Joaquín Sabina

DEDO EN EL DISCO



Ocho días. Ese lapso duraron instalados en el lujoso Kempinski Hybernská en Praga, Joaquín Sabina y su amigo, el poeta Benjamín Prado. De ese intensivo salieron 10 de las 13 canciones que componen la decimoséptima placa discográfica de Sabina y que así, entre agrio y dulce, presenta una suculenta selección titulada Vinagre y rosas.

El disco fue lanzado en noviembre de 2009 en España y el artista comenzó una gira que lo ha llevado por varias localidades de la madre patria y hasta ha llegado a otros escenarios latinos.

Pero ¿qué es lo que hace interesante a Vinagre y Rosas? El último disco que se había conocido del cantautor de voz característica fue Dos pájaros de un solo tiro a dúo con su amigo Joan Manuel Serrat que fue publicado en 2007.

Se esperaba con ansias la salida de este trabajo sobre todo por esa prosa entre rústica, amarga, satírica y -en sus momentos- romántica que posee Sabina. Y fue así, un trabajo hecho para pasearse por una bandeja de bocaditos multisápidos en donde el pop, el rock, el jazz y los aires flamencos son los ingredientes principales. Además de Praga, Madrid y Rota en Cádiz también sirvieron como escenario para que la pluma corriera y se conformaran las letras del resto de los tracks que componen esta producción que no en balde ya ha ganado triple disco de platino en España.

Entre agrios y dulces
El sencillo Tiramisú de limón fue el primer promocional de la producción. Explicó en una entrevista el propio Sabina, que aunque es amante de la música “amarga” sintió la necesidad de juntarse con un grupo joven que le inyectara un poco más de dulzor al tema. Y así lo hizo, grabó el tema con la banda española Pereza y los coros de la canción se los hicieron Joan Manuel Serrat, Pancho Verona, Guti y Antonio García de Diego. “Hice un solo desafinado con las cenizas del amor”, reza la primera frase de la canción.

El siguiente track es Viudita de Cloquot y le continúan Cristales de Bohemia, Parte meteorológica y Ay! Carmela. También se enlistan en la placa: Virgen de la amargura, Agua pasada, Vinagre y rosas, Embustera, Menos dos alas (dedicada a su amigo, el poeta Ángel González fallecido en el 2008), Nombre impropios, Crisis y Blues de Alambique.

Este material cuenta con un bonus track Violetas para Violeta, un tema en homenaje a la desaparecida cantautora Violeta Parra. Como dato curioso, esta canción es además un gesto para “la negra” Mercedes Sosa.

Cantos al amor, al desamor, a la desdicha y a la suerte, así entre agrio y dulce, Sabina se entrega en un disco que ya le ha llevado a visitar varias localidades españolas y hasta plazas latinas. Aunque muchos no pueden imaginar un Serrat sin un Sabina, en este disco se aprecia con deleite una propuesta jugosa de este último y la que muestra una vez más que no es hombre de etiquetas.

Joaquín Sabina agota taquilla para presentación en Quito

El cantante español Joaquín Sabina, que se presenta en Quito el 29 de mayo, agotó ya la taquilla de los sitios preferenciales del Coliseo Rumiñahui, con capacidad para 40.000 personas.

La promoción de este concierto inició hace dos meses en Quito y los únicos boletos que aun se encuentran en los diferentes sitios de venta de entradas son los que no rebasan los 30 dólares.

Sabina ya está en la capital de Ecuador y hoy es declarado huésped ilustre de la ciudad por el alcalde Augusto Barrera.

Su última presentación en Quito fue en la gira conjunta con Joan Manuel Serrat, denominada "Dos pájaros de un tiro", en 2007.

Nostalgia de las mujeres malas

Al principio pareció, tras el chivatazo de la pantalla gigante, que Sabina había regresado con los ojos vidriosos de siempre, pero con la mala cara de otras veces. Con esa tez blanquecina y desencajada que, si se une a su desaliño de bohemio descuidado y pantaloncillo casi de pijama, nos devolvía al cantautor cansado que acostumbraba a deambular por los escenarios antes del marichalazo. Pero no, aunque le costó arrancar, el de Úbeda demostró en su regreso a Málaga que ahora hasta sabe dosificar –quizás porque lo necesita- y que como buen canalla gana forma a medida que corren los relojes de la noche.

Eso sí, empezó a medio gas. Algo charlatán y con demasiada prisa por sacar al sonetista de 'Interviu' que lleva dentro para agradar a la parroquia local con sus ripios del Mundial, las odas al gol de Iniesta y elogios adaptados al dialecto malaguita. Vino entonces un pareado dedicado a esos espetos a los que les tiene "tanto respeto", a la victoria del boquerón sobre el pulpo a la alemana y a la "lluvia de tetas" que por estas fechas inunda la Costa del Sol.

En este verso, el último de su tempranero trance de rapsoda, había además de una confesión de mujeriego empedernido, aunque algo retirado, una declaración de intenciones de lo que iba a ser su concierto. Del homenaje a las mujeres malas que atravesaría sus dos horas y media de estancia sobre unas tablas a las que entraba y salía más que de costumbre, para descansar prestándole el micrófono a las voces menos solventes de sus músicos.

Aunque empezó con 'Tiramisú de limón' Sabina apenas echó manos del disco 'Vinagre y rosas' que sirve de pretexto a la gira, o al menos no lo tuvo tan presente como en su anterior visita de diciembre al Martín Carpena, cuando estaba más reciente y embarcado en una de esas promociones imperiosas que necesitan vender copias.

Una vez más dejó claro que no tiene un pelo de tonto, que conoce con los ojos cerrados a su público, y lejos de calcar el repertorio buscó un recurrente hilo conductor alimentado por esas canciones antiguas que la multitud canta desde el primer acorde. Sólo hizo falta que su corista Marita Barros le sacara la lengua a lo 'Viudita de Cliquot' y luego se prestara a ser mucha de las femme fatales a las que tantas veces le ha escrito el "idiota del bombín", que así fue como se autoproclamó Sabina cuando le rindió tributo a Chavela Vargas con ‘El bulevar de los sueños rotos’. Entonces, se cogió del brazo de una corista con poncho que enseñaba unas piernas que al jiennense no le hubiera importado tocar con manos de Macorina.

Porque, tanto en este tema como en casi todos, Sabina estuvo toda la noche muy cerca de la sensual Marita Barros, que aunque no canta como la histórica Olga Román sabe motivar a la parroquia masculina y, en especial, al ronco de la calle Melancolía que a estas alturas sigue necesitando una diosa con minifaldas a su lado.

Quizás lo hace para saciar su nostalgia de las mujeres malas, esas que según dijo ya no frecuenta porque tiene una novia que no le deja tener novia y las musas siempre terminan follando con "el celoso de Serrat. Y es que, en tiempos en los que él admite que ya no escribe de lobas de alcoba sino de sus hijas, tanto a Sabina como a la gente que siempre le sigue no le queda otra que echar mano del pasado. Que encomendarse a una corista que bajo la noche de Málaga fue muchas versiones de las dulcineas hambrientas y las aves de paso que se tiran al cuello de los adictos a la noche.

Por eso, y tantas cosas más, a Marita Barros se le agradeció que se vistiera de cigarrera. Que pusiese cara de María de Magdala. Que fuese aquella madura de 'Peor para el sol' que aún no sabe si tiene marido, o la cleptómana de corazones de 'Medias negras'. Y, sobre todo, que destilase la inocencia preñada de BUP que a veces regresa en boca de Sabina para robarnos su eterno mes de abril...

Joaquín Sabina actúa esta noche en la Plaza de Toros de Huesca


Tras unos cuantos años sin oír su música el cantante Joaquín Sabina vuelve a actuar esta noche en Huesca en la Plaza de Toros, a las 23,00 horas, para presentar su álbum "Vinagre y Rosas". El disco fue presentado el 17 de noviembre de 2009 con trece nuevas canciones del emblemático cantautor.



Con esta propuesta rompe con un lustro de silencio y por ello su publicación tiene carácter de acontecimiento. "Vinagre y Rosas" fue el disco más esperado del pasado año tal vez porque en una de sus canciones cantaba acompañado del mítico dueto Pereza. Era la primera vez que Sabina y Pereza cantaban juntos en un álbum del cantautor con la canción Tiramisú de Limón, una canción con letra del cantautor y música de Pereza, que también la ha producido y la ha tocado.

