Y QUIEN SE VA A HACER CARGO DE LIBIA....?????

Tomado de elcorreo.com

¿Una española reina de Libia?

Se apellida Quiñones de León y en 1987 se casó con Idris al-Sanusi, uno de los dos pretendientes a la corona. Esta misteriosa mujer vive entre Washington y Roma y todos la llaman princesa Ana María


Ana María Quiñones de León e Idris al-Sanusi en una celebración de uan fiesta libia en Roma.

En el ilustre árbol genealógico de la Casa Real de Libia se ha instalado una española. Le dicen Su Alteza Real la Princesa Ana María al-Sanusi, pero se apellida Quiñones de León. En 1987 entró por la vía matrimonial en la dinastía derrocada por Muamar Gadafi casi dos décadas antes, una monarquía que algunos rebeldes comienzan a reclamar en las calles con fotos del viejo monarca, Muhammad Idris al-Sanusi, Idris I de Libia, y la bandera tricolor que ondeaba hasta el golpe de estado que le llevó al exilio. El marido de Ana María, Idris al-Sanusi, lo tiene claro: quiere ser el nuevo rey. Ella sería la reina. Solo hay una pega, su primo Muhammad al-Sanusi también reclama el trono, y un tribunal británico le ha dado la razón.
En los archivos de las revistas de ecos de sociedad de Washington y Roma aparece de manera recurrente esta misteriosa mujer. La española Ana María Quiñones es una mujer cincuentona, pelirroja y elegante que siempre aparece del brazo de su esposo, millonario, intrépido, polémico y noble. En las imágenes cantan, bailan y beben refrescos en compañía de lo más granado de la economía mundial mientras en las calles de Benghazi, donde nació Idris en 1957, sus compatriotas pelean por la libertad.
El resto de su vida está envuelta en una nebulosa: se sabe que Ana María proviene de una de las ramas de la familia Quiñones de León, una de las más aristocráticas de España, pero ni sus propios parientes ni los expertos en genealogía consultados la conocen. Sí que hay una referencia lejana entre ellos: «Una prima casó con un musulmán...». Poco más. Aquel extraño enlace -con artículo en el 'Hola' y todo, según los estudiosos de las casas reales- unía a los Quiñones de León con los al-Sanusi, la familia real que pugna por volver al trono de Libia desde 1969.
Segundas nupcias
Ese año, Gadafi usurpó el poder aprovechando un viaje del rey Idris a Turquía para operarse de un ojo. Los miembros de la dinastía quedaron condenados al exilio, pero con los bolsillos llenos de petrodólares. Cuarenta y dos años después, las ascuas de aquel fuego siguen vivas.
Ana María Quiñones y su familia residen en muchos sitios al mismo tiempo. Tienen una villa en Saint Tropez, donde Idris invita a dirigentes mundiales para conseguir apoyo en su lucha por la corona, según un artículo publicado hace unos años en el rotativo británico 'Sunday Times'. La pareja también pasa largas temporadas en su mansión del elegante barrio de Parioli, en Roma, donde comparten canapés con familias como la nobilísima Ruspoli. Entre príncipes y empresarios se mueve Ana María, a la que un compañero de saraos define como una mujer «bella, amable y brava». De Idris al-Sanusi se dice que es un hombre de costumbres mundanas, muy religioso, que no bebe vino, ni fuma. También son habituales en los cócteles de Washington, donde se relacionan con el poderoso mundo empresarial. Además de vivir de sus propiedades en la industria petrolífera, participa en empresas de inversión y energéticas en Estados Unidos y China. Recientemente aparecieron en una gala en la embajada de Marruecos: la princesa mantiene una buena relación con la mujer del diplomático alauita. En Washington nació Sayyid Khalid bin Sayyid Idris al-Sanusi, su hijo, el príncipe Khalid, de 24 años.
Con todo, la misteriosa Ana María no es una cara conocida en los círculos del alto copete español. No la recuerdan en Sevilla, tampoco en Madrid, ni como invitada a eventos relacionados con la Familia Real.
El matrimonio -él se casó en segundas nupcias- desarrolló su vida más pública en Londres, aunque su historia en la 'city' terminara como el rosario de la aurora. Para comprender lo ocurrido, hay que remontarse a 1969, cuando Gadafi le robó la silla a Idris y Libia pasó a ser una república. El rey se exilió a Turquía y comenzó un periplo por el mundo que terminó con varias esposas, pero sin un hijo varón.
Según el relato de los partidarios del marido de Ana María, ya en el exilio, el rey había encomendado restaurar la monarquía al padre de Idris, Abdallah, apodado el Príncipe Negro. Cuando a finales de los 80 murió Abdallah, Idris se puso como meta que un libio volviera a colocarse la corona, y quién mejor que él para llevarla. Ahí comenzó una guerra de aspirantes en la que Idris, ahora, no tiene las mejores cartas.
En este afán, el príncipe trató hasta de ponerse al frente de los grupos armados que había entrenado Estados Unidos para derrocar a Gadafi, tal y como publicó 'The New York Times' en la década de los noventa. Y no lo consiguió. Así que pergeñó una nueva estrategia: hacerse fuerte en los círculos europeos de poder y postularse como heredero para, según informes de inteligencia, aliarse con el dictador libio y llevar las riendas de una supuesta restauración monárquica.
La caída del príncipe
Pero se le torció el plan. Comenzó un enredo de intrigas y juicios de los que el matrimonio fue protagonista y que llegó con sus tentáculos al mismísimo Parlamento inglés. El príncipe Idris había tejido una carísima red de influencias: logró que 41 miembros de la Cámara Baja firmaran una adhesión de apoyo a su candidatura como heredero al trono libio. Hubo contratos millonarios con empresas de relaciones públicas, viajes a la Costa Azul y comidas en los clubs más prestigiosos de Londres. Y el asunto acabó en los tribunales.
El juicio se convirtió en un bosque impenetrable de herederos y parientes del que salió ganador Muhammad al-Sanusi, un primo lejano y rival en su carrera a la corona, un hombre que alienta desde las televisiones la revuelta libia y asegura que está «preparado para volver». Idris quedaba entonces relegado en su carrera a la monarquía al papel del impostor, aunque no se rinde tan fácilmente y en las fiestas de Washington y Roma siga siendo «su alteza real el príncipe». Y Ana María, la princesa. La foto que ilustra este reportaje, tomada en una fiesta libia, así lo atestigua: en la tarta puede leerse: 'el rey'.


