quedan con parte de lo que nos corresponde. Cómo les entregamos nuestro sacrificio, a cambio de espejitos de colores. ¿Quién paga sus lujos y sus excesos? Gracias, yo se la respuesta...

Alguien me toca el hombro.
- Su número, caballero...
Salgo de mis pensamiento y camino hacia un escritorio cualquiera.
- La molesto, porque aún no he podido cobrar mi sueldo y en la Empresa...
- Se cayó el sistema, señor - me interrumpe.
- Pero en la Empresa...
- Se cayó el sistema, señor. Ya le dije. Puedo ofrecerle un crédito con bajos intereses, porque si no podemos debitar sus gastos de la tarjeta, tendrá que pagar una financiación más cara y además su crédito...

- ¿Y cuándo podré cobrar?
- Mañana, tal vez.

Salgo corriendo. Y cuando al fin dejo el Banco Internacional, respiro aliviado. El viento se ha hecho más frío, pero no me importa.

Ahora me siento libre, aunque sé que tendré que volver.

Mañana, tal vez...

Gracias por tu colaboración, anahuel. Ya ves que últimamente el foro está poco activo. Todos andamos en Facebook, pero no obstante, gusta mantener este rincón.

Un abrazo,

Damablanca.