"Hice un solo desafinado con las cenizas del amor, las verbenas del pasado gangrenan el corazón" canta Joaquín Sabina en Tiramisú de limón, una canción en medio tiempo que comienza con cierto aire porteño y después aparece bañada por el rock, con un sonido compacto y potente, enriquecida con el acordeón de César Pop y unos coros en los que aparecen Joan Manuel Serrat, Guti, Pancho Varona y Antonio García de Diego. Y una letra de esas a las que Joaquín Sabina nos tiene acostumbrados: "Acórtate la falda nueva, despiértate al oscurecer, túmbate al sol cuando llueva, no desordenes mi taller".

Pero además de estas canciones Viudita de Clicquot, Cristales de Bohemia, Parte meteorológico, Ay! Carmela, Virgen de la Amargura, Agua pasada, Vinagre y rosas, Embustera, Nombres impropios, Menos dos alas, Crisis, Blues del alambique… Y como bonus track, Violetas para Violeta son las canciones de Vinagre y rosas, que seguramente muchos de sus fans oscenses desean escuchar esta noche en el concierto del artista. Nacido en Úbeda en 1949, tras un exilio forzado se dio a conocer popularmente a finales de los años setenta y hasta el momento cada vez que ha subido al escenario ha arrasado ante el público asistente. En su música la canción y el folk han ido de la mano con el rock, el jazz y los efluvios de la música latinoamericana de diversa procedencia. Además en su carrera sus colaboraciones han sido varias con Joan Manuel Serrat, Fito Páez, Andrés Calamaro, Pereza o Víctor Manuel y Ana Belén entre otros. Además también destacan discos como "Malas compañías", "Ruleta rusa", "Hotel dulce Hotel" o "El hombre del traje gris" entre otros.

Sabina, en un pueblo con mar
Una noche entre bambalinas en el concierto ofrecido por el cantante en Santander



Al final de la mañana del lunes no había sino bruma sobre el mar de Santander; pero por la noche, cuando los músicos de Joaquín Sabina esperaban al artista en la playa de La Magdalena, frente a las aulas de la Menéndez Pelayo, ya aquel era un pueblo con mar, dispuesto a escuchar al autor de algunas de las canciones que son parte de la memoria sentimental de décadas de España. Y de América.



"Yo besaría a todos los que vienen a oírme", dice antes del concierto

"No me dormiría con una canción mía, prefiero una de Leonard Cohen"

Sabina llegó poco antes de las nueve, por carretera. Él dice que le da morbo la carretera, asociada al rock y a la poesía; para él, Jack Kerouac es una referencia, a veces lo lleva en la mesa de noche de ese transporte de día. Esta vez se llevó a Gil de Biedma y dejó Madrid con un sol que rajaba y se adentró en un viaje que le condujo tan peligrosamente a la lluvia que los organizadores de este concierto número 70 de su larga gira actual pensaron que tendrían que suspender.

No se suspendió; cuando llegó Sabina a un descampado que parecía habitado por colonos del Oeste americano, había barro, pero un sol ya melancólico hacía presagiar el latido de esa melodía que él pensó (acaso porque la vivió...) en Lanzarote: "Fue en un pueblo con mar / una noche después de un concierto...".

Era antes del concierto. Allí estaban sus músicos, algunos de los cuales llevan 30 años con él, y allí estaba lo que él quiere que haya en su camerino (ahora): champán, embutidos, tortilla española. Y el bombín. Se lo estuvo probando como quien se pone los guantes antes de una boda. A él le gusta esto de la carretera, y ahí venía, "mezcla de juglar y de roquero", desafiando el cansancio "pero feliz"; "Imagínate: te dice el médico, usted está fatal, y años después estás actuando en Santander".

Lo primero que piensa, dice Sabina, es que va a defraudar a esa gente (eran 9.000 luego, escuchándole) "que sacrifica la noche de agosto para venir aquí". Lo dijo luego en el concierto: "Con la que está cayendo, y ustedes aquí...". Sus músicos lo habían advertido: "Va a decirlo". "¿Y cómo no voy a decirlo, si lo siento?". Es un poco como Jorge Luis Borges, que quería abrazar a cada uno de los 333 compradores de su primer libro. "Yo besaría a todos los que vienen a oírme".

De momento, a quien besa, porque lo ha venido a ver a estos peculiares camerinos de mar, es al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que le trae anchoas. Después nos sentamos con él. Setenta conciertos y ni una suspensión. "Y siempre bien. No es un milagro, es profesión". Lo había dicho Berri, su mánager desde 1990 (y el de Joan Manuel Serrat desde hace 40 años): "Ya se pierde en la noche de los tiempos, en realidad en una noche de Gijón, la última vez que suspendió Sabina".

Aquí está, dispuesto, dice. "Parece inconcebible, eh, ninguna suspensión". Él cree que aquella conjunción Serrat-Sabina de hace tres años le "puso las pilas". "Me dio alas para entender qué es el orgullo del buen artesano y el amor al oficio". Fue aquella gira (Dos pájaros de un tiro) "un importante momento humano. Para mí, y para el catalán también". Como si le jalara de ciertas melancolías y le pusiera a tono "con las responsabilidades del oficio".

Antes miraba al Nano (como llama a Serrat) "de abajo arriba, como se mira a un maestro; ahora lo sigo mirando de abajo arriba, pero como se mira a un hermano". Un silencio, y prosigue: "Difícil disfrutar y no pelear por un cachito de escenario".

Parecería raro, le digo, que no le preguntara por los toros y el Parlamento catalán. "Ah, estoy con el corazón dolorido. Son unos catetos ignorantes. ¡En nombre del ecologismo! ¡Si no hay nadie más ecológico que quien ama esa fiesta maravillosa! ¡Por seis votos no se puede acabar con una tradición centenaria!".

Los músicos le gritan: "¡Comparte!". Se refieren a las anchoas. Le han estado esperando "con la tranquilidad que da", dicen Pancho Varona y Antonio García Diego, dos de los inseparables músicos que le han ayudado a construir su carrera, "no necesitar hacer ni siquiera pruebas de sonido". La hacen, de todos modos, ante el eco fantasmagórico de la campa vacía. El escenario está lleno de guitarras y de vatios, y por allí deambulan, con la destreza de los que han hecho esto 1.000 veces, Pedro Barceló, el batería; Jaime Asúa, a las guitarras eléctricas; Mara Barros, que hace los coros; los ya citados Varona y García de Diego (voz, guitarrón mexicano, guitarra acústica, en el caso de Varona; teclado, armónica, guitarra, voz, en el de García de Diego); José Miguel Sagaste (flauta, saxo, teclado, acordeón, clarinete...), que además aporta a la ensalada que preparan en la campa unos tomates inmensos traídos de su huerta de Egea de los Caballeros, Aragón.

Es una familia que, según dicen ellos, ya tiene la costumbre de llevarse muy bien. A veces, cuenta Antonio García de Diego, "se produce una especie de emoción grande, te dan ganas de llorar, de felicidad". A veces se trunca la racha y la cosa no "les sale bien". "Como en Úbeda; se nos funden los plomos". "Pero a veces" (dicen ellos, y corrobora Sabina) "se produce el chispazo y somos tan felices actuando como la noche de Las Ventas".

Hay un momento en que ya el sol se convierte en un hilillo naranja, y acaso porque está flotando esa melancolía Varona y García de Diego hablan de su vocación de componer, "como si a veces sucediera que se nos interrumpe la energía". ¿La edad, será?, se preguntan. Y quedan en seguir hablando de ello, porque ahora hay demasiada faena: empieza un concierto, se ha ido llenando de gente aquella tierra que fue ciénaga. Sabina departe con el poeta Benjamín Prado, que le ayudó a componer muchas de las canciones de Vinagre y rosas, el último disco, y antes de que se pusiera el bombín nosotros le preguntamos con qué canción suya se dormiría. "Con ninguna. Me dormiré siempre con una de Leonard Cohen". Antes de salir al escenario, y aun antes de arreglar el bombín desarreglado, a Sabina le esperaban tarareando esa canción que empieza enunciando "Fue en un pueblo con mar, una noche después de un concierto...".

"Yo besaría a todos los que vienen a oírme", dice antes del concierto

Besucón y agradecido, este chico....

"No me dormiría con una canción mía, prefiero una de Leonard Cohen"

¿No pretenderás decirnos que Leonard Cohen te duerme, ¿eh Joaquín?

