Las uvas de septiembre

En los inicios de septiembre, cuando la calma se despereza y el agobiante calor de agosto cede el paso a esa nueva sensación que parece preludiar el otoño, antes de "ponerse las pilas" del todo e iniciar los proyectos de la nueva temporada, los recuerdos se remontan hacia una bonita experiencia de la infancia, uno de esos días irrepetibles que pululan por la memoria y cuya sensación se alberga en los rincones de la dicha.


Apenas guardo imágenes de aquella excursión. Andaría yo por los cinco añitos de edad, según mis cálculos que tal vez no sean exactos. Unos parientes de mi madre, en "La Seca" cerca de Valladolid y pueblo en que naciera mi abuela materna, nos habían invitado a compartir una jornada de vendimia.


Mis recuerdos me trasladan a un campo de viñedos, veo mis diminutas zapatillas junto a la imagen de un majuelo, veo gentes recogiendo la uva en grandes cestos que luego se colocaban sobre...¿un carro? No sé si la imaginación me engaña y el deseo de la plasmación romántica me hace contemplar un lento carromato de madera cargado con los serones, o si se trataba de un vehículo motorizado...es igual. La sensación que me dejó la tarde removiendo sus luces con serenidad parsimoniosa por encima de aquellos racimos no varía, pero prefiero quedarme con el carro. Toda novedad en los ojos de un niño queda flotando para siempre con un toque de magia. Lo que para otros resultó una dura jornada de trabajo, una más entre muchas, yo la viví como una aventura.


Cada vez que aparecen por los mercados las uvas de septiembre, me viene a la memoria la imagen del hombre unido a la tierra por ese vínculo sagrado entre la mano, la semilla y el fruto. Lección que muchos olvidan por elemental o porque no les llevaron a contemplar, siendo niños, el trabajo que supone recoger la uva y el premio de los enormes serones repletos hasta rebosar bajo ese puente de luz que preludia el final del verano y el principio del otoño.


Feliz retorno de las vacaciones.


Damablanca.

Muy linda la estampa que nos rememoras, llevándonos a ese campo de viñedos
donde se encontraba la niña Amparo en zapatillas, llenándose los ojos y grabando
en su memoria y su alma, ese singular paisaje de la faena de recolección de la uva,
lindo y colorido espéctaculo: la uva rebosante, en grandes cestos, colocados en
carromato de madera...Excelente relato que con tus dotes, bien pudieras ampliar
sobre el tema de la vendimia.




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Vistas de La Seca
http://www.mispueblos.es/castilla_y_leon/valladolid/la_seca/fotos/p2/

¡Qué bonitas fotos nos has traído, Ana Yajaira! Hace mucho tiempo que no voy al pueblo de mi abuela materna. Además me has hecho recordar la palabra "cuévano", que es el nombre que se le da a los serones donde se recogen las uvas.

La Seca está dentro de la zona de Rueda, famosa por su vino blanco y por los espumosos, no lejos de las orillas del Duero, que otorga denominación al vino de Ribera. Mis bisabuelos maternos tenían varios negocios, entre ellos las viñas, que con el tiempo pasaron a ser propiedad de un sector de la familia. Los vinos de esta parte de Valladolid son excelentes.

Muchas gracias, amiga.

Un fuerte abrazo.

Damablanca.

Buen momento para una tertulia poética acompañados de un vaso de vino de la Rivera del Duero.

Gracias Dama por este hermoso texto.

Ety

Lindos recuerdos, Dama y nos haces disfrutar de ellos por el estilo en que lo cuentas.
La foto de Ana, y el vaso de vino de Ety, complementan muy bien tu estampa.

Excelente vino el de las tierras del Duero, y de gran prestigio.

A veces creo que los ciclos anuales no empiezan el 1 de enero, sino acabado el periodo de vacaciones, después de un paréntesis en nuestras rutinas.

En España ya es tiempo de la vuelta al colegio, y al trabajo, tiempo de empezar coleccionables de todo tipo de cosas, tiempo de proponerse ir al gimnasio, de perder peso, aprender inglés, ir a yoga, a pilates ... cosas que muchas veces se quedan en solo eso. en propuestas.

De este lado del mar se nos viene el otoño, asi que la melancolia es doble, por lo menos al otro lado ya esperais la primavera y pronto el verano y con el las tan deseadas y necesarias vacaciones.

Joan

Es cierto, el nuevo año en realidad empieza con el nuevo curso. Es ahora cuando se programan las actividades, cuando la gente regresa "renovada" de las vacaciones, con ánimos de reiniciar las cosas.

Bienvenidos todos los que se habían ido de vacaciones. Al otro lado, en el Cono Sur, ahora empieza la primavera. Me dais un pelín de envidia, aunque por aquí el otoño es una etapa muy bella.

Bss

Damablanca.