EL PRIMER REY Y EL ÚLTIMO


Batalla a Italia: Idris de Libia (1890-1983) se hizo emir en 1916, cuando heredó el liderazgo de los Sanoussiuna, hermandad que tiene presencia en Chad, Libia, Túnez y Egipto. Su primera misión fue plantar batalla a los colonizadores italianos. En 1950 fue proclamado rey de Libia, un conglomerado de tribus que juraron lealtad a esta monarquía pro occidental. Un rey nuevo para un país nuevo.
El exilio: Idris fue exiliado y condenado a muerte en Libia tras el golpe de estado de Gadafi, que aprovechó un viaje médico del monarca a Turquía para tomar el poder. Residió en Egipto hasta 1983, año en el que murió. Su mujer Fátima falleció en 2009. En 2007, con 96 años, le devolvieron su casa de Libia.
42 años han pasado desde que se abolió la monarquía en Libia.

LOS ASPIRANTES


Idris, el príncipe negro: Idris al-Sanusi se considera heredero del trono de Libia, un puesto que perdió ante los tribunales ingleses. Es hijo del Príncipe Negro, el hombre al que, según su versión, el reyIdris encomendó la restauración de la monarquía.Tiene dos hijos, uno varón, Khalid, de 24 años, de su matrimonio con Ana María Quiñones de León. Anteriormente estuvo casado con una mujer llamada Cindy Heles, con la que tuvo a la princesa Alia. Le adjudican negocios petrolíferos y de gas, además de compañías de inversión y energéticas en Estados Unidos y China.