Es broma.

Damablanca.

Yo no puedo dormirme con una canción de Leonard Cohen pues me gusta mucho escuchar la letra. Prefiero a un monje tibetano para esos menesteres.

Ety

Joaquín Sabina regresa a Zaragoza por tercera vez en menos de un año

El 'genio de Úbeda' actúa esta noche en Interpeñas, uno de los escenarios en los que mejores noches ha brindado a sus fans incondicionales


Ni uno, ni dos... Joaquín Sabina dará esta noche su tercer concierto en Zaragoza en menos de un año. ¿Qué tiene la capital aragonesa para que el 'genio de Úbeda' vuelva a regalar a sus incondicionales la gira 'Vinagre y rosas'? Quizás los buenos recuerdos, como un espectacular concierto que dio hace unos años junto a Los Rodríguez, también en Interpeñas. O la añoranza por José Antonio Labordeta, quien fue su amigo y una de las personas más "íntegras" que ha conocido. O el reconocimiento a su público zaragozano, que se prepara para asistir en masa de nuevo a su concierto.

El concierto de Joaquín Sabina empezará a las 23:00 h. en el Pabellón Interpeñas y ayer, a última hora de la tarde, aún quedaban entradas. El jienense vuelve al Pilar después de que hace un par de años su actuación junto a Joan Manuel Serrat, una de las más esperadas, se suspendiera a última hora.

El Maestro Sabina vuelve a Gran Canaria

El jueves 21 de octubre, Joaquín Sabina actuará en el Estadio de Gran Canaria y dos días después, el 23 de octubre, en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife. Dorada en Vivo vuelve a presentar, con el patrocinio de los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, una de las giras más exitosas del año que dirige y produce en Canarias LM Producciones, Vinagre y Rosas, que arrancó con más de ochenta fechas programadas y en donde ha colgado el cartel de “localidades agotadas” en innumerables ocasiones.

Más de 400.000 mil copias vendidas de su último trabajo han convertido a Sabina este año en uno de los superventas del país y avalan el reconocimiento de un artista que ha superado modas y es seguido por varias generaciones de incondicionales. A todas las fechas de España de su nueva gira se les han sumado otros países por donde ha pasado el genio de Úbeda como México, Costa Rica, República Dominicana, Santo Domingo, Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Argentina y Uruguay.

Todo se ha dicho y se ha escrito ya de Joaquín Sabina, con lo cual, sería insistir en más de lo mismo. Nadie como él ha cantado a la vida callejera y canalla, al asfalto, a la marginalidad. Sabina es uno de los cantautores y poetas españoles más importantes de la historia reciente de nuestro país. En su faceta musical, la que le ha valido el reconocimiento internacional, ha publicado hasta el momento catorce discos de estudio, cuatro en directo y tres recopilatorios, además de haber colaborado con muchos artistas de renombre y haber compuesto numerosas veces para otros tantos.

Joaquín Sabina es un madrileño de Jaén. Después de vagabundear por el mundo recala en Madrid y allí desarrolla las pautas de lo que será su propuesta musical. Graba a finales de los 70 un disco, “Inventario“, con arreglos de corte clásico muy diferentes a sus trabajos posteriores, que pasa desapercibido. Se da a conocer popularmente a comienzos de los 80 con el espectáculo y el disco que editan, que junto a Javier Krahe y Alberto Pérez presentan en el pub madrileño La Mandrágora. A partir de aquí el fenómeno Sabina será imparable. Musicalmente muy cercano al Bob Dylan más eléctrico -aunque de vez en cuando se atreva con un rap o una ranchera- elabora textos que hablan de la calle, de la ciudad, de nuestras verdades escondidas y de nuestras mentiras de escaparate. Todo un talento para desenmascarar mordazmente el mito de la pareja.


Es difícil elegir SOLO diez de sus mejores canciones y cada cual, cada uno de sus admiradores, tenemos algunas que desde el minuto uno, cuando sonaron por primera vez, las hicimos nuestras. “Ruido”, por ejemplo, me parece una de sus canciones más completas relatando el proceso de una ruptura con una maestría que conmueve. Tengo para mí que de sus últimos años, el CD ”19 días y 500 noches” es soberbio; casi lo comparo, en calidad y repercusión con otro trabajo igualmente maravilloso; el Mediterráneo de J.M. Serrat. Pero son muchas ocasiones en la que la exigente creatividad de aquel chico de Jaén pone al descubierto la genialidad del autor. Ahí van algunas de ellas: Y sin embargo, La canción más hermosa del mundo, Peces de ciudad, Calle Melancolía, Noches de boda, Pacto entre caballeros, La del Pirata cojo, Princesa Contigo, Peor para el sol.

Joaquín nació en la localidad jienense de Úbeda en 1949. Soñaba con ser profesor, pero la música se cruzó en su vida. Creció escuchando a los grandes del rock and roll, como Elvis Presley, Chuco Barry o Little Richard. En los setenta vivió exiliado en Londres, de donde regresó a la muerte de Franco. Ha publicado catorce discos de estudio y nueve libros. Su vida sufrió un traspiés cuando, en 2001, sufrió un leve infarto cerebral. Tiene dos hijas, Carmela Juliana y Rocío, fruto de su relación con su ex pareja, Isabel Aliarte.

Su último trabajo, “Vinagre y Rosas”, es una producción que fue realizada por los colaboradores habituales del cantautor, Pancho Varona, Antonio García de Diego, José Antonio Romero y en la que también participó el propio Joaquín Sabina; excepto en las canciones «Tiramisú de limón», que es el primer sencillo, y «Embustera», que fueron producidas por el grupo Pereza. Según palabras del propio Sabina, la elección de Pereza para realizar esta colaboración fue «porque me estaba saliendo un disco bastante amargo. A mí me gustan las canciones amargas; de hecho, son las que más me gustan, pero pensé que hacía falta abrir un par de ventanas y que entrara aire fresco, juvenil y rocanrolero, y el único grupo español que me gustaba para hacer ese tipo de colaboración eran los de Pereza. … Decidí contactar a un grupo de rock joven para que me diera ese aire que yo tenía a los 30 años».

El sencillo «Tiramisú de limón», es una canción en medio tiempo que comienza con aire porteño, para después cambiar a rock, con un sonido compacto y potente, acompañado por César Pop tocando el acordeón y con Joan Manuel Serrat, Guti, Pancho Varona y Antonio García de Diego en los coros. La letra del sencillo ha sido compuesta por Joaquín Sabina y la música por Pereza. Leiva escribió las partituras para batería, bajo, guitarras acústicas y eléctricas, pandereta y coros; y Rubén compuso la parte de la guitarra eléctrica y coros. Esta es la primera vez que el cantautor y el grupo realizan una colaboración.

Las letras de diez de las canciones fueron escritas por Joaquín Sabina junto a Benjamín Prado, poeta y amigo del cantautor. Para ello, viajaron a Praga y se alojaron en el Kempinski Hybernská, uno de los hoteles más lujosos de la capital de la República Checa, durante ocho días. Tras este viaje, continuaron la composición en Madrid y Rota (Cádiz). Prado relata el proceso de composición de las canciones y el viaje que realizaron a Praga en el libro “Romper una canción“, publicado en 2009. Otra de las canciones fue compuesta junto al poeta y también amigo Luis García Montero. La canción «Violetas para Violeta», que es un bonus track, está dedicada a la cantautora chilena Violeta Parra. Sabina tenía compuesta esa canción desde hacía varios años pero nunca había sido editada. Mercedes Sosa, dos meses antes de su fallecimiento el 4 de octubre de 2009, le pidió al cantautor cantar una canción junto a él. Tras el fallecimiento de la cantautora argentina, Sabina decidió incluir la versión original en el disco como homenaje a ambas cantautoras. La canción «Menos dos alas» está dedicada al poeta Ángel González, amigo del cantautor y fallecido en 2008.

Preparan un musical sobre Sabina.

El cineasta David Serrano, director de Días de fútbol o Una hora más en Canarias y autor de los libretos para El otro lado de la cama y Los dos lados de la cama, prepara en la actualidad un musical para teatro con canciones de Joaquín Sabina. Lo importante es el buen trato de sus temas. En declaraciones a Efe, Serrano, que participa en el taller de cine y literatura “Palabras en movimiento” del Festival de Creación Joven “Eutopía 10” de Córdoba, ha señalado que en septiembre de 2011 podrá verse en Madrid el resultado de este trabajo.

