Aquéllos Años

Este post despierte los recuerdos de muchos de nosotros, aun sin ser españoles:

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Si te acuerdas de mí, de aquél lugar

JUAN NAVARRO

¿Qué les parece?:

“Bajábamos cantando por la calle Mayor
Llevando una “tajá” como un piano
Cantábamos cansiones de los Rolin estons
Lor Biters, la masiel y el ar bano
Llevábamos entoavía
El cuerpo jota molón
Dispuestos a haser otra fiesta
Borrachos como cubas
Y empapaos en alcohol
Cantando alegres nuestra canción
Saca el Whisky Cheli para el personal
Y vamo a haser un guateque
Llévate el casete pá poder molar
Como en una discoteque”.

(Saca el Whisky cheli. La charanga del Tío Honorio
Número 1 en los 40 Principales, julio 1975).

No me negarán ustedes que la letra de ésta canción no tiene desperdicio.

Otro que apareció en el panorama musical “cutre calé” de entonces, fue Manolo Otero con su “Hoy tengo todo el tiempo del mundo…. Para pensar en ti”. Hasta Andrés Pajares tuvo una versión cómico divertida: Recuerdan aquello de ¿Cómo cansa esta bicicleta?.

El Pop español se desarrolló desde la mitad de la década de los sesenta hasta finales de los setenta.

La influencia de la música americana y anglosajona, así como la iniciativa empresarial de promotores, productores y arreglistas musicales tales como Rafael Revert, Rafael Trabuchelli, Rafael Ferro, Carlos Montero, Juan Carlos Calderón,Luís Garza, Miguel Ángel Álvarez y otros , fueron decisivas en el éxito de aquellas canciones, en ocasiones sencillas y en otras tremendamente complicadas.

Productores, arreglistas y directores de orquesta que supieron arreglar las inspiraciones de artistas como Mari Trini, Alberto Cortéz, Patxi Andión, Joan Manuel Serrat, Nino Bravo, Pekenikes, Juan Pardo, José Luís Perales, Jeannette, Brincos, y tantos otros.

Los estudios de Torrelaguna 103, sede de discos Hispavox, con estudio de grabación incluido, eran un hervidero de creatividad.

Discos Novola-Zafiro había contratado a Juan Carlos Calderón como productor y arreglista de grupos como Mocedades, cantantes como Joan Manuel Serrat y Nino Bravo y Rafael Ferro para discos Philips, era el responsable de los arreglos de Francisco Andion González, madrileño de origen vasco y conocido como Patxi Andion; por su parte Ariola-Eurodisc distribuía las canciones de Luís Eduardo Aute, arregladas por Carlos Montero y producidas por José Manuel Caballero Bonald.

Waldo de los Ríos (1934-1977) acaba de dirigir a Miguel Ríos y su himno a la alegría”, segunda canción española que entró en el “Top forty” de la revista norteamericana “Bilboard”. Previamente había producido a los estudiantes, primer grupo de Juan Pardo, Tony Luz, Alfonso Sainz, Lucas Sainz y otros, que tras la separación de Juan Pardo, formaron “Los Pekenikes” (Arena caliente, Frente a palacio, embustero y bailarín), Mocedades (“eres tú” tercer éxito español en Estados Unidos y entrada en top forty de Bilboard); el primero fue: “Black is Black” de Los Bravos.

Por cierto, te recomiendo que escuches “Con tres acordes” de Manolo Fernández, todos los sábados de 4 a 5 de la madrugada en Radio Nacional de España, o bien, a través de la página web de RNE, conectes con su “podcast”.

En 1970, una muchacha, muy bella, con ojos azules y recién llegada de París; ir a París era, entonces, una aventura incluyendo permiso especial, pasaporte y mucha suerte, cuyo nombre era Mari Trini, recientemente fallecida, aparecía en el panorama musical español con un disco: “Amores” y con los arreglos de Waldo de los Ríos y la producción de Rafael Trabuchelli.

“Cuando la lluvia cae
Se funde el hielo
Y cuando me acaricias
Se quema el fuego
Aún es tan temprano
Nos queda tiempo
Amor no marches
No tengo miedo

Módulos con “Todo tiene su fin”, Nino Bravo y “Te quiero, te quiero”, “Vuelvo a Granada y el Río” de Miguel Ríos, “A donde el agua” de Patxi Andion, Mediterráneo de Joan Manuel Serrat; la retahíla sería interminable. Aquello fue el desideratum. Raúl Matas, Pepe Palau y sobre todo, el maestro Ángel Álvarez, no dejaban de colocar uno tras otro los grandes éxitos en sus programas: Raúl Matas en “Discomanía” (Desde la SER con alegría, vuela a su casa discomanía); “Discorama” dirigido por Pepe Palau, ambos en la Gran Cadena SER y “Caravana Musical” y posteriormente “Vuelo 605”, dirigido por Ángel Álvarez en Radio Peninsular y posteriormente Radio Nacional de España.