Muhammad: el bereber de Mayfair: Gadafi llegó al poder cuando el rey Idris al-Sanusi estaba a punto de abdicar en favor de Hassan, su hermano y abuelo de Muhammad, al que pasó el testigo del trono de los al-Sanusi, disputado durante años con su primo lejano Idris. Vive en Mayfair, un barrio elegante de Londres y se ha manifestado contra Gadafi cuando ha visitado Europa. Un tribunal inglés le dio la razón frente a Idris en su disputa genealógica. Tiene 49 años.



Negrita lnda.

Tomado de elpais.com

Ola de cambio en el mundo árabe - Revuelta popular en Libia
La monarquía expulsada por Gadafi se prepara para reclamar el trono
Dos pretendientes, descendientes del rey Idris, toman posiciones en el exilio

La monarquía libia en el exilio está empezando a prepararse para intentar volver al trono. Los dos príncipes que aspiran a heredar el trono que perdió Idris I en 1969, cuando Gadafi dio un golpe militar aprovechando que el rey estaba de viaje en Turquía, han aludido estos días a la posibilidad de la restauración.

El príncipe Mohamed al Senussi, que reside en Londres y parece contar con muchos más apoyos para reclamarse heredero del rey depuesto, ha hablado con mucha prudencia sobre su futuro. "Estas cuestiones son prematuras y ha de decidirlas el pueblo libio", ha declarado a la agencia Bloomberg.
Su rival, el príncipe Idris al Senussi, que está casado con la aristócrata española Ana María Quiñones de León y reside a caballo entre Washington y Roma, se ha declarado preparado "para volver a Libia en el momento justo, para hacer una contribución al país una vez que haya empezado el cambio", en una entrevista publicada por la agencia italiana Adnkronos, especializada en el mundo árabe.
Nacido en octubre de 1962 en Trípoli, Mohamed al Ridda bin Sayid Hasan al Ridda al Mahdi al Senussi es hijo del príncipe Hassan al Senussi y sobrino-nieto del rey Idris. Detenido por Gadafi en el golpe de 1969 como otros miembros de la familia real, pudo abandonar Libia en 1988 y se instaló en Londres. Su padre le nombró heredero en 1992.
Asesorado por un potente relaciones públicas, las declaraciones de Mohamed estos días están llenas de prudencia. "Me veo a mí mismo como un servidor del pueblo libio. Ellos decidirán lo que quieren. Mi objetivo es servir al pueblo tanto como pueda", ha dicho a France Press. Y ha rendido un homenaje "a los héroes que han entregado sus vidas estos días", en un comunicado publicado por su relaciones públicas.
Mohamed al Senussi ha hecho un llamamiento "a la comunidad internacional a fin de que presionen a Gadafi para que detenga la matanza de su propio pueblo y abandone el país. (...) Tengo contactos en Libia en el este, en el oeste y en todas partes. Y todos me cuentan cómo están las cosas. Es un desastre humano. Es terrible. Están matando gente todos los días, los hospitales están llenos de cuerpos, de cuerpos heridos y de cadáveres".
El príncipe Mohamed parece apoyar una intervención internacional, "cualquier cosa que ponga fin a la matanza de mi pueblo y [pueda] presionar a Gadafi. Son ellos quienes han de decidirlo". Y se congratula por la reaparición de la bandera roja, negra y verde con media luna y una estrella que se utilizaba en Libia antes de Gadafi. "El uso de esa bandera es muy conmovedor para mí. Es la bandera de la libertad, de la independencia. Esa bandera se está convirtiendo en un símbolo de la gente joven y eso me hace muy feliz", ha declarado. Pero se resiste a aceptar el renacimiento de esa bandera como una señal de que la gente quiere el retorno de la monarquía.
El príncipe Idris al Senussi, declarado heredero por varios miembros de la familia real a la muerte de su padre en 1988, nació en Bengasi en enero de 1957. Es hijo del llamado príncipe negro Mohamed al Ridda, hermano del rey Idris. En 1995 abandonó Reino Unido tras intentar que un grupo de diputados de Westminster presentaran una moción que le reconociera como heredero al trono de Libia, y perder un caso en el que se le acusaba de chantaje.
En sus declaraciones en Italia, Idris afirma que "Libia es un país rico que paradójicamente se enfrenta a una pobreza extrema. Gadafi, que sin duda es un líder inteligente, se ha de dar cuenta de que esta situación no puede continuar". "La gente no se manifiesta necesariamente para que se marche Gadafi, pero quiere reglas claras y quiere un cambio y quiere también que los beneficios del petróleo se distribuyan entre toda la población", añade Idris de forma bastante ambigua.