El cineasta ya avanzó en un chat realizado en Diario Sur que el argumento giraría en torno a una historia de amor con algo de drama: “Sabina cambiará alguna canción o la compondrá. Queremos que se sienta orgulloso”.sabina-con-guitarra

Joaquín Sabina no se ha caracterizado jamás por sus silencios y frases suyas las hay gloriosas, Comprometido y ácido, esta es una de las últimas que he rescatado de sus entrevistas: “¿Qué le falta a la política española?: “Entre otras cosas, que los parados y la clase obrera salieran a la calle a quemar televisiones. Es tremendo que cinco millones de personas estén ahí, por las tardes, viendo Sálvame”. Verdades como puños fuera y dentro de sus CD’s.

El jueves, pues, en el Estadio de Gran Canaria este sesentón que cautiva a jóvenes y menos jóvenes y que echa de menos los bares y la noche, vuelve a tocar en la isla. Ahora las noches y las madrugadas las vive en su casa, con sus amigos pero con la prudencia que aconseja su salud mermada. Vuelve Don Joaquín, el maestro, y yo, rendida admiradora no me lo pierdo e iré cual emocionada quinceañera. ¿Cuántas veces le he visto en concierto?. He perdido la cuenta.

Es una de mis tantas debilidades. Ya lo saben.

El "Penúltimo tren" de Sabina pasó por el Luna Park



Su última visita, hace poco más de un año, lo encontró en una "Bombonera" colmada. En su gira anterior, con Joan Manuel Serrat, sucedió lo mismo. Pero hace rato que
él insistía con su deseo de cantar en lugares más chicos.

Así fue como a las 21:10, en un Luna Park repleto, Joaquín Sabina inició su serie de conciertos en Buenos Aires. "Esta noche contigo" fue la canción que inauguró una velada de casi tres horas y 28 temas.

Tal como había anticipado, el show se diferenció de aquella presentación de "Vinagre y rosas" en Boca. Esta vez, de su último trabajo sólo estuvo presente "Tiramisú de limón", que desató el fervor del público porteño, con quien mantiene un romance que ya parece inquebrantable.

Entonces, clásicos y otros no tanto, de esos que no solían aparecer en los recitales del español, se dieron cita en el escenario de la "cuna del boxeo". Entre ellos, se destacaron "Contigo", "Virgen de la amargura", "Aves de paso", "Peor para el sol", "Dieguitos y Mafaldas" y "Por el boulevard de los sueños rotos".

"La cosa está muy mal", decía la inscripción de su remera. Sin embargo, su actuación mostraba lo contrario. Y el mismo Sabina lo confirmaba: "No estoy seguro que ustedes se imaginen la emoción que es estar aquí. Uno no ha tenido nunca sueños de gloria, pero si los hubiera tenido, serían así".

Durante el show, Joaquín se puso a tono con la conmemoración del 35° aniversario del último Golpe de Estado en Argentina y repudió la dictadura que le siguió. También se mostró en contra de Gadafi y de la intervención de la coalición en Libia. Acto seguido, el madrileño entonó "Con la frente marchita".

A modo de homenaje y ante espectadores de las más variadas edades pero que
celebraron cada movimiento del cantautor, sonaron los nombres del "Nano" Serrat, el "Polaco" Goyeneche, Atahualpa Yupanqui, Carlos Gardel y Chavela Vargas.

"Yo había decidido retirarme a los 40, hace ya 22 años, pero entonces conocí la Argentina", dijo el autor de "Dieguitos y Mafaldas". Y si bien la despedida definitiva no está en sus planes, según adelantó al llegar al país, la de la noche estaba por comenzar.

Una seguidilla de eufóricas canciones desataba el frenesí de los fanáticos y el final
podía adivinarse. "Princesa", "Pastillas para no soñar" y "La del pirata cojo" hicieron que ya nadie permanezca en los asientos. Y de yapa, un fragmento a capela de "La canción de los buenos borrachos".

Así partió este "Penúltimo tren", cuyo destino cúlmine se desconoce pero que en su
camino pasa siempre por lo más profundo del corazón de los argentinos.

Por primera vez en EU, Joaquín Sabina inicia gira el 25 de mayo

Se presentará en el Manhattan Center de Nueva York; dos días después visitará el American Airlines Arena de Miami, Florida, y por último pisará el Nokia Theatre de Los
Ángeles.

Miami. El cantautor español Joaquín Sabina se presentará por primera vez en Estados Unidos como parte de su gira “El penúltimo tren”, en la que incluirá los temas más emblemáticos que han formado sus más de tres décadas de carrera.

Como parte de una serie de conciertos que comenzó hace más de un año, y que lo ha llevado a realizar más de 100 actuaciones en España y América Latina, el autor de “Y nos dieron las diez” llegará a la Unión Americana para deleitar a sus seguidores.

El también poeta, quien ha publicado nueve libros con letras de canciones y poemas, cantará el 25 de mayo en el Hammerstein Ball Room de Manhattan Center de Nueva York; dos días después visitará el American Airlines Arena de Miami, Florida, y por último pisará el Nokia Theatre de Los Ángeles.

Hasta ahora, todos los conciertos de Sabina de los últimos meses han tenido llenos totales, incluyendo el de La Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, donde hubo 20 mil asistentes, y el del estadio de futbol La Bombonera, de Buenos Aires, que sumó 50 mil fanáticos.

Recientemente, el músico se presentó en Granada, España, junto a su amigo, el poeta Luis García Montero, y donde Joaquín Sabina leyó algunos de sus poemas autobiográficos y un texto en prosa, en el que relata sus vivencias infantiles en su natal Úbeda.
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En México lo veremos en junio, ya les contaré.

Ety

Sabina canceló sus conciertos en México, éstos se posponen hasta noviembre. La razón son problemas de salud.

Esperemos que se mejore pronto.

Ety

Joaquín Sabina suspende gira por problemas de salud

El cantante de 62 años acudió el jueves pasado en Madrid a una revisión médica por molestias que tenía desde hacía varios días.

Joaquín Sabina cambió de planes por razones de salud, y sus primeros conciertos en Estados Unidos deberán esperar al menos hasta octubre.

Tras detectarle un problema intestinal, sus médicos le recomendaron reposo absoluto y evitar viajes largos, de acuerdo con un comunicado difundido a través del sitio oficial de Sabina en la Internet.

“Joaquín Sabina está enfermo y los médicos le han recomendado reposo absoluto durante las próximas seis semanas”, señala el comunicado enviado a periodistas acreditados desde ese sitio.

Diagnóstico

Indica que el diagnóstico es “diverticulitis aguda con riesgo de complicaciones”, una afección intestinal que “implica la suspensión de los conciertos en Estados Unidos y México”

En otro mensaje de correo electrónico enviado a la AP, los publicistas de Sabina en Estados Unidos explicaron que Sabina, de 62 años, acudió el jueves en Madrid a una revisión médica por molestias que tenía desde hacía varios días.

A diferencia de la información que circulaba desde Madrid, dijeron que “se le ha diagnosticado un virus renal”.

Sabina, que en una reciente entrevista con la AP dijo que aún espera hacer el mejor disco de su vida, planeaba presentarse por primera vez en Estados Unidos a partir de la semana próxima.

Sus conciertos de la gira “El penúltimo tren” (que estaban previstos para el 25 de mayo en Nueva York, el 27 en Miami, y el 29 en Los Angeles) fueron aplazados hasta finales de octubre: el 18 en Nueva York, 20 en Miami, y 22 en Los Angeles.

También se suspendieron los conciertos que planeaba ofrecer en México,
que serán reprogramados para después de la presentación en Estados
Unidos, dijo uno de los productores de la gira en este país, Néstor
Lacoren.

Optimismo

“Son cosas que pasan en este negocio”, expresó Lacoren, y recordó que hace algunos años debió suspender también una gira del catalán Joan Manuel Serrat en Estados Unidos porque le habían detectado un cáncer de vejiga.

“No puede viajar porque no puede estar mucho tiempo sentado, ya que puede producirle una hemorragia”, explicó Lacoren. “El está muy bien, y es super optimista. Es un achaque de cosas que le pasa a la gente grande (mayor de edad)”, aseguró el también productor de artistas como Peter Gabriel y la fallecida Mercedes Sosa.

La AP solicitó una entrevista con el cantautor español, pero los
publicistas dijeron que estaba convaleciente en su casa madrileña y no
podía acceder a ella.