Fue tal la abundante producción musical que sería imposible, como he apuntado anteriormente, relacionar los éxitos conseguidos. Baste añadir a los anteriores, los nombres de Jeannette, José Luís Perales y otros que contribuyeron a escribir con letras doradas la historia del Pop español. Hispavox tuvo tanto éxito que contrataron al chileno Raúl Matas como director artístico de la compañía de discos.

Pepe Palau evolucionó hacia el jazz y Ángel Álvarez, como todos ustedes saben, abandonó Radio Nacional y en 1974 entró a formar parte de los locutores de la Gran Cadena SER, simultaneándolo con su trabajo en Iberia.

En Barcelona apareció Constantino Romero (“Hermano que te vas a California, vuelo 121 de Pan Am JM Serrat 1976), con su “Tino Show”.

“Desde la Cadena SER te habla Constantino Romero en Tino Show, Show, Show, la música apasionante que recorre el panorama musical internacional.

Es el momento de las grandes bandas americanas, recorriendo las inmensas praderas. Hablamos de Chicago, sintiéndonos más fuete cada día. Así suena la música del grupo más importante del momento, herederos de los míticos Blood Sweat and tears, contigo Tino Show….”.

Por un decreto de la Jefatura del Estado, en 1964 se obliga a todas las emisoras de radiodifusión españolas, a retransmitir los contenidos de Onda Media (OM) a través de nuevas frecuencias asignadas de FM. En 1965, Antonio Calderón inicia los programas musicales en Radio Madrid. Como el número de receptores de Frecuencia Modulada eran escasos, Antonio Calderón simultanea las emisiones de FM de Radio Madrid con el “Muzak”. Muzak era una emisión pirata que podía ser sintonizada con un receptor adecuado y que todos los taxistas de Madrid llevaban en sus coches. Por un módico precio, el Muzak servía música a los taxistas, oficinas, grandes almacenes (SEPU, Galerías Piqué, Enrique Busian, Galerías Preciados y el pequeñísimo Corte Inglés) y determinados hoteles. Por ese motivo, Radio Madrid, en 1975 no podía emitir en estéreo puesto que dos de sus tres canales del radioenlace, estaban ocupados por el “Muzak”.

Olimpia Torres reinaba en Radio Madrid FM. Era una mujer menuda, con una mirada penetrante, melena larga y ojos negros. Hubiera sido la compañera ideal de Peter O’toole en “Lawrence de Arabia”, encarnando los ojos brillantes (Bright eyes, Art Garfunkel, 1975), de la mujer árabe. A mitad de los sesenta, un muchacho de ascendencia francesa, asomó el morro por la doble puerta blindada de la FM al final del pasillo de Gran Vía 32, 2ª planta. Sintonizador compulsivo de las FM que comenzaban en Madrid. “Olimpia, te traigo lo mejor de la música francesa: Michel Polnareff, Edith Piaf, Alain Barrière, Christophe, France Gall, Moustaki, Gilbert Becaud y tantos otros, que harán las delicias de tu programa musical”. Olimpia se dejaba querer frente a los ojos azules y la perilla hirsuta de Rafa Revert. La familia de Revert seguía residiendo en Francia y por ello traía unos “pull over” de cuello vuelto negro que eran la delicia de las niñas de la época. Antonio González Calderón (tal era el verdadero nombre del padre de Javier González Ferrari), no lo podía soportar. “Quiero un verdadero especialista musical que pueda competir con Ángel Álvarez y no esas mariconadas de música francesa”. Sin embargo Revert era listo, muy listo y en un viaje a California, en 1966, escuchó el “Top Forty” y quedó abducido por el invento.

El invento no podía ser más sencillo que el mecanismo de un sonajero. Un muchacho americano, Todd Store de la WHB (98.9 MHz) y Hill Stewart en WABC (104.5 MHz) de Kansas City, observaron que los jóvenes de la década de los cincuenta, introducían diez centavos en una máquina de discos (sinfonola en España, Juke Box, en USA) para escuchar una canción. Comprobaron que la mayoría de las veces, siempre elegían la misma canción. Paralelamente Gordon Mc Lendon, en WTIK de New York, había realizado la misma experiencia. Así nació el “Top Forty”. Revert, hombre inquieto había escuchado el Top Forty y decididó importarlo a España.

