Sobrevivientes de cáncer ovárico
Sobrevivientes de cáncer ovárico
Las sobrevivientes de cáncer ovárico padecen tensión crónica.
Autora: Barbara Boughton
Las sobrevivientes de cáncer ovárico siguen padeciendo tensión mental incluso cinco o más años después de finalizar su tratamiento y sufren ansiedad no diagnosticada en torno a la posibilidad de recidiva, según investigadores aquí en el 60º Congreso Clínico Anual del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG).
En el estudio, investigadores dirigidos por el Dr. Arvind Bakhru, MPH, University of Michigan, Ann Arbor, realizaron una encuesta entre mujeres a las que se les había diagnosticado y tratado un carcinoma ovárico en la Universidad de Michigan durante un periodo de 10 años (de 1999 a 2009). A todas las mujeres se les había tratado más de seis meses antes del inicio de la encuesta y algunas habían estado en remisión por más de cinco años. Cada mujer llenó el Inventario de Temor a la Recidiva de Cáncer (FCRI, por sus siglas en inglés), un cuestionario que analiza los factores desencadenantes de temores a recidiva, la intensidad de los temores, la tensión psicológica y las estrategias para adaptarse.
Los investigadores compararon resultados en el FCRI para las mujeres que habían recibido tratamiento menos de tres años antes de la encuesta, las que se habían tratado entre los tres y los cinco años antes de la encuesta y las que habían estado en remisión por más de cinco años.
Los resultados indicaron que casi todas las mujeres comentaron su riesgo de recidiva con su oncólogo (63,9%) y sólo 13,1% comunicaron haber escrito para ellas mismas algo en torno al riesgo de la recidiva (13,1%). Aunque la posibilidad de recidiva disminuye significativamente con la remisión a largo plazo, incluso las mujeres que habían sobrevivido cinco o más años comunicaron presentar tensión mental años más tarde.
Pocas mujeres confiaban sus temores incluso a sus propios familiares o amigos. Más de 59% de las que respondieron a la encuesta dijeron que no hablaban con otros sobre sus temores a la recidiva y sólo 6,3% alguna vez se habían integrado a un grupo de apoyo para mujeres con carcinoma ovárico.
La tensión mental, la gravedad de la ansiedad y la alteración funcional mejoraron con el tiempo en las mujeres que llevaron a cabo la encuesta. Sin embargo, los factores detonantes de la ansiedad, la tranquilización en torno a la recidiva y las estrategias para adaptarse no fueron significativamente diferentes en quienes habían estado en remisión durante menos de tres años, en las tratadas entre los tres y los cinco años antes de la encuesta o incluso en las mujeres que estaban en remisión cinco años después del tratamiento, según los investigadores.
La Dra. Vivian von Gruenigen, presidenta de obstetricia y oncología y especialista en oncología ginecológica en el Summa Health System en Akron, Ohio, comentó: «La ansiedad persistente y la depresión en nuestra población de sobrevivientes de cáncer de ovario definitivamente es una necesidad no satisfecha».
La Dra. von Gruenigen dijo: «Hay que felicitar a los investigadores de la Universidad de Michigan por obtener una tasa de respuesta tan alta en su encuesta (49%), la cual es más alta que en estudios similares. Sin embargo, también utilizaron sólo una herramienta para medir la ansiedad y también se dispone de otras».
Cuando los pacientes presentan ansiedad y depresión después de tratamiento del cáncer, a menudo no mencionan estas emociones a sus médicos y estos no siempre llevan a cabo estas conversaciones dijo la Dra. von Gruenigen.
Añadió: «Vale la pena de señalar que un subgrupo de pacientes con cáncer ovárico recibió apoyo del sistema de atención a la salud y estas pacientes por lo general tuvieron buena evolución. No obstante, el estudio señala que el carcinoma ovárico tiene un aspecto psicosocial, como lo es la ansiedad y la depresión no diagnosticadas».