Manifestaron que Sabina ofrecerá una videoconferencia desde España el 26 de mayo para comunicarse directamente con su público de Estados Unidos.

Pancho Varona, amigo productor y guitarrista español, que suele
acompañar a Sabina en sus giras manifestó en su cuenta de Twitter que
Sabina se encuentra bien.

“No hay motivos de preocupación, en serio. Es una inflamación que no le permitía volar. Dieta y descanso”, expresó Varona refiriéndose al autor de “Y nos dieron las diez” y “Medias negras”.

En su carrera de más de 30 años, Sabina ha actuado casi exclusivamente en España y Latinoamérica.

Sabina sacó su primer álbum, “Inventario”, en 1970, y prevé lanzar su próximo disco en España a finales de este año.

Amor y desengaño

El artista, que compone y canta canciones sobre la vida, el amor, los desencantos y las ilusiones, dijo en una entrevista de febrero con la AP que planeaba traer conciertos diferentes a Estados Unidos, repletos de canciones memorables que le permitieran conseguir la participación del público.

Mayra Azanza, una fanática mexicana de Sabina que había comprado boletos para el concierto en Los Angeles, dijo que estaba “muy, muy triste” porque tendrá que esperar hasta octubre para poder verlo.

“Estoy preocupada por su salud, pero también quiero verlo. Tengo
sentimientos encontrados”, declaró en entrevista telefónica con la AP la
residente de Culver City, California, de 33 años.

“La música de Sabina me ha acompañado toda mi vida y era un sueño poder volver a verlo”, manifestó Azanza, quien en 1995 lo había visto en Guanajuato, México.

Los organizadores de los conciertos de Estados Unidos dijeron que los boletos adquiridos por el público serán válidos para los conciertos de octubre. Lacoren señaló que se les devolverá el dinero a las personas que lo soliciten.

«Lo primero que haré será besar el escenario donde pisó Bob Dylan»

Tras un desorden estomacal que le obligó a parar 'El penúltimo tren', Sabina reaparece hoy en Gredos
«Tenía tanto mono que yo, que no ensayo nunca, he venido solo para disfrutar de estar con los músicos»
«Claro que me hacía ilusión tocar en Nueva York, pero me hace más ilusión dar este último concierto en España»
«Uno tiene una norma que es no leer sus biografías y no acudir a sus musicales. Y tampoco pienso ir a mi entierro»
«Siempre que uno lleva una vida tan agitada, te viene bien pasar una temporadita en casa y echar de menos la carretera»

Una diverticulitis aguda -«nada diver y sí por culitis», en palabras del propio afectado- le obligó a finales de mayo a posponer su gira por Estados Unidos y México, donde tiene previsto regresar el próximo 16 de octubre. Esta noche, tras varias semanas de reposo absoluto por prescripción médica en su casa de Madrid, Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) reaparece en la sierra abulense de Gredos en el escenario del festival Músicos en la Naturaleza. Será su único concierto en España con las canciones de la gira latinoamericana, 'El penúltimo tren', que le ha llevado durante dos meses por Chile, Argentina y Uruguay.

El Flaco no estará solo. El bonaerense Andrés Calamaro, con quien ya compartió gira en el año 1996 con su grupo Los Rodríguez, le acompañará esta noche en el escenario. Primero, Calamaro, a las 21:30 horas. Después, Sabina. Se le espera alrededor de las once. ¿Cantarán juntos? «Si él se deja convencer, que supongo que sí, le invitaré a que hagamos dos o tres canciones juntos», revela Joaquín. El envite está echado. Seguro que 'el salmón' acepta, como ya lo hiciera la pasada noche del 19 de abril en el Luna Park, cuando se subió al escenario con Sabina para interpretar juntos 'Todavía una canción de amor'. «Yo no hubiera pagado un peso por verme a mí, pero por millones de razones hubiera pagado una fortuna por ver esta noche a Charly García, Fito Páez y Andrés Calamaro», dijo 'el pirata cojo' aquella noche en el mítico estadio argentino.

-Lo primero es lo primero. ¿Cómo se encuentra después de la diverticulitis?
-Por un lado 'jodido' porque teníamos una gira por Estados Unidos y otra por México y no las pude hacer, pero feliz porque ya estoy curado. Era una especie de desorden estomacal y el médico me dijo que no me subiera a aviones de largo recorrido. Pero ya estoy bien y feliz de reencontrar a mis músicos y de subirme, después de dos meses, al escenario en Gredos.

-¿Se le ha hecho larga la convalecencia?
-Tenía tanto mono que yo, que no ensayo nunca, me he venido hoy (dos día antes del concierto) a las afueras de Madrid a ensayar, solo para disfrutar de estar con los músicos otra vez.

-Algo bueno habrá sacado de estas semanas en reposo. Escribió en uno de sus versos de 'El grito en el suelo' que «pisar el freno» le «ha servido para cortar la baraja del futuro».
-Siempre que uno lleva una vida tan agitada y tan, no al borde del abismo, pero sí a tanta velocidad, aunque sea por los médicos cuando te obligan a parar, te viene bien pasar una temporadita en casa y volver a echar de menos la carretera. La verdad es que el concierto de Gredos nos hace mucha ilusión porque es volver a nuestro terreno que es el escenario.

«El Woodstock castellano»

-El Manhattan Center de Nueva York, que iba a ser su debut en la Gran Manzana, tendrá que esperar un poco más; hasta octubre.
-Yo no soy tan mitómano de eso. Claro que me hacía ilusión tocar en Nueva York, pero me hace más ilusión dar este último concierto en España porque supongo que hasta marzo o abril, que estaré tocando otra vez con Joan Manuel Serrat, no voy a tocar más en España.

-El título de esta gira, 'El penúltimo tren', activó todas las alertas entre sus fans. ¿Hay que leer entre líneas?
-Lo único que tiene el penúltimo es que no es el último.

-Dice que no les gustan los baños de multitudes, ¿el aire de la sierra abulense le ayudará a amainar su fobia?
-Lo de Gredos me gusta por lo de Dylan y también porque nunca he estado. Y cuando nunca has estado en un sitio, la adrenalina fluye de otra manera. Y me parece que es una manera de celebrar el verano, de celebrar la vuelta a los escenarios y de encontrarse con un público que, a lo mejor, no ha ido a otro concierto de esta gira.

-A partir de ahora, gracias a Sabina, el festival Músicos en la Naturaleza pasará a conocerse como el Woodstock castellano, tal y como lo ha rebautizado usted mismo.
-Para mí tan importante es Gredos como Woodstock, ¿por qué no?

-Desde hoy el nombre de Joaquín Sabina pasará a formar parte de la historia de este festival por el que han pasado nombres como Sting, Mark Knopfler o el mismísimo Bob Dylan, al que Gredos no ha tenido que esperar 25 años, como sí lo hiciera Woodstock.
-Y yo lo primero que haré será besar el escenario donde pisó mi queridísimo Bob Dylan.

-Así que hay que dar las gracias a Dylan de tener a Sabina esta noche en Gredos.
-La gira latinoamericana había ido tan bien que un día mi manager me llamó y me dijo que querían que tocáramos en Gredos. Y yo me acordé de que Dylan, Sting y Mark Knopfler habían tocado ahí y me mostré interesado. Luego me dijo que, además, el programa era doble, que estaba Calamaro, y me mostré más interesado. Y luego además pensé que en España, aunque habíamos hecho gira el año pasado, no habíamos cantando las canciones que hemos estado cantando en Latinoamérica en 'El penúltimo tren'. Así que eran tren razones más que suficientes para apuntarse.

Un nuevo disco con Serrat

-El pasado mes de abril ya se reencontró con Andrés Calamaro, para usted 'San Andrés Calamaro', en Argentina. ¿Tiene ganas de volver a encontrárselo de nuevo micrófono en mano?
-Hace mes y medio estuve haciendo diez noches en Luna Park y el último día fue maravilloso porque aparecieron juntos Calamaro, Fito Paez y Charly García, que son tres monstruos allí en Argentina, aquí también, pero allí más, y que no eran muy amigos entre sí. Poder reunirlos en el escenario conmigo fue un momento emocionante y grato. Y ahora en Gredos, si él se deja convencer, que supongo que sí, le invitaré a que hagamos dos o tres canciones juntos.