La forma de desarrollo fue muy complicada debido a la tecnología de la época. Se grababan los “40 principales” y se enviaban a las emisoras de la Gran Cadena SER. Éstas, de acuerdo a sus necesidades de programación, emitían los programas. Únicamente Radio Madrid FM emitía desde las 10 de la mañana a las 10 de la noche la programación de cuarenta.

En Radio Alicante, Vicente Hipólito, Antonio Navalón y Juan Navarro (yo), eran los locutores que, todos los sábados, de cuatro a nueve de la noche, emitían la lista de los cuarenta principales. Emilio Mora preparaba los discos y Juan Manuel Vila era el control de sonido.

A las nueve, en conexión directa con la Gran Cadena SER, se trasladaban los votos que los oyentes habían dado a las canciones. El director de los cuarenta, en Radio Madrid, era Pepe Domingo Castaño, hoy en la COPE, y José Luís Arriaza.

Jamás podré olvidar, en 1974, cuando llegué a Radio Madrid, y con Olimpia Torres, José Luís Arriaza, Javier Palomero, Carlos Cabaleiro, José Romualdo López y Juan de Dios Rodríguez formamos el equipo de los 40 en Radio Madrid.

Unos meses antes, Mike Merino vino a verme a Radio Alicante con su hermano pequeño: “mi hermano Luís está estudiando medicina en Valencia y le gusta la radio”. Hablé con Vicente Hipólito y trasladamos a Rafael Mauricio, redactor jefe de programación de Radio Valencia, el deseo de Mike para su hermano. Poco tiempo después, Luís Merino era jefe de programas musicales y responsable de los cuarenta en Radio Mediterráneo, Frecuencia modulada de Radio Valencia.

En la actualidad, tras sustituir a Rafa Revert que había fundado la Cadena 100 en 1992, Luís Merino es Director General de Entretenimiento y Ocio de grupo PRISA.

“La vida es lo que pasa a nuestro lado cuando nosotros nos dedicamos a otra cosa”. (John Lennon).

Hoy el ejercicio es ligeramente más complicado que anteriores, pero estoy seguro que con dedicación y paciencia lo conseguiremos.

Me acompañó “I put Spell on you” de Nina Simona.

Les dejo con ella

“I put spell on you
Because you’re mine
You better stop the things
That you’re doing
I said “Watch out, i'm lying”

El compositor fue Jay Hawking y si no encuentra vd. Querido lector, la versión de la reina Nina Simona, puede elegir la elegante de Bryan Ferry y Roxy Music o bien “Classic Rock and Roll” de Credence Clearwater Revival.

Salud.

j

Ha llovido desde entonces...lo curioso es que algunos aspectos de la música no han cambiado demasiado. A veces, cuando escucho los "40 principales", percibo una nueva tecnología, pero a veces, las canciones actuales tienen mucho de aquellas otras.

Bss

Damablanca.

En mi opinión, y por desgracia, hay poca originalidad y creatividsad en nuestros dias en el panorama musical. Y no es por que no haya talentos, que los hay, sino por que no tienen oportunidades. Las discograficas solo son fábricas de hacer dinero, no apuestan, no inovan, van por lo seguro y ni siquiera les permiten a los artistas renovarse o afrontar nuevos retos, solo cuatro aofrtunados son libres y lo son por que tienen un vagaje y un prestigio y ya nadie les puede manipular,

Joan

A mí me da la sensación de que falta melodía. ¿Será mi oído?

Veamos, una canción tiene melodía si quien la escucha un par de veces puede repetir una parte al menos, pero ahora yo diría que no hay melodía en la mayor parte de las canciones. Además se perciben perfectamente repeticiones de melodías de los años 60. ¿Y las letras? Decidme con sinceridad ¿no sentís que las letras a veces resultan inconexas? No son ganas de criticar, que conste, sino simples observaciones. También hay buenas canciones, por supuesto, pero no muchas.

La mejor de este año, "Hijo de la luz y de la sombra", sin dudarlo.

Bss

Damablanca.

Dama coincido contigo, pero no sabía como expresar lo que sentía. Necesitaba que una experta en música lo dijera por mí
.
Es cierto, no hay melodía, que era aquel recuerdito que siempre nos quedaba pegado en la mente después de oir una canción, y que a veces no lográbamos deshacernos fácilmente de él.

Ahora que lo dices me tranquilizo, yo pensaba que esra mi falta de oído musical lo que me impedía recordar la melodía, pero, es que no hay tal.

Ety