Referncias:
American Congress of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) 60th Annual Clinical Meeting. Abstract #84. Presented May 8, 2012.
Autora: Barbara Boughton
Las sobrevivientes de cáncer ovárico siguen padeciendo tensión mental incluso cinco o más años después de finalizar su tratamiento y sufren ansiedad no diagnosticada en torno a la posibilidad de recidiva, según investigadores aquí en el 60º Congreso Clínico Anual del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG).
En el estudio, investigadores dirigidos por el Dr. Arvind Bakhru, MPH, University of Michigan, Ann Arbor, realizaron una encuesta entre mujeres a las que se les había diagnosticado y tratado un carcinoma ovárico en la Universidad de Michigan durante un periodo de 10 años (de 1999 a 2009). A todas las mujeres se les había tratado más de seis meses antes del inicio de la encuesta y algunas habían estado en remisión por más de cinco años. Cada mujer llenó el Inventario de Temor a la Recidiva de Cáncer (FCRI, por sus siglas en inglés), un cuestionario que analiza los factores desencadenantes de temores a recidiva, la intensidad de los temores, la tensión psicológica y las estrategias para adaptarse.
Los investigadores compararon resultados en el FCRI para las mujeres que habían recibido tratamiento menos de tres años antes de la encuesta, las que se habían tratado entre los tres y los cinco años antes de la encuesta y las que habían estado en remisión por más de cinco años.
Los resultados indicaron que casi todas las mujeres comentaron su riesgo de recidiva con su oncólogo (63,9%) y sólo 13,1% comunicaron haber escrito para ellas mismas algo en torno al riesgo de la recidiva (13,1%). Aunque la posibilidad de recidiva disminuye significativamente con la remisión a largo plazo, incluso las mujeres que habían sobrevivido cinco o más años comunicaron presentar tensión mental años más tarde.
Pocas mujeres confiaban sus temores incluso a sus propios familiares o amigos. Más de 59% de las que respondieron a la encuesta dijeron que no hablaban con otros sobre sus temores a la recidiva y sólo 6,3% alguna vez se habían integrado a un grupo de apoyo para mujeres con carcinoma ovárico.
La tensión mental, la gravedad de la ansiedad y la alteración funcional mejoraron con el tiempo en las mujeres que llevaron a cabo la encuesta. Sin embargo, los factores detonantes de la ansiedad, la tranquilización en torno a la recidiva y las estrategias para adaptarse no fueron significativamente diferentes en quienes habían estado en remisión durante menos de tres años, en las tratadas entre los tres y los cinco años antes de la encuesta o incluso en las mujeres que estaban en remisión cinco años después del tratamiento, según los investigadores.
La Dra. Vivian von Gruenigen, presidenta de obstetricia y oncología y especialista en oncología ginecológica en el Summa Health System en Akron, Ohio, comentó: «La ansiedad persistente y la depresión en nuestra población de sobrevivientes de cáncer de ovario definitivamente es una necesidad no satisfecha».
La Dra. von Gruenigen dijo: «Hay que felicitar a los investigadores de la Universidad de Michigan por obtener una tasa de respuesta tan alta en su encuesta (49%), la cual es más alta que en estudios similares. Sin embargo, también utilizaron sólo una herramienta para medir la ansiedad y también se dispone de otras».
Cuando los pacientes presentan ansiedad y depresión después de tratamiento del cáncer, a menudo no mencionan estas emociones a sus médicos y estos no siempre llevan a cabo estas conversaciones dijo la Dra. von Gruenigen.
Añadió: «Vale la pena de señalar que un subgrupo de pacientes con cáncer ovárico recibió apoyo del sistema de atención a la salud y estas pacientes por lo general tuvieron buena evolución. No obstante, el estudio señala que el carcinoma ovárico tiene un aspecto psicosocial, como lo es la ansiedad y la depresión no diagnosticadas».
Referncias:
American Congress of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) 60th Annual Clinical Meeting. Abstract #84. Presented May 8, 2012.
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