-¿Y el público esta noche escuchará aquello de «No te fíes si te juro que es imposible, no dudes de mi duda y mi quizás...»?
-Yo creo que sí.

-Y después de 'El penúltimo tren' tiene pensado regresar a la carretera de nuevo con el otro 'pájaro', Joan Manuel Serrat. ¿Tan buena fue la experiencia de 'Dos pájaros de un tiro'?
-Como dicen ahora, no fue muy buena, fue lo siguiente.

-Y creo que están incluso componiendo juntos por Skype.
-Exacto. Estamos trabajando porque no queremos que la gente piense que haremos algo que no haremos nunca, que es que volvemos para reeditar el éxito anterior sin nada nuevo. Nada de eso. Estamos haciendo canciones a cuatro manos y saldrá un disco antes de la gira, un disco que grabaremos en septiembre, y eso renovará el repertorio y nos dará más ganas de subirnos al escenario y de compartir las canciones nuevas con la gente.

-Joaquín Carbonell acaba de publicar su biografía, 'Pongamos que hablo de Joaquín', y el Teatro Rialto de la Gran Vía madrileña estrenará en otoño 'Más de 100 mentiras', un musical que repasará su trayectoria profesional, ¿le asusta tanto homenaje?
-Uno tiene una norma, que es no leer sus biografías y no acudir a sus musicales.

-Y tampoco se ha dejado ver por ninguna 'noche sabinera'.
-Jamás he ido. Y tampoco pienso ir a mi entierro.

Joaquín Sabina compara a Teddy con Napoleón

[b]Sabina, con su popular bombín, saca disco nuevo con Joan Manuel Serrat y pronto tendrá un musical en la Gran Vía Madrileña.


Sabina nunca defrauda. Independiente, solitario, triste y poético, la voz de Úbeda, pronto en el Rialto madrileño con un musical de su obra, habla hoy de su vida, de Madrid, internet, Buenos Aires, La Habana o el fascismo o su "amigo" Teddy. Dice que tiene alma de puta, pero ya no ejerce".

Se siente "póstumo", por eso de que sus canciones suben a un teatro de una vía madrileña que se ha convertido en un pequeño Brodway. Pero está conforme, las cosas han cambiado.
La vida... la muerte

Prefiere Sabina "acelerar la muerte por los medios que fueran", porque tiene mucho miedo a la muerte, "pero mientras ¡estoy aquí!, confiesa, el año pasado di 110 conciertos. Tengo un oficio que me compensa la tendencia de quedarme en un rincón y no ver a nadie".

Vago, antimetódico, espíritu libre, no quiere ni oír hablar ni de móviles ni de internet. ¿Para qué? "hace dos días salió en un destacadísimo periódico uruguayo una entrevista muy larga conmigo que yo no he hecho, la ha colado una fan de esas locas, haciéndose pasar por mí. Es un mundo que cabe lo mejor y lo peor, pero es que lo peor tiene mucho más tiempo para meterse ahí".
"Las democracias son muy raritas"

Enamorado de Madrid, de Malasaña, Lavapies, de esas casas con balcones, de ese poblachón manchego, de Rota, fiel a su amigo y las letras de García Montero, Joaquín Sabina cree, que hoy "las democracias son muy raritas". "Desde la extrema derecha se está cuestionando la democracia y desde la gente de la calle también, ¿Y qué viene históricamente después de eso? Pues el fascismo. ¿O no?", se pregunta un autor que se siente amigo de Teddy Bautista, que siempre ha votado en la SGAE lo que su amigo Víctor Manuel.
"Era y soy amigo de Tedddy"

"He ido leyendo y me parece que la dirección anterior -de la SGAE- con la que yo y la gente de mi cuerda estábamos muy contentos, porque también hemos vivido las anteriores a esa y eran una panda de chorizos, vimos crecer eso que nos cuidaban más que cobrábamos más y también me pareció que hace unos años se entró en una especie de faraonismo comprando edificios, cuando hay muchos autores que se están comiendo los mocos, y me pareció notar que para bien y para mal había un Napoleón, que no olvidemos que fue muy grande en su tiempo, que era Teddy y que las virtudes y los errores que surgen ahora alguna responsabilidad tendría él , era y soy amigo de Teddy y se están leyendo cosas muy feas y hay un montón de gente, periódicos, radios, discotecas... muchos, que les viene de puta madre esta crisis para no pagar, porque lo que no quieren es pagar el trabajo de una serie de profesionales que tienen que cobrar por su trabajo".

Ahora, la cita más esperada es ese nuevo disco a cuatro manos y dos voces con Joan Manuel Serrat. Un acontecimiento cultural al que jienense llama híbrido, "pequeño Frankenstein", recoge este viernes El País en una extensa entrevista de Rosana Torres.

Serrat y Bosé, encantados con el musical de Sabina; por Jesús MARIÑAS

Gran apertura de la temporada escénica con lo más esperado de la programación, en la que el productor José María Cámara tiene nombre propio desde que ideó «Hoy no me puedo levantar», con música de Mecano. Un espectáculo que suma y sigue. Algo parecido a lo que esperan de este musical sobre la obra de Joaquín Sabina, que el jueves llegó al estreno acompañado de su único hermano, Paco, y su cuñada María Jesús.


Joaquín Sabina acudió el jueves al estreno de su musical

Abrazó cálidamente y con entusiasmo a Joan Manuel Serrat, que iba acompañado de Candela Tiffón, su radiante esposa. La conozco de toda la vida y su padre, José Antonio, fue uno de los pilares de la entonces floreciente Feria de Muestras barcelonesa. Todo un mundo de nostalgia mientras David Serrano pone en escena el universo de Sabina, en ocasiones tan lírico y entristecedor. Quizá la sombra sea el único reparo que hacer a este «Más de cien mentiras» seguido por el director teatral Jaime Azpilicueta, que estaba volcado en el entusiasmo en la noche de estreno.

Mientras Pitita Ridruejo se caía acaso cegada por su pasión por Vargas Llosa, a quien escogían «Hombre del año», los grandes de nuestra música arroparon ávidos tal homenaje a Sabina en el Broadway madrileño. También estaba Juan Echanove, a quien le reconocían estar más delgado «desde que haces programas gastronómicos». Qué cosas. El actor desmintió a Imanol Arias sobre la posible bajada de telón de «Cuéntame» tras diez años de emisión. «Aún nos quedan por lo menos otros tres años. Imanol bromea», explicaba.

A su compañero y hermano televisivo le acompañaba la cada día menos tímida Irene Meritxell, que estaba cerca de las hermanas Valverde. Marta hace en Barcelona «Chicago» con un volumen pectoral y vocal muy encomiado ante Miguel Bosé, que ocupó butaca delante del impagable y mítico dúo Serrat-Sabina. Paloma San Basilio lució reflejos en metal dorado sobre un traje negro de Amaya Arzuaga, a la que definió como «mi diseñadora de siempre». Al menos, desde que rompió con José Ramón de Aguirre, que sobre escena la vistió como nadie. La vi feliz porque termina disco «muy electrónico» con música y producción de su hija. Miguel Bosé mostró volumen tras el esfuerzo de perder kilos ahora recuperados, de ello tomó nota el siempre retozante Ángel Nieto. Llegaba de Ibiza para el evento por amistad con un Sabina entrañable para él y que Joan Manuel definió como «un Serrat madrileñizado». La definición fue aprobada por Santiago Segura, que aseguró que Sabina «es un castizo internacionalizado o el internacionalizador del madrileñismo». Una especie de Galdós, Larra y Ramón con fondo musical que levantó al público de los asientos. Es una buena secuela de «Hoy no me puedo levantar».

Música
Sabina y Serrat componen juntos por Skype
Ambos artistas preparan un disco juntos y se han visto «obligados» a utilizar internet para comunicarse ante la gira de Sabina por EE.UU.

El cantautor español y poeta Joaquín Sabina confesó hoy en Nueva York no ser un gran amante de la tecnología y que el también cantautor Joan Manuel Serrat, con quien grabará su próximo disco, le ha obligado a comunicarse con él a través del Skype para componer los temas.

"Lo del Skype es porque Joan Manuel me obliga, yo no sé ni enchufarlo", afirmó jocosamente el artista durante una concurrida conferencia de prensa. Sabina, que se presentará el próximo domingo en Nueva York donde inicia su primera gira en EEUU, ha comenzado a escribir junto a Serrat los temas del que será su nuevo disco, para lo que cuentan ya con unos trece temas.

