Filipinas queda lejos...

Filipinas queda lejos...

Es tarde. Mamá revisa la casa antes de irse a dormir. Papá era el encargado de esta tarea. Mamá suspira y sigue.
Todo parece en orden, pero no. De la habitación de Hijo se filtra un tenue hilo de luz.

- ¿No duermes?
- Estaba pensando, Mamá. ¿Puedo hacerte una pregunta?

Mamá se sienta a los pies de la cama. Intuye que la noche se alargará un buen rato.

- Por supuesto.
- ¿Sabías de un gran viento, en un lugar muy lejano? No entendí bien. ¿Filipino?
- Filipinas.
- ¡Si...si!¡Filipinas, eso es!¿Lo conoces Mamá? ¿Estuviste allí alguna vez? ¡La seño nos contó...un gran viento Mamá!

Hijo está entusiasmado. Un gran viento. Él nunca ha visto un gran viento. Sigue hablando sin esperar las respuestas.

- No me gustan los vientos, Mamá. ¡Ahora hay personas sin casa!

Mamá entrecierra los ojos. La imagen de chicos viviendo en la calle, que a diario ve - camino al trabajo - le estalla en la mente.

-¡Y niños sin padres! ¡Y hasta niños muertos, Mamá!

Las imágenes vuelan, chicos consumidos por la droga asesina. Padres que se alejan, por ignorancia o por desidia.

- ¡Lo dijo la maestra, Mamá!¡Dijo así: Personas sin futuro! ¿Crees en eso, Mamá?

Personas sin futuro...No sólo lo cree. Mamá lo vive, lo sabe, lo sufre. Camino al trabajo. Todos los días.

Por fin, Hijo calla. Piensa.

- ¿Puedo hacerte una pregunta, Mamá?
-Por supuesto, mi amor.
- ¿Vendrá ese gran viento para aquí, Mamá? No me gusta. Hace mucho daño, Mamá.
-Tranquilo Hijo. Duerme en paz. Filipinas queda lejos...

Miente Mamá, mientras apaga la luz.

Nota: En noviembre de 2013 el tifón Haiyan azotó Filipinas, dejando aproximadamente 10.000 víctimas, 4,5 millones de personas afectadas. La destrucción de la ciudad de Tacloban alcanzó el 80%.
        El número de niños que necesitan ayuda asciende a 4 millones.