Negrita linda.

Cuando se termine de cocinar todo esto, veremos quién reparte el pastel y en qué condiciones.

De lo que estoy segura es de que el pueblo libio no está por la labor de abandonar la revuelta, ya convertida en guerra civil.

Bss

Damablanca.

Dama, en caso de que Ana María Quiñonez de León sea Reina de Libia......ya habría DOS REINAS ESPAÑOLAS EN EL MUNDO

Negrita linda.

Publicado hoy en el diario "La Vanguardia".


Obama ofrece una última oportunidad a Gadafi

El presidente estadounidense conmina al líder libio a cumplir con el cese al fuego | "No hay negociación posible", ha asegurado en su comparecencia

18/03/2011 - 19:43h

Clinton: "No nos han dejado otra opción"

Barcelona (Redacción).- "No hay negociación posible". El presidente de EEUU, Barack Obama, se ha dirigido en una comparecencia al líder libio, Muamar Al Gadafi, y ha manifestado que debe cumplir con el alto el fuego y la resolución 1973 de la ONU, o tendrá que afrontar las consecuencias, lo que incluye una acción militar.

Obama ha asegurado que EEUU no actuará en solitario y que no invadirá el país por tierra. "(Gadafi) solo tiene una opción", ha afirmado, "y es cumplir la resolución de la ONU", aprobada el jueves.

"El alto el fuego debe aplicarse de inmediato", dijo desde el Salón Este de la Casa Blanca, tras una reunión con líderes del Congreso donde reiteró que Gadafi "no puede continuar sin vigilancia" porque cometerá atrocidades. El presidente estadounidense ha recordado las palabras del mandatario libio al hablar de los enfrentamientos en Bengasi: "Dijo que no tendría piedad con sus propio pueblo".

La guerra no conduce a nada bueno. Podrían haberse buscado otros cauces, pero no, la Parca siempre hambrienta se cuela por las rendijas en cuanto ve ocasión.

NO A LA GUERRA.

Damablanca.

No hay que olvidar que en Libia hay mucho petróleo, y ha llegado el momento de ir por él.

De la tiranía de Gadaffi se sabe desde siempre, y nunca vi a ningún país tan preocupado por el pueblo como ahora. Al contrario, en muchos lugares Gadaffi fue recibido con bombo y platillo, y los mismos que le aplaudieron ahora ven la necesidad de derrocarlo.

A mi me resulta claro que el pueblo no es lo más importante ni se pretende liberarlo.

Ety

¡¡¡¡¡Madre mía, pero......¿y de donde saca este señor terrible 143 TONELADAS de oro?!!!!
Cuando lo veo en video, nada más de escucharlo, me entra el mieditis, no quisiera nunca estar frente a Gadaffi.

Tomado del periódico El Universal:

http://www.eluniversal.com.mx/notas/754207.html

Negrita linda.