"Estamos en proceso de escribir. Hemos estado una semana en Menorca (en las islas Baleares) y luego otra en una casa en la Bahía de Cádiz" y en este momento, según el artista, Serrat le ha obligado a echar mano de la tecnología para continuar trabajando juntos en los temas. "Estamos haciendo canciones por Skype, que es una cosa muy divertida", sostuvo el artista, que se presentará con su banda el domingo en el Manhattan Center, lo que marca su debut en EEUU, tras una exitosa carrera en que ha vendido más de diez millones de discos.
«Las canciones no son de Sabina ni Serrat, sino de Frankestein»
Sabina, de 62 años, que ha hecho colaboraciones con varios artistas y que grabó el disco en directo "Dos pájaros de un tiro" con Serrat, señaló que se trata de "canciones a cuatro manos y serán cantadas a dos voces". "Todavía no hay resultados (del trabajo en conjunto). Hay unas 12 canciones que nos gustan. No son de Sabina ni de Serrat, sino de Frankenstein", sostuvo el cantautor, que ha hecho catorce discos de estudio, cuatro en directo y tres recopilaciones.

Tras su concierto en Nueva York, su gira "El penúltimo tren" se presentará el 20 de octubre en el teatro Nokia de Los Angeles en California y el culminará el 26 de ese mes en el American Airlines Arena en Miami, en la Florida.

Joaquín Sabina llega a NY en concierto íntimo

El primer concierto en Nueva York del cantante español, Joaquín Sabina, con el que debutó en Estados Unidos, fue un encuentro íntimo entre amigos que cantaron, vitorearon y aplaudieron toda la noche al artista al que recibieron como a un entrañable amigo.

Sabina llegó con "el penúltimo tren", con el que ya recorrió Latinoamérica y que en su viaje se detuvo en la Gran Manzana, donde hizo un recorrido musical por su carrera ante un público latinoamericano que conocía cada una de sus canciones y le recibió con un estremecedor aplauso y gritos, ante lo cual el artista se quitó su característico bombín e hizo una reverencia.

"Esta noche contigo" fue el primero de una veintena de temas que interpretó junto a su banda para luego continuar con "Tiramisú de limón" en medio de la cual saludó con un "Buenas noches, Nueva York". Tras el tercer tema, se dirigió a sus fans para asegurar que se sentía como en casa.

"No esperaba que Nueva York fuera como Albacete. Pensé que en lugar de venir a ver a este indignado se habían ido a ver a los indignados de Wall Street", dijo al referirse al grupo que hace un mes protesta en Nueva York en contra de contra la crisis económica y los abusos del sector bancario.

Sabina agradeció al público, que cantó todos sus temas, "por haber esperado" por su visita a Nueva York. "Ojalá le podamos devolver la complicidad" indicó para continuar con "Dama de noche" y "Peor para el sol" en una noche en que algunos de los seguidores también llevaban un "bombín" y en que se vieron en la sala en banderas de México y Uruguay.

Joaquín Sabina ya está en México

Aunque llegó a México con la promoción de su gira "El Penúltimo Tren", Joaquín Sabina afirma que no está ni cerca de abandonar los escenarios, al contrario, adelantó que el próximo año regresará al lado de Joan Manuel Serrat, con quien prepara un disco con temas compuestos por los dos y aunque ya no habrá tanta diversión, al venir a México no podía dejar fuera de la agenda una visita "muy decente" al Tenampa.

Muy lleno de vida, bromista y alegre, el compositor se acomodó para abrir la conferencia con los medios mexicanos: "pregunten lo que quieran, menos sobre Calderón", refiriéndose al encuentro que tuvo el año pasado con nuestro Primer Mandatario.

El creador de "Por el Boulevard de los Sueños Rotos" dijo estar bien de salud luego de la diverticulitis que lo dejó en total reposo hace unos meses, tanto así que concluyó parte de su gira "El Penúltimo Tren" por Estados Unidos: "y no es coba, pero cuando llegamos al aeropuerto de México, dije: otra vez en casa".

Optimista en todo momento, pero sin ignorar la situación que vive nuestro país, señaló: "antes íbamos a Monterrey a tocar y era una ciudad alegre, divertida, nos íbamos de reventón, ahora eso no se puede ser, lo cual significa que la calidad y el nivel de vida de la gente está en un momento muy bajo".

Cuestionado sobre la situación de violencia que viven los mexicanos, Sabina tomó un trago de agua y comentó: "creo que es un país que está al borde del abismo, si no es que está pisándolo desde el punto de vista de la infiltración del narco y de la insoportable violencia, no creo que se pueda seguir mucho tiempo.

"Pero yo igual que el ex Presidente Fox tengo una fórmula: que se legalicen absolutamente las drogas y luego que se prohíban las armas", dijo soltando una carcajada, eso sí, aclaró: "yo no voy con Fox, porque jamás se me ocurriría comparar a los narcos con el subcomandante Marcos", refiriéndose al comentario del ex Mandatario sobre llegar a una tregua con los cárteles.

Muy sonriente y cómodo sobre los temas a los que se le cuestionaban, no podía dejar fuera el anuncio de Miguel Ríos de los escenarios, "Miguel es un cabrón, lo de lástima lo dice por mí. Su caso es muy difícil... yo creo que está muy triste por irse... yo creo que no se va".

Cuestionado sobre si él ha considerado dejar los escenarios, expresó: "todos los días lo pienso, desde el primer día que empecé a cantar porque siempre consideré que yo no era un cantante sino un estafador profesional... vaya, lo pienso todos los días, pero dudo en hacerlo".

A sus 62 años de vida, Joaquín Sabina dice sentirse satisfecho de todos "los trenes que ha abordado", aunque no siempre fueron de su gusto: "ahora voy en primera... ahora estamos disfrutando mucho, por ejemplo de esta última gira... quién me iba a decir a mí que a mis 62 años iba a debutar en Estados Unidos, era un sueño".

Pero no sólo su actuación en EU lo tiene satisfecho, sino el proyecto que cocina con Joan Manuel Serrat un nuevo disco con canciones escritas e interpretadas por ambos, además de una gira que arrancan el próximo año y con la que vendrán a nuestro país.

Joaquín Sabina actuará hoy en Puebla, el viernes en Tuxtla Gutiérrez, 30 en Mérida, los días 4, 5, 7 y 8 de noviembre en el Auditorio Nacional, en DF; el 10 en Guadalajara y cerrará su paso en tierras mexicanas el 12 de noviembre en Monterrey.

El 'Penúltimo tren' de Sabina llega a México


Tras su paso por los Estados Unidos, donde estuvo por primera vez, visitará distintos puntos del país azteca. Mientras, confió que está realizando un nuevo disco con Joan Manuel Serrat

El español llegó a México y, durante una conferencia de prensa, anunció su gira. Recuperado de una diverticulitis aguda que "no fue nada grave", Sabina se mostró contento de estar de nuevo en el país azteca.

Puebla, Tuxtla Gutiérrez, Mérida, Valle de Bravo, Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey son los lugares por los que circulará el Penúltimo tren, la gira que presenta y que "es diferente" a lo que venía enseñando, en palabras de Joaquín Sabina. "Respetamos mucho a nuestro público y también porque nos aburrimos mucho de repetir lo mismo, agregaremos unas cinco o seis canciones nuevas", adelantó.

Pese a haber estado en ciudades de los EEUU, como Nueva York, por primera vez, y haber sido recibido con mucho cariño por los habitantes latinos y estadounidenses, el cantautor aseguró que para él nada es más cómodo que cantar en México, la Argentina o Cuba.

"Parece que los gringos no tenían el menor interés en llevarme a cantar, no nos llamaron nunca y cuando nos llamaban, no podíamos ir. Y yo no iba por afinidades selectivas", afirmó, aunque no ocultó su entusiasmo por haber debutado en ese país.

"Quién iba a decir que a mis 62 años iba a debutar en Nueva York, una cosa que no estaba ni en mis sueños más lejanos, ni más atrevidos", aclaró.

El músico Pancho Varona, quien acompañó a Sabina durante la conferencia, explicó: "Joaquín muchas veces dijo que le gusta cantar en países en los que lo entiendan, por eso, en ocasiones rechazamos ir a países de Europa, porque no nos entendían".

En cuanto al retiro, para Sabina siempre ha sido una constante:"Todos los días pienso en el retiro desde que me subí a cantar, porque siempre consideré que yo no era un cantante, sino un estafador profesional y que mi principal vocación era atracar bancos en lugar de subirme al escenario", bromeó, según cita la agencia DPA.

Actualmente, Sabina también está trabajando con su par Joan Manuel Serrat en un disco con canciones escritas por ambos. "En marzo, nos iremos de gira y espero pasar por México", confió.

Los secretos regresan con Sabina
El trovador Joaquín Sabina regresó a casa luego de presentarse en el Auditorio Nacional.


El trovador por naturaleza, Joaquín Sabina, hizo una escala en la capital mexicana, para presentarse en el Auditorio Nacional, junto a la banda El Secreto, recordando viejos temas y ofreciendo otros nuevo; esto mientras realiza un nuevo disco que escribe junto a Joan Manuel Serrat.

Tras recuperarse por completo de una diverticulitus aguda, "El Flaco de Ubeda" visitó de nuevo la capital mexicana, en donde dijo sentirse como en casa, al declarar tener buen estado de salud. Acerca de su reciente visita a la Unión Americana, el intérprete de "Pirata triste" bromeó, ya que según él "parece que los gringos no tenían el menor interés en llevarme a cantar, no nos llamaron nunca y cuando nos llamaban no podíamos ir".

Con más de diez libros de su autoría, Joaquín Sabina expresó que en un futuro lanzará ot ra obra " todos los domingos escribo versos en un diario español que se llama Público y supongo que cuando llevemos un año editaremos eso". Para Sabina México es como regresar a casa ''siempre pensé que nunca vendría (a México).

Hace muchos años, mi primer concierto en América fue en este maravilloso país. Fue tan emocionante que es completamente inolvidable, la primera experiencia, me dejó con ganas de regresar siempre a este lugar. ''A partir de ahí, hemos ido tejiendo lazos cómplices y muy entrañab l e s c o n e s t e maravilloso país.

Parece a lo mejor vanidoso, pero pisar el Auditorio Nacional, que es uno de los mejores teatros donde uno ha estado en su vida, es tocar en el patio de casa, es sentirme en confianza y sobretodo muy querido", puntualizó el músico que siempre ha conseguido ver este foro repleto de sus seguidores, que no se cansan de corear cada una de las canciones que han salido de la pluma del 'Flaco', y que muchos se han convertido en himnos para sus devotos fanáticos mexicanos.

Aunque reconoce que la estructura del show es parecida a la que presentó en el tour del disco 'Vinagre y Rosas', detalló: "Este tour, sin embargo, es diferente, meteremos unas cinco o seis canciones distintas", comentó el músico.


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Allí estuve anoche. Fue un bello concierto, Sabina nos hizo reir, bailar y6 hasta llorar. Un tipazo. Esta flaquísimo, pero se ve muy bien y su alegría es contagiosa

Juan Gelman, poeta y periodista argentino radicado en México, y su esposa Mara, estuvieron presentes en primera fila y Sabina les brindó una canción.

Ety

Felicidades a Sabina y a ti, Ety, por lo que disfrutaste.

Bss

Damablanca.

Llega Joaquín Sabina a 63 años con gira de conciertos junto a Serrat

Ambos artistas presentaron “La orquesta del Titanic”, un disco con 11 temas, que en palabras de Serrat es una metáfora general de este tiempo y de esta sociedad.



México, DF. Con más de 14 discos publicados a lo largo de su carrera, el cantante y compositor de origen español Joaquín Sabina, quien recientemente lanzó su nueva producción al lado de Joan Manuel Serrat con quien prepara una gira, festejará este domingo su cumpleaños número 63.

Apenas el pasado 6 de febrero, ambos artistas presentaron “La orquesta del Titanic”, un disco con 11 temas, que en palabras de Serrat es una metáfora general de este tiempo y de esta sociedad.

Canciones como "Veinte copas", "Idiotas, palizas y calientabraguetas" y "Martínez", entre otras, son las que conforman este trabajo que cuenta con la colaboración de artistas como Alejandro Sanz.

Además, ambos músicos volverán a los escenarios con una gira que arrancará el 5 de marzo en Salta, Argentina, y en tres meses recorrerá Estados Unidos y toda América Latina, con 18 conciertos en el Luna Park, de Buenos Aires, y seis en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

Joaquín Ramón Martínez Sabina, nació en Ubeda, España, el 12 febrero de 1949 y desde temprana edad comenzó a escribir poemas y componer música con sus amigos.

Estudió Filología Románica en Granada y se define como un ideólogo de izquierda que en 1970 lanzó una bomba molotov contra una oficina del Banco Bilbao, en protesta por el Proceso de Burgos, tras lo cual se vio obligado a exiliarse en Londres durante la década de los 70.

En Reino Unido escribe sus primeras canciones y organiza un cineclub con las películas de Luis Buñuel, prohibido entonces en la España franquista.

También colaboró con el Club Antonio Machado, uno de los centros frecuentados por emigrantes y exiliados, y montó obras teatrales como: "La excepción de la regla", de Bertol Brecht, y "El cepillo de dientes", de Jorge Díaz.

En 1977 se casó con la argentina Lucía, a quien consideró el amor de su vida; más tarde se unió a Isabel Oliart, con quien tuvo dos hijas, Carmela y Rocío, y en la actualidad vive con la fotógrafa peruana Jimena.

En 1978 grabó su primer material discográfico, "Inventario", al que le siguieron álbumes como: "Malas compañías", "La mandrágora", que contó con la participación de Javier Krahe y Alberto Pérez, y "Ruleta rusa".

Varios años después, en 1985, lanzó el disco "Juez y parte", en 1986 fue "En directo" y en 1987 consolida su proyección discográfica con "Hotel, dulce hotel", del cual logró vender más de 400 mil copias.

Con el álbum "El hombre del traje gris" y "Mentiras piadosas", Sabina realizó una gira por América Latina, consolidando así su éxito internacional.

Después "Física y química" le da Disco de Oro, Platino y Doble Platino y se desprende el sencillo "Y nos dieron las diez", canción interpretada a dúo con Rocío Dúrcal alcanzando la fama en México.

Tras el rotundo éxito de este tema salieron a la venta los discos "Esta boca es mía", "Yo, mi, me, contigo" y "Enemigos íntimos", con letras de Joaquín Sabina y música de Fito Páez.

En 1999 lanzó "19 días y 500 noches", con el cual alcanzó seis discos de platino en España, asimismo, resultó ganador de los Premios Amigo y Premios Ondas de España.

Además, realizó una gira por Latinoamérica, donde ofreció un total de 76 conciertos y logró reunir a medio millón de personas.

Un año después presentó el álbum doble "Nos sobran los motivos", que fue grabado en directo y con el cual también cosechó diversos triunfos, además comenzó la gira acústica en varias ciudades de México.

En 2002 lanzó "Dímelo en la calle", pero la gira de promoción fue suspendida debido a problemas que tuvo Sabina en las cuerdas vocales.

Al año siguiente lanzó "Diario de un peatón" y escribió el libro "De lo cantado y sus márgenes", que son poesías basadas en sus discos.

En 2005, luego de tres años de ausencia de los escenarios musicales, Sabina presentó el disco "Alivio de luto", el cual arrasó las listas de ventas españolas, y con el cual abarrotó las localidades en su gira por Perú, Chile y Argentina, donde realizó ocho presentaciones durante 2006.

En junio de 2007 al lado de Joan Manuel Serrat realizó la gira “Solos, juntos y muy revueltos”, la cual contó con un repertorio de entre 30 y 40 canciones que los artistas presentaron en más de 60 conciertos que finalizaron en América Latina.

En 2008, el director Ramón Gieling realizó una película sobre la vida de Sabina titulada “19 días y 500 noches” y cuyo tema principal fue la depresión que sufrió hace algunos años.

A finales de 2009 el español regresó a la escena musical con su décimo quinto álbum de estudio “Vinagre y rosas”, y para noviembre de 2010 la revista Rolling Stone le otorgó el premio como Artista del Año.

Ya en 2011 inició la gira “El penúltimo tren” con la que visitó América Latina, y misma que se vio obligado a suspender por un tiempo debido a complicaciones de salud.

Una vez recuperado volvió a los escenarios y fue con este mismo espectáculo que se presentó por primera vez en Estados Unidos dentro del Manhattan Center de Nueva York, el Nokia Theater de Los Ángeles y el American Airlines Arena de Miami.